Transhumanismo (Eugenesia)

Transhumanismo

“Seréis como dioses” – Génesis 3:5

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¿La creación del nuevo Adán?

El transhumanismo es un movimiento filosófico (materialismo) que propone el Mejoramiento Humano (Human Enhancement) como medio para lograr un estado evolutivo más beneficioso del Homo Sapiens al que denomina Transhumano.

La ideología transhumanista indica que el individuo humano tiene la capacidad de dirigir su propia evolución por medio de los avances tecnológicos.

Las ideas transhumanistas sostiene que el individuo humano tiene el conocimiento para realizar su mejoramiento (human enhancenment) y que éste conocimiento es un mecanismo que si puede ser aplicado sobre sí mismo (sobre el humano) y que no guarda relación con la naturaleza (es artificial).

El transhumanismo es un mejoramiento humano artificial aplicado sobre el actual ser humano que pretende ser el posthumano del futuro. 

La Asociación Transhumanista Mundial (Humanity Plus) define formalmente en su página web al transhumanismo como: «El movimiento intelectual y cultural que afirma la posibilidad y deseabilidad fundamental de mejorar la condición humana a través de la razón aplicada, especialmente aplicando y haciendo ampliamente accesibles tecnologías que eliminen el envejecimiento y mejoren de manera significativa las capacidades humanas intelectuales, físicas y psicológicas».

«El transhumanismo es una clase de filosofías de la vida que buscan la continuación y la aceleración de la evolución de la vida inteligente más allá de su forma humana actual y sus limitaciones humanas por medio de la ciencia y la tecnología, guiados por principios y valores que promueven la vida». – Max More 1990

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Símbolo del Transhumanismo: H+ o H Plus

Por lo tanto el Transhumanismo es un movimiento revolucionario que defiende la idea de que el ser humano utilice la tecnología disponible para mejorar la especie, no solo para acabar con las discapacidades si no para mejorar las capacidades naturales propias de nuestra especie y trascender sus límites en pos de un estado mejorado y superior deseable.

El Homo Sapiens Sapiens (Hombre de Cro – Magnon) es una subespecie de los Homo Sapiens que todos nosotros pertenecemos, ésta subespecie habría aparecido hace 80.000 a 40.000 mil años, y actualmente somos la especie dominadora del planeta tierra, somos una especie que busca mejorarse y perfeccionarse no solo mentalmente sino físicamente para que surja «un nuevo ser humano”, «un nuevo hombre». 

Por dar un ejemplo: actualmente cuando las personas sufren de fracturas en los huesos causadas por cualquier clase de accidente, a estas personas les toma hasta más de 6 semanas para que se curen los huesos es decir más de 1 mes, sin embargo si reemplazáramos los huesos comúnmente más afectados como el fémur (6 a 9 meses para sanación), la tibia (6 meses para sanación) o el peroné (6 semanas para sanación) por unos biomateriales (huesos) artificiales a base de titanio que no se romperían con tanta facilidad como el hueso natural y que le daría una increíble fuerza y resistencia a las personas que adquieran estos “reemplazos tecnológicos” en comparación de otras personas con sus huesos “naturales” con los que nacieron.

El Transhumanismo altera al ser humano en todas las formas posibles mediante el avance de la ciencia, las ideas Transhumanistas nos indican básicamente que los seres humanos están condenados a la naturaleza y por lo tanto pretenden llevar acabo la “liberación de las cadenas naturales”, por ejemplo la naturaleza nos condena a la vejez pues la artificialidad (tecnología) nos salvará de dicho destino final para ser lo suficientemente longevos o para ser algún día seres inmortales (para nunca morir).

La vejez, la mortalidad y las enfermedades son condiciones humanas inherentes predestinadas por la naturaleza, una especie de maldición (vista así por los transhumanos) de la cual el nuevo ser humano” debe ser libre para que tenga completo control de su ser, ya existen prótesis de piernas y brazos inteligentes que superan en fuerza a los miembros naturales del cuerpo humano y no solo se trata de piernas y brazos también nos encaminamos al “pulmón artificial”, al “corazón artificial”, etc.

En palabras más sencillas: el ser humano dejará de ser el actual humano no solo porque se le reemplazarán partes de su cuerpo o el cuerpo completo por partes mecánicas sino que… los que no adquieran éstas “mejoras humanas” serán la nueva sub especie así como lo es el Homo Neandertal para el Homo Sapiens, es posible que surja una nueva especie superior.

Notas sobre el transhumanismo:

1. El Transhumanismo busca una mejor calidad de vida desde el aspecto médico como gran ejemplo son las prótesis inteligentes o tecnológicas así como los órganos artificiales.

2. Una de las ideas del Transhumanismo es la digitalización de la mente humana para que esta pueda ser descargada y transferida de cuerpo en cuerpo, puede ser un cuerpo orgánico o cuerpo completamente artificial.

3. Richard K. Morgan creo una novela llamada “Carbono Alterado” en el año 2002 y se realizó una serie de televisión en el año 2018 estrenada en Netflix en la cual nos muestra un futuro totalmente dominado por el Transhumanismo (en este mundo se ha conseguido la inmortalidad).

4. Varios de los caminos verificables actualmente que nos llevan a una realidad Transhumanista es la nanotecnología, robótica, bioingeniería y la biotecnología.

5. En un futuro totalmente transhumanista habrían más desigualdades (más de las que hay al presente) pues los “humanos mejorados” obtendrían sus “mejoras” mediante el dinero, por lo tanto solo quien pueda pagarse las mejoras para ser un “nuevo ser humano” pertenecerá a la especie posthumanista, la especie del «nuevo hombre».

Importante: La transexualidad mediante tratamiento quirúrgico como “amputarse” los genitales no es sinónimo de “Transhumanismo”.

Hay gran diferencia entre la mutilación de los genitales y la mejora de capacidades físicas y psicológicas.

Julian Huxley y el Transhumano

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Julian Sorell Huxley (Londres, 1887-1975)

El Transhumanismo es el paso a un nuevo principio (la Posthumanidad) y en palabras del hermano de Aldous Huxley desde aquí partimos con ésta temática en complemento a la Ectogenesis y la Superpoblación Mundial: «La calidad de las personas, y no solamente la cantidad, es lo que debemos obtener: en consecuencia, es necesaria una política concertada para impedir que la oleada creciente de la población sumerja todas nuestras esperanzas de un mundo mejor.”

Tantos individuos, de tal y tal calidad —dijo Mr. Foster. Distribuidos en tales y tales cantidades. El óptimo porcentaje de Decantación en cualquier momento dado. – Capítulo I (Un Mundo Feliz)

¿La calidad de las personas y no solamente la cantidad?

Por la cantidad de personas podemos entender el poder que tiene el gobierno sobre la población mediante la utilización de la cadena de montaje biológica (la que produce seres humanos en masa según el requerimiento del estado mundial) del almacén de embriones en el centro de incubación y condicionamiento; que de alguna manera u otra cumple la función de controlar la natalidad (cantidad de seres humanos que serán distribuidos) y que por la calidad sin ninguna duda se refiere al sistema científico eugenésico de castas y a su infame método Bokanowsky.

En un mundo feliz el estado mundial tiene los medios necesarios para controlar la natalidad y por ende regular el crecimiento demográfico de la población.

¿Cuáles son estos medios?

  1. La Ectogenesis: en un mundo sin familias y sin hijos, que aborrece el embarazo, el traer nuevos seres humanos al mundo se asiste mediante la inseminación artificial, la fecundación in vitro y el útero artificial que son los mecanismos ideales para controlar la producción en términos de calidad y cantidad de los seres humanos.
  2. La Cadena de Montaje Biológica que permite manipular genéticamente a los individuos producidos in vitro para predestinarlos socialmente a una casta social dentro de un sistema científico eugenésico de castas, un mecanismo de control para producir seres humanos según estándares de calidad y cantidad. 

¿La oleada creciente de la población sumerge todas nuestras esperanzas de un mundo mejor?

Tal y como hemos visto en Superpoblación Mundial, los autores Sartori y Mazzoleni postulan en su libro La Tierra Explota que: todos los males que afligen hoy a la tierra han sido originados por el crecimiento excesivo de la población y por ende exhortan al control de la natalidad, los métodos anticonceptivos y al abortismo.

Y sobre “Un Mundo Mejor” me parece que si hubiese utilizado la palabra “feliz envés de “mejor” y la frase de Julian hubiese sido “Un Mundo Feliz”, hoy sabríamos el verdadero origen del nombre de la obra “Brave New World, donde Miranda no tiene nada que ver, todas las alarmas que identifican las casualidades estarían encendidas y todos los que investigan a fondo se desembocarían en el mismo resultado por esa hipotética coincidencia.  

«Una vez que estén plenamente aseguradas las consecuencias que implica la biología evolucionista, la eugenesia se convertirá inevitablemente en una parte integrante de la religión del futuro, o del conjunto de sentimientos, cualquiera que sea, que en el futuro podrá tomar el lugar de la religión organizada.» – Julian Huxley

Julian (Hermano de Aldous) indica que la eugenesia se convertirá en la religión del futuro o del conjunto de sentimientos, cualquiera de las dos, la que se requiera.

Aldous en un mundo feliz nos muestra un mundo donde la religión ha desaparecido de la sociedad civilizada.

Solo en la reserva de salvajes aún existe la religión.

Mientras que la sociedad civil ha sido creada mediante la técnica de la cadena de montaje aplicada a la biología humana la cual establece un sistema científico eugenésico de castas, estos seres producidos en masa tienen como a un dios a Henry Ford, la cruz ha sido reformada como una T (en referencia al modelo Ford T).

¿Quién es Julian Huxley?

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Julian y Aldous Huxley (hermanos).

Julian Huxley (1887 – 1975), fue un biólogo y eugenista londinense británico que introdujo el término de “Transhumano” mediante su obra “New bottles for new wine: Nuevas Botellas para Vino Nuevo” en el año 1957. 

Julian tiene como hermano a Aldous Huxley, ambos son hijos de Leonard Huxley (padre) y éste a su vez es hijo de Thomas Henry Huxley (abuelo) “El Bulldog de Darwin.”

Fue el primer director de la UNESCO (United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization: La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) en el año 1946 y fue uno de los primeros fundadores de la WWF (World Wildlife Fund: Fondo Mundial para la Vida Salvaje) en el año 1961 pero luego esta organización cambió de nombre a World Wildlife Fund (Fondo Mundial para la Naturaleza).

Dícese que vivió obsesionado con el tema del control de la población, al que llamaba: “el problema de nuestra era.”

Curiosamente su hermano autor de Un Mundo Feliz en su ensayo del Exceso de Población (Una Nueva Visita a Un Mundo Feliz) menciona lo siguiente: El problema de una población en rápido aumento en relación con los recursos naturales, la estabilidad social y el bienestar de los individuos es actualmente el problema central de la humanidad. Seguirá siendo el problema central con toda seguridad por otro siglo y tal vez por varios siglos más.”

Me parece que Aldous no nos relató solo una historia de ciencia ficción sino que nos estaba relatando el futuro que nos está esperando a vuelta de la esquina, un futuro en construcción hoy en día. ¿A caso formaba parte de algún complot mundial? 

«La pesadilla de la organización total, que y o situaba en el siglo VII D. F., ha surgido del inocuo y remoto futuro y nos está esperando ahí mismo, a la vuelta de la esquina.» – Aldous Huxley (Una Nueva Visita a Un Mundo Feliz)

Por si no fuera poco revelador, Sir (Caballero del Reino) Julian Huxley fue miembro del consejo de la Sociedad Eugenésica Británica (que hoy es el Galton Institute en Londres) en el año 1931, del cual fue vicepresidente entre los años 1937 hasta 1944 y presidente desde 1959 al año 1962.

“Creo en el transhumanismo: cuando haya suficiente gente que diga esto mismo de verdad, las especies humanas se encontrarán en el límite de un nuevo tipo de existencia, tan distinto de la nuestra como lo fue nuestra existencia para el hombre de Pekín (en referencia al espécimen de Homo Erectus Pekinensis que vivió hace 2500 00 a 500 00 años). Por fin, el ser humano alcanzará de manera consciente su auténtico destino.” – Julian Huxley

¿Cómo se le denominará a ese individuo posthumano? ¿Sera el Homo Deus? Tal como lo indica en su libro el autor israelí Yuval Noah Harari.

«La especie humana puede, si así quiere, transcenderse a sí misma, no sólo enteramente, un individuo aquí de una manera, otro individuo allá de otra manera, sino también en su integridad, como humanidad. Necesitamos un nombre para esa nueva creencia. Quizás transhumanismo puede servir: el hombre sigue siendo hombre, pero trascendiéndose a sí mismo, realizando nuevas posibilidades de, y para, su naturaleza humana.»  – Julian Huxley (Nuevas Botellas para Vino Nuevo). 

En todo caso, se sospecha que Julian Huxley sustituyo todos los términos relacionados con “Eugenesia” y acuño al “Transhumanismo” como su nuevo término para su nueva religión futurística, es curioso que en un mundo feliz mucho de las visiones Transhumanistas de hoy se hayan hecho realidad, como los frascos que son úteros artificiales, conseguir básicamente la juventud eterna (no envejecen pero si mueren a los 80 u 90 años: aun no consiguen la inmortalidad) o la búsqueda de la reducción del periodo de maduración que tiene como fin acelerar el crecimiento y desarrollo de los seres humanos para sean completamente maduros en menos de 5 años.

«Julian Huxley inventa ‘transhumanismo’ para no hablar más de ‘eugenismo’ (término que había llegado a ser difícil de emplear después del eugenismo nazi) […]. ¿A quién debemos nombrar director general [de la Unesco], a Julian Huxley o a Dante? Para Dante, el transhumanismo consiste en cultivarse y, de ese modo, abrirse a lo Trascendente partiendo del fondo de la naturaleza humana, débil y mortal, pero capaz, por el amor, de atravesar el infierno. Para Julian Huxley, primer director de la Unesco, el transhumanismo es la ambición de manipular técnicamente lo humano para convertirlo en resultado de un programa, para someterlo a la logística de la prestación, para optimizar su eficacia y su bienestar, y no para garantizar la dignidad de su misterio, de su gratuidad, de su poesía inútil, de su rostro incomprensible…” Fabrice Hadjadj  (Porque todo está en vías de destrucción).

Eugenesia y Sociedad por Julian S. Huxley

El Futuro de la Eugenesia

La eugenesia, Dean Inge escribe en uno de sus ensayos, es capaz de convertirse en el ideal más sagrado de la raza humana, como raza; Uno de los deberes religiosos supremos. En esto estoy totalmente de acuerdo con él. Una vez que se comprendan las implicaciones de la biología evolutiva, la eugenesia se convertirá inevitablemente en parte de la religión del futuro, o de cualquier complejo de sentimientos que pueda ocupar el lugar de la religión organizada en el futuro. No es meramente una salida sensata para el altruismo humano, sino que es de todas las vías para el altruismo lo más completo y de mayor alcance.

Sin embargo, además de mantener estas posibilidades emocionales, el movimiento eugenésico debe obedecer las necesidades prácticas. Si se quiere convertir en un ideal convincente para el alma, primero debe alcanzar la precisión y la eficiencia como una rama de la ciencia aplicada.

En este momento, es ocioso pretender que ha avanzado mucho en ambas direcciones. Es cierto que para un número limitado de hombres y mujeres, ya es un ideal inspirador: pero para la mayoría de las personas, si no es un tema para una broma, sigue siendo desconfiado o totalmente descuidado. Es cierto que, gracias al genio de Darwin y su primo Galton, la noción de mejora evolutiva a través de la selección ha proporcionado una base científica firme para la eugenesia, y que en los últimos años se ha logrado un progreso notable en la aplicación de los descubrimientos triunfales de la genética moderna a la Especie humana: sin embargo, para la mayoría de los científicos, la eugenesia todavía no se considera una ciencia.

Puede ser que, como científico, anule la importancia del lado científico. En cualquier caso, estoy convencido de que la eugenesia no puede obtener poder como ideal y como motivo hasta que haya mejorado su posición como cuerpo de conocimiento y como instrumento potencial de control: y en esta conferencia me esforzaré por señalar que, en mi opinión es el siguiente paso hacia la graduación de la eugenesia hacia la dignidad de una ciencia establecida. Será una investigación sobre la metodología de nuestro tema.

Ciencias sociales y ciencias naturales.

La eugenesia se encuentra dentro de la provincia de las ciencias sociales, no de las ciencias naturales. Comparte con el resto de ellos una sospecha, a menudo muy francamente expresada por los expertos de ramas de estudio más respetables, como la física o la biología pura, de no ser científicamente respetable. Algunos en verdad, van tan lejos como para afirmar que las ciencias sociales nunca pueden ser verdaderamente científicas, e implican que han usado ilegítimamente la palabra ciencia en su título para explotar el prestigio que se le atribuye en esta edad científica.

Personalmente, no creo que esta crítica esté justificada. Todas las ciencias jóvenes son atacadas por sus mayores sobre la base de irregularidades en sus cánones de comportamiento científico: pero no pueden esperar establecer cánones rigurosos hasta que ya no sean jóvenes, y no se puede esperar que un adolescente no probado posea la seguridad y la habilidad práctica de un hombre en el apogeo de la vida. Además, las ciencias jóvenes no son simplemente jóvenes como seres humanos jóvenes debido al accidente de la fecha de su nacimiento. La fecha de su nacimiento no es casual: son jóvenes porque son más complejas y más difíciles. La física es una ciencia más antigua que la biología porque en la física es más fácil aislar fenómenos y descubrir leyes simples pero fundamentales. Las ciencias sociales son más jóvenes que las ciencias naturales debido a la terrible complejidad de las variables que conforman su contenido.

Esto, sin embargo, no es todo. Las ciencias sociales en ciertos aspectos difieren radicalmente de las ciencias naturales; no pueden esperar lograr el éxito mediante la aplicación de los mismos métodos simples que les sirvieron a sus mayores.

La Conferencia Galton, emitida ante de la Eugenics Society el 17 de febrero de 1936

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Eugenesia y Sociedad por Julian S. Huxley

¿Eugenismo y Unimundismo?

Allen Douglas denuncia que bajo el pretexto de “conservar la naturaleza” la combinación de la UICN (International Union for Conservation of Nature: Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) y la WWF (World Wildlife Fund: Fondo Mundial para la Naturaleza) en realidad se han estado dedicando a otra cosa.

¿Qué cosa? A reducir la población en los países en vía de desarrollo es decir en el sur del mundo, en los países del tercer mundo de américa latina tal como lo sostienen Sartori y Mazzoleni en la Tierra Explota.

Y garantizar que alguna multinacionales (británicas – holandesas) se queden con las materias primas del mundo (es decir de los recursos naturales limitados).

Y que según portavoces de estas dos organizaciones WWF y UICN, para reducir la población y asegurar que las materias primas estén en poder de las multinacionales se requiere el establecimiento de un gobierno mundial.

¿Gobierno Mundial? Qué casualidad que en Un Mundo Feliz haya un Estado Mundial.

Allen Douglas indica que la WWF y UICN son vástagos de instituciones imperiales británicas que son: La Sociedad de la Conversación de la Fauna y la Flora y de la Sociedad Eugenésica.

La ideología conservacionista de la naturaleza y del eugenismo provienen de Sir Francis Galton «El Padre de la Eugenesia.»

Galton introdujo el término de  “Eugenesia” en un artículo de 1865 titulado: “Talento y personalidad hereditarios” (Hereditary Talent and Character) la cual profundizo en su libro de 1869 titulado el “El Genio Hereditario.”

Galton era primo hermano de nada más y nada menos que de Charles Darwin, quien escribió en el año 1859: El origen de las especies mediante la selección natural, o la preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida.

De esta manera se pretendía aplicar al ámbito humano la teoría darwiniana de la «sobrevivencia del más apto», y definió así los objetivos de su «movimiento de mejoramiento de la raza»: Crear una raza nueva y superior, mediante la eugenesia, que obligaría a «podar» a la raza humana.

Douglas indica que en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Inglaterra, en la sección de planificación política y económica se encontraba el Real Instituto de Asunto Internacionales. De la cual tanto Julian Huxley como Max Nicholson fundaron la UICN y la WWF. Y esta sección se centraba en la eugenesia, el control de las materias primas y el gobierno unimundista.

Y como dijo Julian Huxley en la carta constitutiva de la UNESCO: «Aunque es cierto que por muchos años será política y sicológicamente imposible cualquier política eugenésica radical, para la UNESCO será importante ver que… la opinión pública se mantenga informada de los temas que se manejan, para que mucho de lo que ahora es impensable al menos pueda ser pensable.»

¿Aunque es cierto que por muchos años será política y sicológicamente imposible cualquier política eugenésica radical? Julian dice que en muchos años se logrará hacer posible su política eugenésica radical, quizás su hermano Aldous se refería a éste futuro distópico como la Era Fordiana, en tal era del mundo feliz se producen seres humanos en masa en una cadena de montaje biológica y se aplica el método Bokanowsky. 

¿Para qué mucho de lo que ahora es impensable al menos pueda ser pensable? Hoy parece más posible la realización de los Centros de Incubación y Condicionamiento que funcionan como una Gran Industria que produce humanos manipulados genéticamente (humanos mejorados). ¿Quiénes podrían ser los candidatos? Centros y laboratorios genéticos y biológicos.

¿Cómo hacer posible políticas eugenésicas radicales? Estableciendo un gobierno unimundista o mundial que es lo mismo. Un gobierno supranacional, un estado mundial, un gobierno globalizado. 

Según Douglas, bajo la idea de “la conservación de la vida silvestre” tanto como Julian y Nicholson justificarían sus propuestas para diversas formas de control supranacional. Es decir que bajo una aparente causa noble se pretendería realizar el establecimiento de un gobierno único.

“La Historia se funda hoy en la prehistoria y, a su vez, ésta se funda en la evolución biológica. Nuestra escala del tiempo ha sido modificada profundamente. Si mil años son un período breve para la Prehistoria… para la evolución significan un período insignificante, pues ésta cuenta por períodos de centenas de millones de años. Y el porvenir se extiende en la misma proporción que el pasado… La vida había progresado ya desde antes de que el hombre hubiese aparecido. Y el hombre nació por el progreso de la vida… El progreso biológico no necesita un agente especial. En otros términos, no exige intervención de un propósito divino” – Julian Huxley

Como podemos leer en la cita anterior Julian va de acorde con las ideas evolucionistas (evolucionismo) en la cual no se requiere una intervención divina sino materialista (materialismo).

“El hombre es un fenómeno natural como un animal o una planta; que su cuerpo, mente y alma supernatural no fueron creados sino están los productos de la evolución, y que él no está bajo el control o dirección de ningún ser o seres supernatural, pero tienen que confiar en sí y en sus propias energías… El hombre es el único agente de su propio destino y el único que tiene a su cargo el progreso de la vida”. – Julian Huxley

Julian indica que el ser humano no está bajo el control o la dirección de ningún ser o seres supernaturales. ¿A qué ser o seres supernaturales se refiere? ¿A Dios? De ser así niega el poder de Dios que es todopoderosos omnipotente.  Con esto se puede confirmar una de las bases del transhumanismo ya que niega la naturaleza y el poder de Dios afirmando que el hombre es el único agente de su propio destino y el único que tiene a su cargo el progreso de la vida. ¿Si no es el progreso de la vida por medio de Dios por medio de que o de quién más podría ser?

“Por grupo social problemático entiendo a esa gente de las grandes ciudades, demasiado conocida por los trabajadores sociales, que parece desinteresarse de todo y continuar simplemente su existencia desnuda en medio de una extrema pobreza y suciedad. Con demasiada frecuencia deben ser asistidos por fondos públicos, y se vuelven una carga para la comunidad. Desgraciadamente, tales condiciones de existencia no les impiden seguir reproduciéndose, y sus familias son en promedio muy grande, mucho más grande que las del país en su conjunto. Diversos tests, de inteligencia y de otro tipo, revelaron que tienen un coeficiente intelectual muy bajo, y que están genéticamente por debajo de lo normal en muchas otras cualidades, como la iniciativa, el interés y afán general exploratorio, la energía, la intensidad emocional y el poder de la voluntad. Esencialmente, no son culpables de su miseria e imprevisión. Pero tienen la mala suerte de que nuestro sistema social abona el suelo que les permite crecer y multiplicarse, sin otra expectativa que la pobreza y la suciedad. Aquí también podría ser útil la esterilización voluntaria. Pero yo pienso que nuestras mejores esperanzas deben apoyarse en el perfeccionamiento de nuevos métodos de control de nacimientos, sencillos y aceptables, ya sea por contraceptivos orales, ya sea, quizá preferentemente, por métodos inmunológicos que exigirían inyecciones” – Julian Huxley

¿Pero yo pienso que nuestras mejores esperanzas deben adoptarse en el perfeccionamiento de nuevos métodos de control de nacimientos sencillos y aceptables? En Un Mundo Feliz se ensamblan sujetos hermafroditas estériles por placer y existen los ejercicios Malthusianos para evitar que las mujeres fértiles queden embarazadas.

“Ahora debemos estar listos a abandonar la hipótesis de Dios y sus corolarios como la revelación divina o las verdades inalterables, y a cambiar de una posición sobrenatural a una posición naturalista del destino humano…La generalización… de Darwin sobre la selección natural, hizo posible y necesario eliminar la idea de que Dios guía las fases de la vida evolutiva. Finalmente, las generalizaciones de la psicología moderna y de las religiones comparadas, hicieron posible, y necesario, eliminar la idea de que Dios guía la evolución de la especie humana mediante la inspiración o alguna otra forma de dirección sobrenatural… Freud, agregado a Darwin, alcanza a darnos una idea general filosófica… (Si el individuo) quiere aplicar sus valores morales, aparentemente absolutos, a situaciones particulares, tales valores exigirán la ayuda constante del relativismo… No se debe matar: pero es menester analizar de manera racional si ese principio concierne a la guerra, a ciertos casos de suicidio y de aborto, a la eutanasia y a la reglamentación de la natalidad… La sociedad debe utilizar racionalmente un mecanismo irracional para crear el sistema de valores que ella desea» – Julian Huxley

Como hemos leído Julian precisa que el transhumanismo es básicamente abandonar la hipótesis de Dios, la idea de que Dios guía la evolución humana.

“La visión evolucionista nos permite distinguir las líneas generales de la nueva religión que, con toda seguridad, surgirá para responder a las necesidades de la próxima era… El mundo la espera”. – Julian Huxley

En este sentido, un mundo feliz de Aldous Huxley con su sistema científico (eugenésico) de castas sería un sueño hecho realidad, una utopía perfecta para su hermano Julian Huxley y para los eugenistas de todos los tiempos de la historia. 

Ford es como un Dios en Un Mundo Feliz, se le da reverencia por haber perfeccionado la cadena de montaje para la industria ya que ahora se aplica a la biología humana lo que permite controlar la calidad y cantidad de individuos en la sociedad de castas, Ford y su técnica son una nueva religión.

Julian tenía por discípulo a Charles Paton Blacker un médico inglés.

Este médico llego a ser presidente de la Sociedad Eugenésica Británica. Charles fue miembro de la Comisión Real sobre la Población y es su delegado en la Conferencia Mundial de la Población de 1954 en Roma.

Luego se desempeñó como asesor en cuestiones sociales y poblaciones del Ministerio de Salud Británico en 1958.

Curiosamente llegar a ser presidente administrativo de la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF: International Planned Parenthood Federation).

En el año 1959 mediante un informe emitido por la Sociedad Eugenista Británica en el cual el Dr. Charles participa, se refiere a los experimentos realizados por los Nacional Socialistas (Nazis) en Alemania, que se aplicaron en personas vivas que tenía como propósito desarrollar un proyecto económico para la esterilización de las masas, el Dr. Charles sostiene que mientras no se puedan aplicar o no funcionen dichos métodos: «sería perfectamente apropiado continuar la experimentación con alguna de las drogas esterilizantes que fueron utilizadas por los médicos nazis».

Conferencia Mundial de la Población en Roma, 1954.

Roma 1954 (31 agosto – 10 septiembre)

Primera Conferencia Mundial de población organizada por las Naciones Unidas. La idea había sido propuesta a finales de la década anterior por Julian Huxley, primer Director-General de la UNESCO. Fue arrinconada por la Comisión de Población, argumentando que convenía esperar a tener los resultados de la ronda de censos que había de realizarse en 1950. En realidad pesó más el temor de que el congreso pudiese ser usado como forum para la propaganda anticonceptiva. Finalmente, en su sexta sesión, en 1951, La Comisión había afirmado su confianza en el valor “científico” de la Conferencia y, en junio de 1952, el Consejo Económico y Social decidía su realización bajo los auspicios de la ONU y la colaboración de la IUSSP y las Agencias Especializadas que estuviesen interesadas. Los “births controllers” no eran completamente excluidos de las deliberaciones y diversos asociados de la Federación Internacional de Planificación Familiar asistieron como participantes (nueve de ellos presentaron ponencias). Alrededor de 400 delegados de 80 países y colonias asistieron a treinta sesiones en que se presentaban 411 memorias. En muchos aspectos la conferencia fue el final de una era dominada por las proyecciones de población y la escasez de datos e investigaciones y la inexistencia de actividades oficiales dirigidas al control de la fecundidad en el Tercer Mundo.

Los representantes de la Conferencia fueron recibidos por el Papa, quien instó a los participantes a no ignorar las implicaciones morales y humanas.

Transhumanismo y Eugenesia

El movimiento transhumanista sostiene que el ser humano, el hombre, tenga el control de su evolución. De esta manera se altera de forma total la naturaleza del ser humano. Todo esto con el fin de establecer una sociedad posthumanista que viva en bienestar, comodidad y felicidad.

La ciencia eugenésica propone pasar de la selección natural darwinista a la selección artificial ‘galtonista’ con la finalidad de mejorar la raza humana.

¿Cómo mejorará la raza humana? Eliminará a los individuos quienes tengan genes defectuosos o que no cumplen con los estándares previamente establecidos. ¿Establecidos por quién? ¿Por el estado mundial?

Transhumanismo y Eugenismo guardan relación.

Transhumanismo como Movimiento de Liberación del Siglo XXI

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Portada del libro «Humanismo Avanzado: Para Una Sociedad Biotecnológica» de Albert Cotrina

“El transhumanismo parte de una cosmovisión cientificista, materialista y atea del ser humano.”

¿Qué es el transhumanismo?

Según la Wold Transhumanist Association podemos entender el trasnhumanismo como una manera de pensar en el futuro basado en la premisa de que la especie humana en su forma actual no representa el final de nuestro desarrollo sino más bien una etapa relativamente preliminar.

El filósofo Nick Bostrom de la Universidad de Oxford ha definido formalmente el transhumanismo como un movimiento cultural, intelectual y científico que afirma el deber moral de mejorar biotecnológicamente las capacidades físicas y cognitivas de la especie humana, y aplicar al hombre las tecnologías emergentes (nanotecnología, biotecnología, tecnología de la información, ciencia cognitiva, inteligencia artificial, robótica, realidad virtual, transferencia mental, criónica…), a fin de que se puedan eliminar los aspectos no deseados y no necesarios de la condición humana: el sufrimiento, la enfermedad, el envejecimiento e, incluso, la condición mortal.

¿Es por tanto únicamente una corriente de pensamiento científico?

Desde mi punto de vista, es algo más. El transhumanismo es la ideología emergente que acompaña a la globalización tecnológica y a la actual Revolución digital o Revolución de la inteligencia. Esta ideología se ve a sí misma como un nuevo movimiento de liberación para el siglo XXI. La liberación del hombre de su condición humana natural y sobrenatural.

El transhumanismo tiene su fundamento en una cosmovisión cientificista, materialista, reduccionista y atea del ser humano. No obstante, curiosamente está confluyendo con las nuevas corrientes gnósticas y New Age, conformando de este modo una especie de tecno-religión con pretensiones hegemónicas en el Nuevo Orden Mundial que tiene el claro objetivo de sustituir la cosmovisión cristiana sobre la persona y la creación por otra cosmovisión universal posthumana.

Así pues, no es de extrañar que el transhumanismo haya sido descrito por Francis Fukuyama como «la idea más peligrosa del mundo».

¿Cuál es el origen de este movimiento filosófico y científico?

Impulsos trascendentalistas parecidos al transhumanismo se han expresado al menos desde los orígenes de la humanidad en la misma búsqueda de la inmortalidad y de los intentos pseudocientíficos de alcanzar la fuente de la juventud, lograr el elixir de la vida y otros esfuerzos parecidos que pretendían vencer el envejecimiento y la muerte.

Si recuerda, el «seréis como dioses» (Gen 3,5) fue el argumento decisivo que utilizó el demonio para que el primer hombre cayera en la tentación.

El error humano fue no saber descubrir que la creación no era sólo un acto de poder y dominio inigualables, sino ante todo un acto de amor gratuito.

Muchos siglos después de este relato bíblico, el ser humano no ha cambiado mucho y seguimos tropezando en la misma piedra. Queremos ser como dioses, pero dioses poderosos, controladores de las leyes naturales y de la moral a merced de nuestra arbitrariedad y extravagancia. Queremos tener en nuestras manos la decisión sobre la vida y sobre la muerte.

Seguramente el transhumanismo no sea una lucha por la supervivencia, sino más bien una lucha por el poder.

¿Qué ha querido decir antes con «impulsos trascendentalistas»?

Si, el trascendentalismo fue un movimiento filosófico, político y literario estadounidense que floreció aproximadamente entre 1836 y 1860. Comenzó como un movimiento de reforma dentro de la Iglesia Unitaria y se basó en un monismo que sostenía la unidad del mundo y de Dios, así como la inmanencia del mundo. El unitarismo como corriente teológica de un sector del cristianismo protestante, cree en un Dios unipersonal pero sostiene que Jesús no es el mismo Dios, sino un hombre creado por éste

¿Un Jesús simplemente humano?

Resulta interesante ver la oposición radical que existe entre la visión transhumanista y la figura de Jesús de Nazaret, verdadero Dios y verdadero hombre, que pasó su vida amando y enseñándonos a «vivir como dioses». «Dios es Amor» (1 Jn 4,8) Aquí comenzó una verdadera revolución; la mejor revolución que ha conocido la historia de la humanidad. Si queréis ser como Dios – nos dice Jesús- , si queréis ser auténticamente felices, debéis amar.

Decía el Papa Benedicto XVI, en la misa de inicio de su pontificado. «No es el poder lo que redime sino el amor. Éste es el distintivo de Dios» (Benedicto XVI, 20 de abril de 2005).

Ya sabemos pues lo que nos hará felices, ya tenemos el camino trazado por Jesús, la actitud auténticamente humana: amar.

¿Algunos antecedentes históricos más del transhumanismo?

Si, posiblemente la filosofía de Nietzsche con su exaltación del «superhombre» o la filosofía social de la Eugenesia que defiende la mejora de los rasgos hereditarios humanos mediante diversos formas de intervención manipulada y métodos selectivos de los seres humanos. El eugenismo del siglo XIX pretendía el aumento de personas más fuertes, más sanas, más inteligentes…

Por otro lado, algunos autores consideran que el origen remoto del transhumanismo, al menos en la formulación de este término y en su inspiración general, puede situarse en un texto de 1957 del biólogo Julian Huxley.

¿El hermano del escritor británico Aldous Huxley autor de la novela distópica «Un mundo feliz» escrita en el año 1932?

Si, efectivamente. Sir Julian Huxley, fue el primer director general de la UNESCO, colaboró en la Sociedad Humanista de Nueva York (First Humanist Society of New York) y en la presidencia del congreso fundacional de la Unión Internacional Humanista y Ética en 1952 (Internacional Humanist and Ethical Union). A su vez, fue uno de los grandes pioneros en la defensa medioambiental a través del World Wildlife Found. (WWF), y ayudó asimismo a fundar la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). No obstante, también mantuvo durante un tiempo una posición favorable a la eugenesia, entendida como manera de mejorar a los seres humanos. Así, en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, concretamente en 1957 en una obra titulada «New Bottles for New Wine» y horrorizado por el aborrecible uso de la eugenesia que se había hecho, Huxley propuso el término «transhumanismo» para referirse a la perspectiva según la cual el ser humano debe mejorarse a sí mismo, a través de la ciencia y la tecnología, ya sea desde el punto de vista genético o desde el punto de vista ambiental y social.

¿Y cómo ha ido evolucionando hasta nuestros días esa idea inicial del transhumanismo?

Tal y como escribe James Hughes, ex presidente de la World Transhumanist Association, el transhumanismo es un producto de la «cultura blanca, masculina, opulenta del Internet estadounidense; y su perspectiva política general siempre ha sido una versión militante del liberalismo típico de esa cultura». Dicha cultura, cuyo núcleo principal podemos situar en Silicon Valley (California, EEUU), desarrolló un híbrido entre la doctrina neoliberal del libre mercado y la teoría de las redes e Internet.

¿Qué papel juega Internet en todo esto?

Los visionarios del transhumanismo afirmaban que Internet nos liberaría de las jerarquías políticas, instaurando una democracia liberal en la que un orden emergente surgiría del caótico bullicio de las decisiones individuales de agentes libres y racionales. Pese a su retórica contracultural y revolucionaria con ciertos tintes de anarcocapitalismo californiano, la filosofía del movimiento transhumanista es netamente conservadora y neoliberal. Esto se debe en gran parte al determinismo tecnológico que está en la base del transhumanismo: esa ideología determina que para cambiar la sociedad bastará con la convergencia de las biotecnologías emergentes y su hibridación con el ser humano, hasta llegar al advenimiento de la Singularidad que dará paso a una nueva humanidad constituida por seres transhumanos y posthumano.

¿Es un movimiento uniforme o hay diferentes tendencias dentro del transhumanismo?

El elemento común de esta ideología es que tiene como objetivo final, tal y como hemos señalado anteriormente, transformar la condición humana mediante la interacción e implementación de biotecnologías que mejoren y aumenten las capacidades humanas, tanto a nivel físico como psicológico o intelectual.

No obstante, podemos destacar algunas de las corrientes distintivas del transhumanismo: el transhumanismo libertario, el transhumanismo demócrático, el tecnogaianismo, el ecomodernismo, el singularitaranismo, el dataismo, el posgenerismo, el inmortalismo, el extropianismo, el abolicionismo, el raelismo…

¿Cuáles serían a su juicio los principales «pros» de esta nueva ideología?

El principal «pro» del transhumanismo es que nos permite volver a pensar en qué consiste la condición humana, qué es en esencia el ser humano, cómo entendemos su evolución biocultural y tecnológica, el concepto de persona y de singularidad humana, y nuestra misión de custodios de la biosfera y de la creación.

Específicamente para los creyentes católicos al contrastar cristianismo y transhumanismo tenemos la oportunidad de estar de nuevo alerta sobre la tentación del «seréis como dioses» que permanentemente nos ofrece Satanás, el dios de este mundo (2 Corintios 4:4), y de este modo, volvernos a asombrar y a maravillar con el Plan de Dios, auténtico Soberano de este mundo y Rey del universo, que manifiesta su Amor verdadero y gratuito en sus actos de creación, redención y salvación del mundo y de la humanidad.

¿Y los principales «contras» del transhumanismo?

Que se basa en una antropología equivocada e inadecuada para el ser humano.

«Todo me es lícito, mas no todo conviene» (1 Corintios 10:23-26). Sinceramente creo que no todo aquello que la ciencia y las biotecnologías puedan hacer o podrán hacer en un futuro nos conviene o convendrá como personas o como especie humana.

La visión prometeica del transhumanismo, que nace de la muerte de Dios, es reduccionista respecto al ser humano. Su meta final, su objetivo último es la superación de lo humano basándose en la falsa promesa de un nuevo hombre transhumano o posthumano que se cree libre y elevado a un nivel de existencia superior e inmortal. El transhumano-posthumano se entroniza como el auténtico «Homo Deus». Ya sabemos que la superación de la humanidad por la figura ideológica del superhombre tiene raíces profundas en nuestra cultura, unas raíces que se fortalecen cada vez que en la historia intentamos «liberarnos» del legado de Jesús de Nazaret, es decir, de la humanidad nueva que, en cambio, se enraíza en su persona y en su resurrección.

¿Es decir que el transhumanismo quiere que dejemos de ser humanos?

En efecto, no quiere que vivamos en la plenitud que supone ser Hijos de Dios.

La singularidad transhumanista que pretende establecer inexorablemente el nuevo destino de la humanidad, ahonda en la perdida de todo sentido y nos identifica con la nada. La vida que nos presenta el transhumanismo es una vida reducida, a pesar de las promesas de longevidad indefinida y de inmortalidad cibernética, una vida que, por eso mismo, no vive de ninguna plenitud. El nuevo hombre -el transhumano-posthumano- desconoce que Aquel contra quien lucha, olvida y niega es el fundamento de su grandeza, ya que el hombre no es el mismo ni se perfecciona si no es por la Gracia.

¿En qué ejemplos de la vida cotidiana, vemos claramente ya la influencia del transhumanismo en la sociedad?

En la cultura de la mejora y del mejoramiento humano que se va extendiendo por nuestra sociedad hipermoderna. En las formas más extremas de la ideología de género relacionadas con el diseño biotecnológico humano. En las posiciones más radicales del aumento de capacidades físicas en el deporte, en la valoración extrema de la eficiencia lógico-racional que pronto será asumida por los robots autónomos inteligentes que tomarán decisiones humanas, en la creencia de que los algoritmos, el Big Data, el Internet de las cosas nos salvarán. En la construcción del humano plus (H+) en lugar de en un ser más humano (+H).

El transhumanismo propone básicamente tres superaciones: una relativa al alargamiento de la vida, otra relativa a la agilidad mental, y una última relativa a la eliminación del sufrimiento, ¿hasta qué punto es positivo y no es incompatible con la ley de Dios? En relación al alargamiento de la vida, lo que los transhumanistas denominan la Superlongevidad, debemos pensar si ello será un sueño o más bien una pesadilla. Por supuesto que el aumento de la esperanza de vida con calidad, cariño y cuidados es bueno. No obstante, longevidades de 100, 120, 130… años en soledad, con un grado de dependencia no correspondido con el amor de nuestros seres queridos, con agonías y sufrimientos no sublimados por el sentido y la esperanza cristiana de alcanzar el gozo de la vida eterna resultaran muy difíciles de sobrellevar. La tentación de la eutanasia y el derecho a decidir cuándo y cómo morir se generalizarán en nuestras sociedades envejecidas y con déficits graves en el Estado del Bienestar.

¿Y la agilidad mental?

Lo que los transhumanistas denominan la Superinteligencia. Esta ideología lleva al extremo un camino empezado hace mucho tiempo cuando el racionalismo hizo de la razón lógico-calculadora la única facultad digna de ser tomada en consideración. El ser humano reducido a esa forma reductiva de la razón pierde todo el sentido de lo que es el misterio. El transhumanismo propone alcanzar una razón que potencia al infinito su reducción de puro cálculo y toma como modelo de funcionamiento las supercomputadoras y la inteligencia artificial.

No obstante la persona es multidimensional. En el primer nivel, tenemos la inteligencia más básica, la inteligencia emocional, que está más relacionada con el cuerpo, los instintos y es acerca de sentir. El segundo nivel lo ocupa la inteligencia intelectual que está más relacionada con las actividades de la mente, lo cognitivo y es acerca de pensar. Finalmente, el tercer nivel lo ocupa la inteligencia espiritual que está más relacionada con el bienestar, con vivir una vida feliz con plenitud y es acerca del Ser.

El aumento de la inteligencia espiritual será esencial en las sociedades biotecnológicas emergentes para mantener la preeminencia de la inteligencia humana sobre la inteligencia artificial.

Finalmente, la eliminación del sufrimiento.

El tercer aspecto que propone el transhumanismo es la eliminación del dolor, del sufrimiento, mediante nuestra transformación biotecnológica. En definitiva, la creación de un mundo feliz centrado en el Superbienestar.

El filósofo transhumanista David Pearce, en efecto, plantea que abolir el sufrimiento sería el detonador de una nueva etapa en la evolución humana, y que esto es perfectamente posible con el apoyo de la medicina genética y el desarrollo de fármacos psicoactivos e inteligentes.

No obstante, todos tenemos constancia de que el mal, el sufrimiento – sobre todo el sufrimiento inocente- entra en la categoría del misterio, no tiene respuesta humana. Forma parte de este mundo y de la condición humana.

Ante el dolor y el sufrimiento, lo que verdaderamente vale más es el consuelo; y el consuelo se transmite mediante la presencia, la coparticipación en el de manera especialmente humana. Cuando uno sufre, lo que más se agradece es la presencia del otro que le transmite su calor humano. Eliminar el dolor, como propone el transhumanismo, es eliminar a la vez la presencia consoladora del otro y también el abrazo de Jesús que no rechazó el cáliz del dolor. Cristo no ha venido a explicar el sufrimiento ni a resolver el problema del mal: ha tomado el mal sobre sus espaldas para liberarnos de él.

Si el sistema de valores de la sociedad biotecnológica del futuro se basa en los principios del humanismo avanzado, continuaremos pensando que lo que de verdad importa es consolar y ayudar al que sufre y hacer felices a los demás.

Usted ha acuñado el concepto de humanismo avanzado con la intención de contraponerlo al transhumanismo, ¿Cómo lo definiría?

Ante los citados desafíos ideológicos y los retos impresionantes que nos plantea la convergencia de las biotecnologías y su interacción e integración en el ser humano y en el ambiente, efectivamente, he acuñado el concepto de humanismo avanzado, centrado en una antropología adecuada del ser humano para este siglo XXI, abierto a la Trascendencia, que evoluciona para ser, precisamente, más humano. Es una reformulación del humanismo en el que las biotecnologías emergentes estén al servicio de las personas y de la biosfera y no al revés, y en el que la ética, las humanidades y la espiritualidad, lideren el nuevo escenario del progreso científico- tecnológico.

El humanismo avanzado resulta muy estimulante.

Estoy convencido que con una mirada interdisciplinar, transversal y humanista de la ciencia y la ayuda de las tecnologías emergentes al servicio de las personas, podremos construir para el siglo XXI unas sociedades capacitadoras e incluyentes en la que se defiendan de forma activa los postulados del humanismo integrador y avanzado, es decir, la dignidad inherente a toda persona, la libertad del ser humano, su derecho a decidir, la defensa de su integridad física y moral, el respeto a su dimensión espiritual y su condición de Hijos de Dios, y la equidad entre todos los seres humanos. En definitiva, necesitamos organizar una sociedad que capacite a las mujeres y a los hombres de toda condición y edad para que puedan desarrollar su proyecto vital, alcanzar la felicidad, y ser, de este modo, personas singulares, mejores y diversas.

Necesitamos un sistema de valores humanistas revisado que configure una ética universal para ayudarnos a discernir en qué casos la interacción e integración de biotecnologías emergentes en nuestro cuerpo y mente para aumentar nuestras capacidades resulte moralmente correcta, y en que otros casos no.

Y los católicos tenemos un estimulante camino a recorrer. Necesitamos conectar el cerebro con el corazón.

Hay muy poca documentación eclesiástica a este respecto y por lo tanto pocas pautas sobre la moralidad y licitud de este movimiento

Efectivamente, tenemos pocos documentos eclesiásticos católicos de referencia. El pasado mes de noviembre del 2017, en el Vaticano, se reunieron en asamblea plenaria del Consejo Pontificio de la Cultura diferentes expertos dedicados a estudiar los temas que hemos ido tratando en esta entrevista bajo el título: «El futuro de la humanidad: nuevos retos a la antropología».

En la Asamblea Plenaria del citado Dicasterio se trataron, en primer lugar, el mapa del territorio y los modelos antropológicos fundamentales. En segundo lugar el rediseño de la naturaleza humana: Medicina y genética, en tercer lugar, el hombre, entre cerebro y alma: Neurociencias y finalmente, en cuarto lugar, en la sociedad de las maquinas pensantes: inteligencia artificial.

¿Y que dijeron?

Los frutos de las discusiones se recogerán y publicarán próximamente en la Revista del Dicasterio «Culturas y Fe».

Del discurso del Papa Francisco en la audiencia a los participantes a la citada Asamblea Plenaria, cabe destacar la siguiente idea final: «/…/ sigue siendo válido el principio de que no todo lo que es técnicamente posible o factible es, por lo tanto, éticamente aceptable. La ciencia, como cualquier otra actividad humana, sabe que tiene límites que se deben observar por el bien de la humanidad misma, y requiere un sentido de responsabilidad ética. La verdadera medida del progreso, como recordaba el beato Pablo VI, es lo que está dirigido al bien de cada hombre y de todo hombre»

Por lo tanto, es necesario obrar con mucha prudencia, ¿verdad?

Efectivamente, el principio de prudencia y el espíritu abierto y crítico resultan básicos ante los retos y desafíos planteados por los avances biotecnológicos aplicados al ser humano y a la biosfera. Deberemos estar atentos a la evolución de la ideología del transhumanismo a nivel global.

El famoso tema de la implantación del chip bajo pretexto de mejorar la salud, la conectividad, la seguridad… ¿puede ser una forma muy peligrosa de control de las personas?

Si, la implantación de un chip en nuestro cuerpo y mente, con efectos profundamente destructivos sobre nuestra privacidad, intimidad e interioridad, debe ponernos en alerta y abrir un riguroso y amplísimo debate trasversal que hasta ahora no se ha produciendo.

A nivel de la batalla espiritual que se está librando en estos últimos tiempos entre el bien y el mal, deberemos tener en cuenta las palabras de San Juan:

« Y la bestia hará que a todos, a pequeños y a grandes, a ricos y a pobres, a libres y a esclavos, les ponga una marca en la mano derecha o en la frente, y que nadie pueda comprar ni vender sino el que tenga la marca, es decir, el nombre de la bestia» (Ap 13:16).

Tratar de escapar del sistema del microchip en el Nuevo Orden Mundial biotecnológico implicará ser excluido del comercio, de los beneficios gubernamentales, del sistema de racionalización masiva de alimentos, del nuevo sistema financiero sin dinero físico, etc.

Por ello, creo necesario que los católicos reflexionemos profunda y rigurosamente sobre este sistema biopolitico y este modelo económico biotecnológico que puede acabar siendo dirigido por una sinarquía contraria radicalmente a los designios de Dios.

¿Hasta qué punto se podría considerar una rama dentro de la bioética o sería una ética totalmente aparte?

Estamos ante una ética distinta. Además de la bioética, necesitamos una tecnoética adecuada para afrontar a nivel mundial los retos de la convergencia de las tecnologías emergentes. Debemos capacitarnos desde una ética de la anticipación para ejercer con responsabilidad tecnológica la innovación aplicada al propio ser humano en la sociedad biotecnológica del siglo XXI. En esta línea, propongo trabajar en la elaboración internacional de una Declaración Universal de los Valores Humanos.

El supuesto de eliminación del sufrimiento sería el más controvertido, pues aparentemente, ¿no cree que se aproximaría más al budismo que al cristianismo?

Los logros del progreso científico-técnico son legítimos en lo que respecta a la mitigación del sufrimiento humano (consagrar nuestro conocimiento de la biología, y en especial de la genética a la erradicación de enfermedades, a la prolongación del bienestar y a su universalización…), así como a auspiciar ciertas capacidades humanas, siempre y cuando se posea certeza de que las intervenciones destinadas a este fin no comprometen otros bienes y valores, no se imponen coercitivamente y no implican riesgos mayores que los beneficios potenciales. Esta es la posición del cristianismo, siempre adoptando una actitud humilde ante el misterio de la vida, del sufrimiento y de la muerte.

Curiosamente, el budismo tibetano, a través del Dalai Lama, ha entrado en contacto con el Proyecto Avatar 2045 sobre inmortalidad cibernética impulsado por el millonario ruso Dmitry Itskov.

Alargar la vida en esta vida está bien, pero el hecho de desafiar a la muerte es entrar en un terreno muy peligroso, pues una inmortalidad humana en la tierra se opondría al plan de Dios (muerte, juicio, cielo, infierno).

Recientemente algunos transhumanistas afirman que vamos a asistir a «la muerte de la muerte». Dicen sin rubor que la muerte no es inevitable y que las religiones nacen del atávico miedo a la muerte. Hasta hace muy poco tiempo, señalan, ese miedo y ese deseo de supervivencia sólo encontraba consuelo en paradigmas religiosos. Sin embargo, el hecho incontrovertible de la muerte ya puede rebatirse- según estos autores- desde fundamentos científico-técnicos.

No obstante, el sentido de la muerte en la concepción católica es mucho más rica e integral. Dicha cosmovisión cristiana no se conforma con una simple inmortalidad cibernética sino que aspira, nada más y nada menos que a la resurrección del cuerpo-alma y a la vida eterna, contemplando y viviendo en el torrente inefable del Amor que es Dios.

¿Cuál sería la línea roja que no debemos traspasar desde el sano avance científico ya que significaría desafiar a Dios?

Tres de los riesgos existenciales más apremiantes para la humanidad son las pandemias, el cambio climático extremo y la guerra nuclear. Muchos expertos añaden a estos tres, el riesgo existencial que va a suponer en las próximas décadas la inteligencia artificial fuerte, es decir, aquella que se independizará del control humano hasta adquirir, incluso, consciencia de sí misma.

Desde mi punto de vista, la línea roja fundamental que las biotecnologías no deberían traspasar jamás, es la que pueda ir contra la dignidad humana y la libertad personal ambas constitutivas de la condición humana querida por Dios. La Ley natural nos ayuda en ese discernimiento y la fuerza del Espíritu Santo nos inspirará para hacer bien las cosas. No debemos tener miedo y actuar con cautela pero con esperanza.

Albert Cotrina (Abogado y Urbanista) español entrevistado para InfoCatólica. Coautor y coordinador, junto con el científico Miquel-Àngel Serra, de la trilogía de libros ¿Humanos o posthumanos? Singularidad tecnológica y mejoramiento humano (Fragmenta Editorial, 2015), Humanidad ∞. Desafíos éticos de las tecnologías emergentes (EIUNSA, 2016) y Singulares. Ética de las tecnologías emergentes en personas con diversidad funcional (EIUNSA, 2016). Autor del libro Humanismo avanzado para una sociedad biotecnológica (Ediciones Teconté, 2017).

¿Nuevo Orden Mundial?

Sé que manifestarse al público con la idea de que hay un complot mundial para establecer un nuevo orden mundial es controversial, a la mayoría de personas les parecerá propio de una teoría conspirativa, alarmista y hasta catastrofista, sin embargo después de estudiar los vínculos entre Julian Huxley y Francis Galton considerando el futuro distópico de un mundo feliz de Aldous Huxley, podría atreverme a decir que el estado mundial de Brave New World tiene a los mismos agentes de cambio que actualmente buscan el establecimiento de un nuevo orden mundial.

Tanto el Nuevo Orden Mundial (NOM) y el Estado Mundial (Fordiano) establecen una sociedad gobernada por una dictadura totalitarista mundial basándose en la eugenesia, el transhumanismo deshumanizante y la eliminación de sentimientos como el amor por medio de las tecnológicas.

La Información es Poder

En 1978 la UNESCO ya estudiaba establecer un Nuevo Orden Mundial de la Información: unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000034010_spa

En una publicación de 1968 por Louis Francois (PDF – The right to education; from proclamation to achievement, 1948-1968) para la división educacional de la ONU, la Organización Educacional, Científica y Cultural de Naciones Unidas (UNESCO), el autor se adentra en la necesidad de un sistema educacional mundial opuesto al antiguo, el cual reconoce la soberanía del estado-nación (página 18): “Estamos presenciando el establecimiento de un nuevo orden mundial basado en el sistema de las Naciones Unidas”, explica Francois.

Éste concibe el aumento de la población mundial como uno de los principales obstáculos a superar en la búsqueda de un sistema educacional global (página 25): “(…) no sólo está la población del mundo aumentando, también está creciendo más joven (…) Así que el primer obstáculo a ser superado por la educación es un tema de cantidad. El primer problema a ser resuelto por un ministerio de educación es el de la capacidad y enseñanza de estas multitudes cada vez más jóvenes”.

¿Sistema educacional global? ¿Será la Hipnopedia de Aldous Huxley?

Libros relacionados: 

A continuación dos libros reveladores relacionados con el Transhumanismo y  Un Mundo Feliz de Aldous Huxley.

Homo Deus

¿Quién es Yuval Noah Harari?

Es un ciudadano israelí que nació en el año 1976. Actualmente es profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Es un historiador que fue doctorado en la Universidad de Oxford en Inglaterra. A fecha (agosto del 2019) es escritor de tres reconocidas obras: Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad, Homo Deus: Una breve historia del mañana y 21 lecciones para el siglo XXI.

El autor de estos Bets Sellers es ateo y homosexual abiertamente. Antes de tener la fama mundial, como ya se ha mencionado, se desempeñó como profesor de Historia Medieval en la Universidad Hebrea de Jerusalén (HUJI). Vive con su esposo en un tipo de comunidad rural Israelí llamada Moshav a los alrededores de Jerusalén.  

Homo Deus: Una Breve Historia del Mañana

Homo Deus: A Brief History of Tomorrow, es el libro del doctor Yuval Noah Harari. Publicado por primera vez en el idioma hebreo en su país de origen: Israel, en el año 2015. Luego fue traducido al español en el año 2016 por la editorial Debate en España. El libro consta de 496 páginas y una de las portadas del libro que se han impreso figura; una huella digital de color verde donde sus líneas son circuitos computacionales

homo deus YNH
Portada del libro Homo Deus: Breve historia del mañana. Editorial DEBATE.

Para comprender mejor quien es YNH y lo que nos dice en su libro Homo Deus, observemos su discurso en TED de Julio del 2015 el cual se titula así: ¿Por qué los humanos gobiernan la Tierra? Al 2015 aún no se había traducido al español el libro de Homo Deus y no era un best seller.

¿Por qué los humanos gobiernan la Tierra?

«Los humanos controlan el planeta porque son los únicos animales que pueden cooperar flexiblemente y en masa. Todos los grandes logros de la historia de la humanidad, desde construir pirámides hasta viajar a la Luna, no se han basado en habilidades individuales sino en la capacidad de cooperar en masa de forma flexible. La cooperación no siempre ha sido para bien, por supuesto. Todas las cosas horribles que los humanos hemos hecho a lo largo de la historia, y hemos hecho algunas cosas verdaderamente horribles, todas esas cosas también se basaron en la cooperación a gran escala. Las prisiones son un sistema de cooperación; los mataderos son un sistema de cooperación; los campos de concentración son un sistema de cooperación. ¿cómo es que solo nosotros cooperamos así? La respuesta es nuestra imaginación. Podemos cooperar flexiblemente con infinidad de desconocidos porque solo nosotros de todos los animales del planeta, podemos crear y creer fábulas, historias de ficción. Y si todos creen en la misma fábula, entonces todos obedecen y siguen las mismas reglas, las mismas normas, los mismos valores. El resto de animales tiene su propio sistema de comunicación que solo describe la realidad. Sin embargo, nosotros usamos el lenguaje no solo para describir la realidad sino para crear nuevas realidades, realidades inventadas. Solo los humanos creemos esas historias, y así es como controlamos el mundo. Muchos sistemas legales del mundo se basan en los derechos humanos. Pero, ¿qué son los derechos humanos? Los derechos humanos, como dios y el cielo son simples historias inventadas. No son una realidad objetiva, no son un efecto biológico del Homo sapiens. Si abren a un humano y lo miran dentro, verán el corazón, riñones, neuronas, hormonas, ADN, pero no encontrarán ningún derecho. El único lugar donde encontrarán derechos es en las historias que hemos inventado y extendido por todas partes en los últimos siglos. Puede que sean historias muy positivas, muy buenas historias, pero siguen siendo fábulas que hemos inventado. Ocurre lo mismo en el ámbito de la política. Los agentes más importantes en la política moderna son los estados y los países. ¿Qué son los estados y los países? No son una realidad objetiva. Una montaña es una realidad objetiva. Pueden verla, tocarla, incluso olerla. Pero un país o un estado, como Israel, Irán, Francia o Alemania, no es más que una historia que hemos inventado y a la que nos hemos aferrado con fuerza. Lo mismo pasa con la economía. Los agentes más importantes en la economía mundial son las empresas y las corporaciones. Muchos de Uds. quizás trabajan para alguna corporación, como Google, Toyota o McDonald’s. ¿Qué son exactamente? Son lo que los abogados llaman ficciones jurídicas. Son historias inventadas y mantenidas por esos poderosos brujos a los que llamamos abogados. En conclusión, los humanos controlamos el mundo, porque vivimos en una realidad dual. El resto de animales vive en una realidad objetiva. Su realidad consiste en entidades objetivas, como ríos y árboles o leones y elefantes. Nosotros los humanos también vivimos en una realidad objetiva. En nuestro mundo también hay ríos y árboles y leones y elefantes. Pero con el paso del tiempo, hemos construido sobre esta realidad objetiva una segunda capa de realidad imaginaria, una realidad basada en entidades imaginarias, como países, dioses, dinero, corporaciones. Y lo más increíble es que a medida que se desarrollaba la historia, esta realidad inventada fue adquiriendo más y más poder, así que hoy las fuerzas más poderosas del mundo son esas entidades imaginarias.»

Finalmente, su discurso finaliza con las preguntas del conductor del programa TED:

Bruno Giussani: Tu nuevo libro Después de «Sapiens», escribiste otro, y ha salido en hebreo, pero aún no se ha traducido al… Yuval Noah Harari: Estoy con la traducción ahora mismo. BG: En el libro, si lo he entendido bien, argumentas que los descubrimientos que estamos viviendo ahora mismo no solo mejorarán nuestras vidas, con seguridad, sino que crearán, y cito textualmente, «…nuevas clases y luchas sociales igual que ocurrió en la revolución industrial». ¿Puedes aclararnos esto? YNH: Sí. En la revolución industrial vimos el nacimiento de una nueva clase; el proletariado urbano. Y mucha de la historia política y social de los últimos 200 años implicaba qué hacer con esta clase y los nuevos problemas y oportunidades. Ahora vemos el nacimiento de una nueva clase multitudinaria de gente inútil. A medida que las computadoras mejoran en más y más campos hay una clara posibilidad de que las computadoras nos superen en la mayoría de las tareas y los humanos sobraremos. Y entonces la gran pregunta política y económica del siglo XXI será «¿Para qué necesitamos a los humanos?» O al menos «¿Para qué necesitamos a tantos humanos? BG: ¿Está la respuesta en tu libro? YNH: De momento creo que lo mejor es tenerlos contentos con drogas y juegos de computadora… Pero esto no parece que sea un futuro muy atractivo. BG: Básicamente ¿lo que dices en el libro, y ahora, sobre el discurso de la evidencia de una desigualdad económica notoria, es que estamos más o menos al comienzo del proceso? YHN: Insisto, no es una profecía, hay que ver todas las posibilidades que tenemos delante. Una posibilidad es la creación de esta clase social ingente de gente inútil. Otra posibilidad es dividir a la humanidad en diferentes castas biológicas, ascendiendo a los ricos al nivel de dioses virtuales, y degradando a los pobres a este nivel de gente inútil. BG: Creo que habrá otra charla TED en un año o dos. Gracias por estar aquí. YNH: ¡Gracias!

Cooperación y Castas

Según lo que hemos leído de su conferencia en TED de Londres del 2015, podemos identificar que su discurso gira en torno a la cooperación humana, como YNH indica: la cooperación humana es la razón por la cual los seres humanos controlamos el planeta tierra y no los chimpancés son quienes controlan a los humanos y al mundo entero. Sustenta que los logros de la humanidad no se basan en las habilidades de cada individuo, de cada persona, sino en la capacidad que tenemos todas las personas de cooperar en conjunto, es decir, de cooperar masiva y flexiblemente como una gran colmena de abejas, pero envés de abejas, en un grandes asentamientos humanos, esta colmena de humanos es lo más parecido hoy a las ciudades inteligentes conectadas a la red de Internet. 

Es justamente esta idea de cooperación en masa es la que se conoce como “mente colmena” y la que se identifica claramente en Un Mundo Feliz de Aldous Huxley, en el capítulo X del libro podemos leer lo siguiente: «La industriosa colmena, como el director se complacía en llamarlo, se hallaba en plena fiebre de trabajo. Todo el mundo estaba atareado, todo se movía ordenadamente. ¡Zummm … ! La colmena zumbaba, atareada, alegremente.» Es en este capítulo donde se nos muestra la gran maquinaria que ha industrializado a los seres humanos como un producto más.  La gran, súper ordenada y cooperativa maquinaria tecnobiológica que produce humanos en serie, controlada por los Interventores Mundiales y sus súbditos que clasifican en castas biológicas a sus dos mil millones de habitantes, los más inteligentes en la clase más alta y los menos sabidos en las clases más bajas. Esta sociedad huxliana se quita el valor a los individuos, no se cree en el valor individual de cada persona y se sobre coloca, por encima de todo, a la sociedad como una sola, como un gran órgano, como un gran sistema, al conjunto de personas como un todo, un solo cuerpo con una mente y sus partes. Leamos de la obra cuando el Director Thomas pretende enviar a una isla a Bernard Marx por cuestionar el orden social de Un Mundo Feliz: “Cuanto mayores son los talentos de un hombre más grande es su poder de corromper a los demás. Y es mejor que sufra uno solo a que se corrompan muchos. Considere el caso desapasionadamente, Mr. Foster, y verá que no existe ofensa tan odiosa como la heterodoxia en el comportamiento. El asesino sólo mata al individuo, y, al fin y al cabo, ¿qué es un individuo? —Con un amplio ademán señaló las hileras de microscopios, los tubos de ensayo, las incubadoras—. Podemos fabricar otro nuevo con la mayor facilidad; tantos como queramos. La heterodoxia amenaza algo mucho más importante que la vida de un individuo; amenaza a la propia Sociedad. Sí, a la propia Sociedad —repitió—. Pero, aquí viene.”

Por lo tanto, la posibilidad de dividir a la sociedad del futuro en castas biológicas no es un cuento de ciencia ficción como pretenden señalar los escépticos, detractores y críticos destructivos de Un Mundo Feliz. Aunque, en realidad en este mundo feliz no hay pobreza, la pobreza ha sido eliminada de las diez zonas civilizadas, la divisa del Estado Mundial tiene en su lema la palabra “Estabilidad” y no podría haber estabilidad en la comunidad con pobreza, guerras o religiones. La pobreza está presente en las Reservas de Salvajez donde vive la gente a la que se le considera “pre moderna”, quiero decir, gente que vive como hoy en día lo hacemos nosotros, como usted y yo; que no somos de una clase económicamente alta, que en su ciudad hay conflictos sociales, donde incluso, se reclama la intervención de las fuerzas armadas y donde la mayoría de sus habitantes es fiel a la fe católica o cristiana.

Para el establecimiento de Un Mundo Feliz aconteció un largo periodo de nueve años de guerra o la guerra de los nueve años. YNH nos indica que los ricos podrían ascender a nivel de dioses virtuales y que la gente pobre se degradaría a un nivel de gente inútil, inservible. Como bien sabemos, en el mundo de huxley no hay diferencias económicas, las castas sociales no se diferencia por quien tiene más dinero o bienes muebles e inmuebles.  Las castas sociales se diferencian por la condición genética, ya que los individuos son predestinados a una casta social específica desde su fecundación in vitro y son ensamblados en una cadena de montaje biológica, se desarrollan en un útero artificial, son educados por el Estado mediante la hipnopedia y manipulados por el resto de sus vidas para nunca cuestionarse su entorno y de esta manera desarrollar una pertenencia fuerte a una clase social de las cincos preexistentes. A más alta la clase, estos seres son más altos, más inteligentes, más bellos física y estéticamente, tienen los mejores puestos laborales y es posible que vivan en los mejores lugares de la comunidad. Mientras más baja la clase, estos seres son más bajos, más ignorantes, más tontos, más feos física y estéticamente, no tienen los mejores puestos laborales y es posible que vivan no en los mejores lugares a comparación de la clase alta, pero, no viven tampoco como la salvajez de las reservas electrificadas. Entonces es oportuno preguntarse, ¿la guerra de los nueve años se iniciará antes o después de que los ricos de hoy sean como dioses virtuales y los pobres sean gente inútil, inservible?, ¿Quiénes iniciarían la guerra, la gente inútil o los dioses virtuales? Probablemente los ricos, estos dioses virtuales, hoy hay filántropos y magnates muy conocidos que representan a organizaciones internacionales, que muestra su preocupación por la sobrepoblación mundial y el calentamiento global, sobre todo, de los índices de pobreza y enfermedad en los países que denominan el tercer mundo, ¿Qué harán los ricos con los pobres cuando ya no les sean útiles y que encima se multiplican incontrolablemente amenazando la estabilidad del planeta? Pues el capítulo tres de la obra nos dice esto: “La Guerra de los Nueve Años, el gran Colapso Económico. Había que elegir entre Dominio Mundial o destrucción. Entre estabilidad y …” Como dice YNH “De momento creo que lo mejor es tenerlos contentos con drogas y juegos de computadora… Pero esto no parece que sea un futuro muy atractivo.” Si mantenemos a esta clase inútil de gente con drogas y vídeo juegos es probable que se idioticen y violente, por lo que la clase rica y poderosa vivirá en su mundo feliz virtual mientras las clases pobres sobre todo la del tercer mundo vivirá en una idiocracia y de vivir en un mundo de idiotas tercer mundistas sumergidos en vídeo juegos y drogas, probablemente, con el pasar el tiempo, esta clase inútil pasará a una reserva de salvajez electrificada y amurallada para que se extingan, ¿acción realizada por quienes? por la élite que no este idiotizada.

Efectivamente, en una colmena de abejas, hormigas o termitas, cada individuo, es decir, cada insecto, cada abeja, cada hormiga o cada termita no tienen ningún valor individual, el valor está en el conjunto, en la colmena, en la colonia, en la comunidad. Si alguno de estos insectos muere es reemplazado por otro y fin del asunto, la colmena sigue funcionando, la comunidad de abejas, hormigas y termitas no se va a detener porque ha fenecido un minúsculo individuo, un pequeño insecto. De la misma manera funciona en el mundo de Huxley, la sociedad de un mundo feliz no se va a detener por el fallecimiento de uno de sus habitantes, los individuos incluso siguen siendo útiles después de su muerte con la recuperación del fósforo de sus cuerpos; que son quemados en los grandes crematorios. Si bien es cierto la sociedad de un mundo feliz garantiza que los índices de mortalidad sean nulos, sin embargo, tal como se relata en el libro, si ocurre un terremoto (o cualquier otro desastre natural) y mueren cinco mil personas estos pueden ser reemplazados casi inmediatamente porque solo son piezas de la gran maquinaria. La gran maquinaria de un mundo feliz puede producir/fabricar nuevos seres humanos en masa, de diferentes calidades (altas, medias o bajas) según la cantidad de personas para un determinada casta social que se requiera, todos son útiles, no obstante estos seres útiles tienen fecha de caducidad: la muerte, no pueden funcionar para siempre, inexorablemente dejan de funcionar y son reemplazados inmediatamente.

La cooperación humana que funciona como una mente colmena también nos dirige a un pensamiento único, como podemos ver en el mundo de huxley, todos son educados por el sistema de condicionamiento mediante el sueño, es decir, por la hipnopedia, la cual genera un pensamiento único a sus habitantes según sea su casta social. La hipnopedia es descrita como la mayor fuerza socializadora y moralizadora de todos los tiempos. El sistema de este mundo feliz funciona con un único pensamiento, el pensamiento de la divisa del Estado Mundial “Comunidad, Identidad y Estabilidad”, todo se basa, funciona y se dirige en torno a este pensamiento único. El pensamiento único es creado, dirigido y controlado por la clase alta, es decir por los Alfas, los más poderosos, inteligentes y bellos, son los que realmente tienen consciencia de su entorno y podrían fácilmente cuestionar el orden social pero también han sido condicionados a no cuestionar la naturaleza de su realidad a pesar de que tengan pensamientos indebidos (para este último caso está el SOMA). Por otro lado, las clases más bajas, como los Epsilones, no han sido condicionados con voluntad propia, han sido diseñados para cumplir una función técnica o servicial. No tiene voluntad para cuestionar el orden social o para mejorar el sistema de trabajo en el que se desempeñan, solo cumplen la función de sus especificaciones técnicas. En otras palabras, la mente son los Alfas, como la reina de una colmena, mientras que Betas, Gammas, Deltas y Épsilon son las otras castas inferiores, son por ejemplo los obreros al servicio de la reina: los Alfas. Aunque tanto Alfas como Épsilon veneran a Ford como si se tratase de una divinidad.

Breve Historia del Mañana

Centrándonos exclusivamente en el contenido del libro podemos leer la siguiente introducción en sus primeras páginas:

La guerra es algo obsoleto. Es más probable quitarse la vida que morir en un conflicto bélico.

La hambruna está desapareciendo. Es más habitual sufrir obesidad que pasar hambre.

La muerte es solo un problema técnico. Adiós igualdad. Hola Inmortalidad.

Cuando tu smartphone te conozca mejor de lo que te conoces a ti mismo, ¿seguirás escogiendo tu trabajo, a tu pareja y a tu presidente?

Cuando la inteligencia artificial nos desmarque del mercado laboral, ¿encontraran los millones de desempleados algún tipo de significados en las drogas o los juegos virtuales?

Cuando los cuerpos y cerebros sean productos de diseño, ¿cederá la selecciona natural el paso al diseño inteligente?

Este es el futuro de la evolución. Esto es Homo Deus.

Sobre la Introducción

Sin duda, ese el futuro de un mundo feliz, en el mundo huxliano no hay guerras, ni conflictos sociales y mucho menos delincuencia callejera. No hay pobreza, por lo tanto, no hay hambruna, en la adaptación del libro a una serie de televisión en 1980 emitido por la BBC, se puede observar que la comida está a tan solo el accionar de un botón, con mucha facilidad, los llaman “los botones de sabores artificiales” que corresponden a una máquina que brinda hamburguesas instantáneas o imitación de papa (como una máquina dispensadora). Presionando un botón se puede cambiar el tipo de alimentos pasando de hot dogs a postres dulces, se puede obtener toda la cantidad que se quiera y pudiendo desecharlas, incluso, sin haber consumido nada. En este sentido, abundan los alimentos imitativos y artificiales. Hoy perfectamente. estos alimentos del futuro son los alimentos genéticamente modificados o conocidos como alimentos transgénicos. Respecto a la muerte si bien es cierto en un mundo feliz no existe la inmortalidad, si existe la juventud prolongada, casi perfecta, se mantienen jóvenes hasta los setenta años.

Veamos las partes más reveladoras de cada capítulo del libro:

1. La Nueva Agenda Humana

«La hambruna, la peste y la guerra coparon siempre los primeros puestos de la lista. Generación tras generación, los seres humanos rezaron a todos los dioses, ángeles y santos, e inventaron innumerables utensilios, instituciones y sistemas sociales… pero siguieron muriendo por millones a casa del hambre, las epidemias y la violencia. Muchos pensadores y profetas concluyeron que la hambruna, la peste y la guerra debían de ser una parte integral del plan cósmico de Dios o de nuestra naturaleza imperfecta, y que nada excepto el final de los tiempos nos libraría de ellas. La mayoría de la gente rara vez piensan en ello, pero en las últimas décadas hemos conseguido controlar la hambruna, la peste y la guerra. No necesitamos rezar a ningún dios ni a ningún santo para que nos salve de ellos. Sabemos muy bien lo que es necesario hacer para impedir el hambre, la peste y la guerra…, y generalmente lo hacemos con éxito. Por primera vez en la historia, hoy en día mueren más personas por comer demasiado que por comer demasiado poco, más por vejez que por una enfermedad infecciosa, y más por suicidio que por asesinato a manos de soldados, terroristas y criminales. A principios del siglo XXI, el humano medio tiene más probabilidades de morir de un atracón en un McDonal’s que a consecuencia de una sequía, el ébola o un ataque de al-Qaeda. Si en verdad estamos poniendo bajo control el hambre, la peste y la guerra, ¿Qué será lo que los reemplace en los primeros puestos de la agenda humana? Como bomberos en un mundo sin fuego, en el siglo XXI la humanidad necesita plantearse una pregunta sin precedentes: ¿Qué vamos a hacer con nosotros? En un mundo saludable, próspero y armonioso, ¿Qué exigirá nuestra atención y nuestro ingenio? Esta pregunta se torna doblemente urgente dados los inmensos nuevos poderes que la biotecnología y la tecnología de la información nos proporciona. ¿Qué haremos con todo ese poder?»

Sobre la Nueva Agenda Humana

Podemos leer que YNH considera que los dioses, los santos y los ángeles son un invento que hemos realizado los seres humanos, sin embargo, plantea que ahora; como si podemos controlar el hambre, las pestes y las guerras ya no necesitamos rezarle a ningún dios, santos o ángeles para que nos ayuden porque somos nosotros quienes podemos hacernos cargo, los seres humanos somos capaces de ayudarnos a nosotros mismos sin intervención divina. Con este planteamiento ateo, sin duda alguna, nos dirigimos a un mundo feliz donde, por ejemplo, la biblia es un libro más y está prohibido a todo el mundo salvo a los dirigentes, el libro de la biblia ya no se considera sagrado, además el libro solo está en manos de los Interventores Mundiales, lo que quiero decir, en manos de los Dictadores Mundiales, son ellos quienes tienen en resguardo el libro en una especie de caja fuerte que llaman arca. Así mismo todas las religiones tradicionales han desaparecido, la nueva religión es Ford. Leamos este pequeño fragmento sobre cómo se considera al Dios de nuestros tiempos (al menos al Dios de los católicos y cristianos) en este futuro distópico: « —Entonces, ¿usted cree que Dios no existe? —preguntó el Salvaje. —No, yo creo que probablemente existe un dios. —Entonces, ¿por qué … ? Mustafá Mond le interrumpió. —Pero un dios que se manifiesta de manera diferente a hombres diferentes. En los tiempos premodernos se manifestó como el ser descrito en estos libros. Actualmente… —¿Cómo se manifiesta actualmente? —preguntó el Salvaje. —Bueno, se manifiesta como una ausencia; como si no existiera en absoluto. —Esto es culpa de ustedes. —Llámelo culpa de la civilización. Dios no es compatible con el maquinismo, la medicina científica y la felicidad universal. Es preciso elegir. Nuestra civilización ha elegido el maquinismo, la medicina y la felicidad. Por esto tengo que guardar estos libros encerrados en el arca de seguridad. Resultan indecentes. La gente quedaría asqueada.»

En la siguiente sección YNH nos habla de la considerable reducción de la pobreza y del hambre que se ha logrado desde civilizaciones como Egipto hasta la época actual:

El Umbral Biológico de Pobreza

«Probablemente, la mayoría de los lectores saben cómo se siente uno cuando no almuerza, cuando no ayuna en alguna fiesta religiosa o cuando subsiste unos días con batidos de hortalizas como parte de una nueva dieta milagrosas. Pero ¿Cómo se siente uno cuando no ha comido durante días y días y no tiene idea de cuando conseguirá el siguiente bocado? En la actualidad, la mayor parte de la gente nunca ha vivido este tormento insoportable. Nuestros antepasados, ¡ay!, lo conocieron demasiado bien. Cuando pedían a Dios: ¡Líbranos del hambre!, esto era en lo que pensaban.»

«En la mayor parte del planeta, aunque una persona pierda el trabajo y todas sus posesiones, es improbable que muera de hambre. Seguros privados, entiendas gubernamentales y ONG internacionales quizá no la rescaten de la pobreza, pero le proporcionaran suficientes calorías diarias para que sobreviva. En el plano colectivo, la red de comercio global transforma sequias e inundaciones en oportunidades de negocio, y hace posible superar de manera rápida y barata la escasez de alimentos. Incluso cuando guerras, terremotos o tsunamis devastan países enteros, los esfuerzos internacionales suelen impedir con éxito las hambrunas. Aunque centenares de millones de personas siguen pasando hambre casi a diario, en la mayoría de los países poca gente muere en realidad de hambre.»

«De hecho, actualmente, en la mayoría de los países, comer en exceso se ha convertido en un problema mucho peor que el hambre. En 2014, más de 2100 millones de personas tenían sobrepeso, frente a los 850 millones que padecían desnutrición. Se espera que la mitad de la humanidad sea obesa en 2030. En 2010, la suma de las hambrunas y la desnutrición mato alrededor de un millón de personas, mientras que la obesidad mato a tres millones.»

Sobre El Umbral Biológico de Pobreza

En Un Mundo Feliz, el problema del hambre ha sido superado. En primer lugar, porque la población mundial no supera los dos mil millones de habitantes, en segundo lugar porque el crecimiento demográfico no depende directamente de las parejas que desean tener hijos o de las familias que desean seguir creciendo sin ninguna planificación de por medio, el control demográfico de la población mundial está a cargo de los Centros de Incubación y Condicionamiento, que son organismos del Estado Mundial, en el cual se producen a los seres humanos según la cantidad y calidad que se requiera en una determinada área geográfica y en tercer lugar, porque los alimentos abundan, sobre todo, los alimentos artificiales o transgénicos.

Ejércitos Invisibles

«Después del hambre, el segundo gran enemigo de la humanidad fueron las pestes y las enfermedades infecciosas.»

«El más famoso de estos brotes epidémicos, la llamada Peste Negra, se inició en la década de 1130 en algún lugar de Asia oriental o central, cuando la bacteria Yersinia Pestis, que habitaba en las pulgas, empezó a infectar a los humanos a los que estas picaban. Desde allí, montada en un ejército de ratas y pulgas, la peste se extendió rápidamente por toda Asia, Europa y el norte de África, y tardo menos de veinte años en alcanzar las costas del océano Atlántico. Murieron entre 75 y 200 millones de personas, más de la cuarta población de Eurasia. En Inglaterra perecieron cuatro de cada diez personas, y la población se redujo desde un máximo previo de 3,7 millones de habitantes hasta un mínimo posterior de 2,2 millones. La ciudad de Florencia perdió 50 000 de sus 100 000 habitantes.»

The_Triumph_of_Death_by_Pieter_Bruegel_the_Elder
El Triunfo de la Muerte por Pieter Brueghel el Viejo (1562)

«Las autoridades se vieron impotentes ante la calamidad. Excepto por la organización de oraciones masivas y procesiones, no tenían idea de cómo detener la expansión de la epidemia, y mucho menos de cómo curarla. Hasta la era moderna, los humanos achacaban las enfermedades al mal aire, a los demonios malévolos y adiós enfurecidos, y no sospechaban de la existencia de bacteria ni virus. La gente creía fácilmente en ángeles y hadas, pero n o podían imaginar que una minúscula pulga o una simple gota de agua pudieran contener todo un ejército de mortíferos depredadores.»

«Las epidemias continuaron matando a decenas de millones de personas hasta bien entrado el siglo XX. Hasta principios del siglo XX, alrededor de un tercio de la población moría antes de llegar a la edad adulta debido a una combinación de desnutrición y enfermedad. Durante el último siglo, la humanidad se hizo más vulnerable todavía a las epidemias debido a la coincidencia en el tiempo de un crecimiento demográfico y la mejora de los medios de transportes.” Sin embargo, tanto la incidencia como el impacto de las epidemias se han reducido espectacularmente en las últimas décadas. En particular, la mortalidad infantil global es la más baja de todas las épocas: menos del 5 por ciento de los niños mueren antes de llegar a la edad adulta. En el mundo desarrollado, la tasa es inferior al 1 por ciento. Este milagro se debe a los progresos sin precedentes de la medicina del siglo XX, que no has proporcionado vacunas, antibióticos, mejoras en la higiene y una infraestructura médica mucho mejor.»

«Por ejemplo, una campaña global de vacunación contra la viruela obtuvo un éxito tan grande que en 1979 la Organización Mundial de la Salud declaro que la humanidad había ganado y que la viruela se había erradicado por completo. Era la primera epidemia que los humanos conseguían eliminar de la faz de la Tierra. Era la primera epidemia que los humanos conseguían eliminar de la faz de la Tierra. En 1967, la viruela infectaba todavía a 15 millones de personas y mataba a dos millones, pero en 2014 ni una sola persona estaba infectada ni murió de esa enfermedad. La victoria ha sido tan completa que en la actualidad la OMS ha dejado de vacunar a los humanos contra la viruela.»

«A pesar del horrendo diezmo que el sida se ha cobrado y de los millones que todos los años mueren debido a enfermedades infecciones arraigas como la malaria, las epidemias constituyen hoy una amenaza mucho menor para la salud humana que en los milenios anteriores. La inmensa mayoría de las personas mueren a consecuencia de enfermedades no infecciosas, como el cáncer y las cardiopatías, o simplemente a causa de la vejez. (Incidentalmente, el cáncer y las dolencias cardiacas no son, desde luego, enfermedades nuevas: se remontan a la antigüedad. Sin embargo, en épocas anteriores pocas personas vivían el tiempo suficiente para morir de ellas»

«Muchos temen que esta sea solo una victoria temporal y que algún primo desconocido de la Peste Negra este aguardando a la vuelta de la esquina. Nadie puede garantizar que las pestes no reaparezcan, pero hay buenas razones para pensar en que la carrera armamentística entre los médicos y gérmenes, los médicos corren más deprisa. Nuevas enfermedades infecciosas aparecen principalmente como resultado de mutaciones aleatorias en el genoma de los patógenos. Dichas mutaciones permiten que los patógenos pasen de los animales a los humanos, que venzan al sistema inmune humano o que se hagan resistentes a medicamentos tales como los antibióticos. En la actualidad, probable que estas mutaciones se produzcan y se diseminen más rápidamente que en el pasado, debido al impacto humano en el ambiente. Sin embargo, en la carrera contra la medicina, los patógenos dependen en último término de la ciega mano de la fortuna.»

«En consecuencia, aunque en el 2050 nos enfrentaremos sin duda a gérmenes que serán más resilientes que los de 2016, es muy probable que la medicina se ocupe de ellos de manera más eficiente que en la actualidad. Los médicos científicos también están desarrollando nuevos tratamientos revolucionarios, que funcionan de una manera radicalmente diferente a la de cualquier medicamento previo. Por ejemplo, algunos laboratorios de investigación son ya el hogar de nanorrobots, que un día podrán navegar por nuestro torrente sanguíneo, identificar enfermedades, y matar patógenos y células cancerosas. Aunque los microorganismos tengan cuatro mil millones de años de experiencia acumulada en la lucha contra enemigos orgánicos, su experiencia en la lucha contra depredadores biónicos es absolutamente nula, por lo que encontrarían doblemente difícil generar por evolución defensas efectivas.»

«La humanidad tiene el conocimiento y las herramientas necesarias para impedir las pestes, y que si, a pesar de ello, una epidemia escapa a nuestro control, se debe más a la incompetencia humana que a la ira divina. Las mismas herramientas que permiten a los médicos identificar y curar rápidamente nuevas enfermedades también pueden capacitar a ejércitos y a terroristas para dar lugar a enfermedades incluso más terribles y gérmenes patógenos catastróficos. Por lo tanto, es probable que en el futuro haya epidemias importantes que continúen poniendo en peligro a la humanidad, pero solo si la propia humanidad las crea, al servicio de alguna ideología despiadada. Es probable que la época en la que la humanidad se hallaba indefensa ante las epidemias naturales haya terminado. Pero podríamos llegar a echarla en falta.»

Sobre Ejércitos Invisibles

En el caso de un mundo feliz las enfermedades infecciones son inexistentes en la población. Prácticamente no hay médicos que se dediquen a atender como en hoy en día las diversas enfermedades infecciosas. Estas enfermedades son exclusivas de la gente salvaje que está aislada del mundo civilizado, leamos el siguiente pasaje del capítulo VI del libro: «Unos sesenta mil indios y mestizos…, absolutamente salvajes… Nuestros inspectores los visitan de vez en cuando… aparte de esto, ninguna comunicación con el mundo civilizado… conservan todavía sus repugnantes hábitos y costumbres… matrimonio, suponiendo que ustedes sepan a qué me refiero; familias… nada de condicionamiento… monstruosas supersticiones… Cristianismo, totemismos y adoración de los antepasados… lenguas muertas, como el zuñí, el español y el atabascano… pumas, puerco—espines y otros animales feroces… enfermedades infecciosas… sacerdotes… lagartos venenosos…»

Otro pasaje nos indica que las enfermedades infecciosas son escasas, y que hay algunos médicos que podrían atender estos padecimientos, sin embargo, de presentarse brotes no se deberían a una epidemia, sino más bien a las malas prácticas de higiene de los habitantes de un mundo feliz: «¿No estarás enferma? —preguntó, un tanto preocupado, temiendo que Lenina sufriera alguna de las escasas enfermedades infecciosas que aún subsistían. Por tercera vez Lenina negó con la cabeza. —De todos modos, deberías ir a ver al médico —dijo Henry—. Una visita al doctor libra de todo dolor —agregó, cordialmente, acompañando el dicho hipnopédico con una palmada en el hombro—.»

Quebrantando la Ley de la Selva

«Durante la segunda mitad del siglo XX, finalmente se quebrantó esta ley de la selva, si acaso no se revocó. En la mayoría de las regiones, las guerras se volvieron más infrecuentes que nunca. En 2012 murieron en todo el mundo unos 56 millones de personas, 620 000 a consecuencia de la violencia humana (la guerra acabo con la vida de 120 000 personas, y el crimen, con la de otras 500 000). En cambio, 800 000 se suicidaron y 1,5 millones murieron de diabetes. El azúcar es ahora más peligroso que la pólvora.»  

«Las armas nucleares han transformado la guerra entre superpoderes en un acto demente de suicidio colectivo, y por lo tanto han obligado a las naciones más poderosas de la Tierra a encontrar vías alternativas y pacificas para resolver conflictos. Hoy en día, la principal fuente de riqueza es el conocimiento. Y aunque se pueden conquistar campos petrolíferos por medio de la guerra, no es posible adquirir el conocimiento de esta manera.»

«En consecuencia, la palabra paz ha adquirido un nuevo significado. Generaciones previas pensaban en la paz como la ausencia temporal de guerra. Hoy en día pensamos en la paz como inverosimilitud de guerra. Desde luego, no hay ninguna garantía de que la Nueva Paz perviva indefinidamente. De la misma manera que, en un inicio, las armas nucleares hicieron posible la Nueva Paz, logros tecnológicos futuros podrían preparar el camino para nuevos tipos de guerra. En particular, la cibercontienda puede desestabilizar el mundo al proporcionar incluso a países pequeños y a actores no estatales la capacidad de luchar eficazmente contra superpotencias. Las bombas lógicas son códigos de programación maliciosos que se insertan en tiempo de paz y se operan a distancia: es muy probable que las redes que controlan instalaciones de infraestructura vitales en Estados Unidos y en muchos otros países ya estén llenos de tales códigos»

«A lo largo de los últimos setenta años, la humanidad ha quebrantado no solo la ley de la selva, sino también la ley de Chéjov. Es sabido que Antón Chejov dijo que una pistola que aparezca en el primer acto de una obra teatral será disparada inevitablemente en el tercero. A lo largo de la historia, si reyes y emperadores adquirían algún arma nueva, tarde o temprano se veían tentados a usarla. Sin embargo, desde 1945, la humanidad ha aprendido a resistir esa tentación. La pistola que apareció en el primer acto de la Guerra Fría nunca se disparó. En la actualidad estamos acostumbrados a vivir en un mundo lleno de bombas y misiles que no se han lanzado, y nos hemos convertido en expertos en quebrantar tanto la ley de la selva como la ley de Chéjov. Si estas leyes vuelven a alcanzarnos, será por nuestra culpa, no debido a nuestro destino inevitable.»

«Por lo general, los terroristas no tienen la fuerza necesaria para derrotar a un ejército, ocupar un país o destruir ciudades enteras. Para el norteamericano o el europeo medio, la Coca-Cola supone una amenaza mucho más letal que al-Qaeda»

«El hambre, la peste y la guerra probablemente continuaran cobrándose millones de víctimas en las próximas décadas. Sin embargo, ya no son tragedias inevitables fuera de la compresión y el control de una humanidad indefensa. El mensaje no es que el hambre, la peste y la guerra hayan desaparecido de la faz de la Tierra y que debamos dejar de preocuparnos por ellas. Es exactamente el contrario. A lo largo de la historia, la gente considero que estos problemas eran irresolubles, de modo que no tenía sentido intentar ponerles fin. La gente rezaba a Dios pidiendo milagros, pero no intentaba seriamente exterminar el hambre, la peste y la guerra. Si la gente continúa padeciendo hambre, peste y guerra, no podemos culpar a la naturaleza o a Dios. Está en nuestras manos hacer que las cosas mejoren, y reducir aún más la incidencia del sufrimiento.»

Sobre Quebrantando la Ley de la Selva

Hasta este punto, en un mundo feliz, ya he advertido que antes del establecimiento completo del Estado Mundial, se suscitó una guerra llamada la guerra de los nueve años, se nos especifica que después de esta última guerra, supongo, de talla mundial, ya nadie más pensó en la guerra como un medio para resolver los conflictos internacionales y fueron capaces de aceptar cualquier cosa con tal de estar paz. Leamos el siguiente pasaje del capítulo XVI del libro: «La gente seguía hablando de la verdad y la belleza como si fueran los bienes supremos. Hasta que llegó la Guerra de los Nueve Años. Esto les hizo cambiar de estribillo. ¿De qué sirven la verdad, la belleza o el conocimiento cuando las bombas de ántrax llueven del cielo? Después de la Guerra de los Nueve Años se empezó a poner coto a la ciencia. A la sazón, la gente ya estaba dispuesta hasta a que pusieran coto y regularan sus apetitos. Cualquier cosa con tal de tener paz. Y desde entonces no ha cesado el control. La verdad ha salido perjudicada, desde luego. Pero no la felicidad. Las cosas hay que pagarlas. La felicidad tenía su precio. Y usted tendrá que pagarlo, Mr. Watson; tendrá que pagar porque le interesaba demasiado la belleza. A mí me interesaba demasiado la verdad; y tuve que pagar también.»

También tenemos el pasaje del capítulo XVII donde se habla de la ausencia de guerra: «Donde hay guerras, donde hay una dualidad de lealtades, donde hay tentaciones que resistir, objetos de amor por los cuales luchar o que defender, allá, es evidente, la nobleza y el heroísmo tienen algún sentido. Pero actualmente no hay guerras. Se toman todas las precauciones posibles para evitar que cualquiera pueda amar demasiado a otra persona. No existe la posibilidad de elegir entre dos lealtades o fidelidades; todos están condicionados de modo que no pueden hacer otra cosa más que lo que deben hacer. Y lo que uno debe hacer resulta tan agradable, se permite el libre juego de tantos impulsos naturales, que realmente no existen tentaciones que uno deba resistir. Y si alguna vez, por algún desafortunado azar, ocurriera algo desagradable, bueno, siempre hay el soma, que puede ofrecernos unas vacaciones de la realidad. Y siempre hay el soma para calmar nuestra ira, para reconciliarnos con nuestros enemigos, para hacernos pacientes y sufridos.»

En este punto importantísimo, después de hablarnos de la hambruna, las pestes y las guerras, YNH nos explica cuáles serán los nuevos retos que sustituyen a los retos antiguos: hambruna, pestes y guerras. Su planteamiento es revelador porque nos conecta directamente con un mundo feliz.

Agenda Humana del Siglo XXI

«No obstante, valorar la magnitud de nuestros logros conlleva otro mensaje: la historia no tolera un vacío. Si la incidencia del hambre, la peste y la guerra se está reduciendo, algo acabará ocupando su lugar en la agenda humana. Será mejor que pensemos muy detenidamente qué es lo que será. Si no lo hacemos, podríamos obtener una victoria completa en los antiguos campos de batalla solo para ser sorprendidos desprevenidos en frentes totalmente nuevos. ¿Cuáles son los proyectos que sustituirán al hambre, la peste y la guerra en los primeros puestos de la agenda humana en el siglo XXI?»

«Un proyecto central será proteger a la humanidad y el planeta en su conjunto de los peligros inherentes a nuestro propio poder. Hemos conseguido poner bajo nuestro control el hambre, la peste y la guerra gracias en gran parte a nuestro fenomenal crecimiento económico, que nos proporciona comida, medicina, energía y materias primas en abundancia. Pero este mismo crecimiento desestabiliza el equilibrio ecológico del planeta de muchísimas maneras, que solo hemos empezado a explorar.»

«La humanidad ha tardado en reconocer este peligro, y hasta ahora ha hecho muy poco al respecto. A pesar de toda la cháchara sobre contaminación, calentamiento global y cambio climático, la mayoría de los países no han hecho todavía ningún sacrificio económico o político serio para mejorar la situación. Cuando llega el momento de elegir entre crecimiento económico y estabilidad ecológica, políticos, directores de empresas y votantes casi siempre prefieren el crecimiento. En el siglo XXI vamos a tener que hacerlo mejor si queremos evitar la catástrofe.»

«¿Por qué otra cosa tendrá que luchar la humanidad? ¿Nos contentaremos simplemente con contar las cosas buenas que tenemos; mantener a raya el hambre, la peste y la guerra, y proteger el equilibrio ecológico? Este podría ser realmente el curso de acción más sensato, pero es improbable que la humanidad lo siga. Los humanos rara vez se sienten satisfechos con lo que ya tienen. La reacción más común de la mente humana ante los logros no es la satisfacción, sino el anhelo de más. Los humanos están siempre al acecho de algo mejor, mayor, más apetitoso. Cuando la humanidad posea poderes nuevos y enormes, y cuando la amenaza del hambre, la peste y la guerra desaparezca al fin, ¿qué haremos con nosotros? ¿Qué harán durante todo el día científicos, inversores, banqueros y presidentes? ¿Escribir poesía?»

«El éxito genera ambición, y nuestros logros recientes impulsan ahora a la humanidad hacia objetivos todavía más audaces. Después de haber conseguido niveles sin precedentes de prosperidad, salud y armonía, y dados nuestros antecedentes y nuestros valores actuales, es probable que los próximos objetivos de la humanidad sean la inmortalidad, la felicidad y la divinidad. Después de haber reducido la mortalidad debida al hambre, la enfermedad y la violencia, ahora nos dedicaremos a superar la vejez e incluso la muerte. Después de haber salvado a la gente de la miseria abyecta, ahora nos dedicaremos a hacerla totalmente feliz. Y después de haber elevado a la humanidad por encima del nivel bestial de las luchas por la supervivencia, ahora nos dedicaremos a ascender a los humanos a dioses, y a transformar Homo sapiens en Homo Deus.»

La Agenda de YNH es Reveladora

Nos dedicaremos a hacer que la gente sea totalmente feliz, nos dice el autor de Homo Deus. De la misma manera a superar la vejez incluso la muerte. A estas alturas, ya sabemos que en Un Mundo Feliz se ha conseguido la juventud casi perfecta y con ello se abren las puertas para sus científicos puedan evitar que la gente muera algún día, ese día, las reglas del orden social tendrán que ser reinventadas.

Precisamente en un mundo huxliano todos son felices, salvo para algunos personajes como Bernard Marx o Helmholtz Watson quienes a pesar de consumir las pastillas de la felicidad: «SOMA» no logran ser completamente felices, no logran ser felices con todas las maravillas tecnológicas de su mundo, Marx cuestiona su sociedad porque lo cuestionan a él por un error en su ensamblaje y a Watson porque no se le permite ceder a su curiosidad y crear algo más por encima de lo que el Estado Mundial le permite.

En el prólogo de la novela Aldous Huxley se señala lo siguiente: «Los más importantes Proyectos Manhattan del futuro serán vastas encuestas patrocinadas por los gobiernos sobre lo que los políticos y los científicos que intervendrán en ellas llamarán el problema de la felicidad; en otras palabras, el problema de lograr que la gente ame su servidumbre.» Aquí se dice claramente que “el problema de la felicidad” en la sociedad tendrá intervención política y científica. Tal como plantea YNH “nos dedicaremos a hacerla totalmente feliz” y “¿qué harán durante todo el día científicos, inversores, banqueros y presidentes?” la respuesta es evidente, lo que harán será resolver el problema de la felicidad para hacer que la gente sea totalmente feliz y ello tendrá intervención política y científica, política ya que en la actualidad, la felicidad se está convirtiendo en un derecho y como derecho humano el Estado tiene que intervenir, y el Estado reunirá a los mejores científicos y especialistas, ¿para qué? Para manipular la bioquímica humana para hacernos felices. ¿Bioquímica humana? Si, lo veremos más adelante, en el desarrollo de esta obra. No obstante, Huxley va más allá, él nos advierte que este “problema de la felicidad” en realidad es resolver el “problema para lograr que la gente ame su servidumbre” ¿Servidumbre a qué? Al Estado Mundial, a sus Castas Científicas y al SOMA.

«La felicidad es un patrón muy duro, especialmente la felicidad de los demás. Un patrón mucho más severo, si uno no ha sido condicionado para aceptarla, que la verdad.» – Capitulo XVI

Exactamente, como se revela en el capítulo XVI de un mundo huxliano, si la felicidad es un patrón entonces se puede estandarizar, si un patrón es la semejanza del comportamiento entre una persona y otra, en este sentido, si la felicidad es un patrón, entonces la felicidad que las personas tienen entre si presentan semejanzas. Estas similitudes se pueden manipular para que la gente sea feliz cuando realmente no lo sea. Como se precisa es “un patrón mucho más severo, si uno no ha sido condicionado para aceptarla”. Si la felicidad es un patrón y se puede manipular, en consecuencia, se puede condicionar. El condicionamiento que se realiza en el mundo de huxley es para que la gente sea feliz con lo que son (y no deseen nada más, una especie de conformismo) y con la casta a la que pertenecen (la diferenciación social se da por la genética).

Los Últimos Días de la Muerte

«En el siglo XXI es probable que los humanos hagan una apuesta seria por la inmortalidad. Luchar contra la vejez y la muerte no será más que la continuación de la consagrada lucha contra el hambre y la enfermedad, y manifestará el valor supremo de la cultura contemporánea: el mérito de la vida humana. Se nos recuerda constantemente que la vida humana es lo más sagrado del universo. Todo el mundo lo dice: los profesores en las escuelas, los políticos en los parlamentos, los abogados en los tribunales y los actores en los escenarios.»

«La Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada por las Naciones Unidas después de la Segunda Guerra Mundial (que es quizá lo más cercano que tenemos a una constitución global) afirma categóricamente que «el derecho a la vida» es el valor más fundamental de la humanidad. Puesto que la muerte viola a todas luces este derecho, la muerte es un crimen contra la humanidad y deberíamos declararle la guerra total.»

«A lo largo de la historia, las religiones y las ideologías no sacralizaron la vida. Siempre sacralizaron algo situado por encima o más allá de la existencia terrenal y, en consecuencia, fueron muy tolerantes con la muerte. De hecho, algunas de ellas directamente profesaron afecto a la Parca. Debido a que el cristianismo, el islamismo y el hinduismo insistían en que el sentido de nuestra existencia dependía de nuestro destino en la otra vida, consideraban la muerte una parte vital y positiva del mundo. Los humanos morían porque Dios así lo decretaba, y el momento de la muerte era una experiencia metafísica sagrada que rebosaba de sentido. Cuando un humano estaba a punto de exhalar su último aliento, había llegado la hora de avisar a sacerdotes, rabinos y chamanes, hacer balance de la vida y aceptar el verdadero papel de uno en el universo. Intente siquiera el lector imaginar el cristianismo, el islamismo o el hinduismo en un mundo sin la muerte…, que es también un mundo sin cielo, infierno o reencarnación.»

«La ciencia y la cultura modernas difieren totalmente en su opinión sobre la vida y la muerte. No piensan en la muerte como un misterio metafísico, y desde luego no consideran que sea el origen del sentido de la vida. Más bien, para las personas modernas, la muerte es un problema técnico que podemos y deberíamos resolver.»

«Los humanos siempre mueren debido a algún fallo técnico. El corazón deja de bombear sangre. La arteria principal se obtura con depósitos grasos. Células cancerosas se extienden por el hígado. Gérmenes se multiplican en los pulmones. ¿Y qué es responsable de todos estos problemas técnicos? Otros problemas técnicos. El corazón deja de bombear sangre porque no llega suficiente oxígeno al músculo cardíaco. Las células cancerosas se extienden porque una mutación genética aleatoria reescribió sus instrucciones. Los gérmenes se instalaron en mis pulmones porque alguien estornudó en el metro. No hay nada metafísico en esto. Todo son problemas técnicos.»

«La Declaración Universal de los Derechos Humanos no dice que los humanos tengan «el derecho a la vida hasta los noventa años de edad». Dice que todo ser humano tiene derecho a la vida. Punto. Tal derecho no está limitado por ninguna fecha de caducidad.»

«En realidad, serán amortales, en lugar de inmortales. A diferencia de Dios, los superhumanos futuros podrán morir todavía en alguna guerra o accidente, y nada podrá hacerlos volver del inframundo. Sin embargo, a diferencia de nosotros, los mortales, su vida no tendrá fecha de caducidad. Mientras no los despedace una bomba o los atropelle un camión, podrán seguir viviendo de forma indefinida. Lo que probablemente los convertirá en las personas más ansiosas de la historia. Los que somos mortales ponemos en riesgo nuestra vida casi a diario, porque sabemos que, de todos modos, esta terminará. Así, efectuamos caminatas en el Himalaya, nadamos en el mar y hacemos otras muchas cosas peligrosas como cruzar la calle o comer fuera de casa. Pero si uno cree que puede vivir eternamente, estaría loco para jugarse la eternidad de ese modo.»

«La verdad es que la medicina moderna no ha prolongado la duración natural de nuestra vida en un solo año. Su gran logro ha sido salvarnos de la muerte prematura y permitirnos gozar de los años que nos corresponden. De hecho, aunque superásemos el cáncer, la diabetes y los demás exterminadores principales, el resultado sería solo que casi todo el mundo conseguiría vivir hasta los noventa años, pero no bastaría para alcanzar los ciento cincuenta, por no hablar ya de los quinientos. Para ello, la medicina necesitará rediseñar las estructuras y procesos más fundamentales del cuerpo humano, y descubrir cómo regenerar órganos y tejidos. Y en absoluto está claro que seamos capaces de hacerlo en el año 2100.»

«De modo que, aunque no alcancemos la inmortalidad durante nuestros años de vida, es probable que la guerra contra la muerte siga siendo el proyecto más importante del presente siglo. Si tenemos en cuenta nuestra creencia en la santidad de la vida humana, añadimos la dinámica de la institución científica y rematamos todo esto con las necesidades de la economía capitalista, una guerra implacable contra la muerte parece inevitable. Nuestro compromiso ideológico con la vida humana nunca nos permitirá aceptar la muerte humana sin más. Mientras la gente muera de algo, nos esforzaremos por derrotarla.»

«Si todo esto no basta, el miedo a la muerte, arraigado en la mayoría de los humanos, conferiría un impulso irresistible a la guerra contra la muerte. Cuando las personas asumieron que la muerte es inevitable, se habituaron desde una edad temprana a suprimir el deseo de vivir eternamente o lo desviaron hacia otros objetivos factibles. Las personas quieren vivir para siempre, de modo que componen una sinfonía «inmortal», se esfuerzan por conseguir la «gloria eterna» en alguna guerra o incluso sacrifican su vida para que su alma «goce de felicidad eterna en el paraíso». Gran parte de nuestra creatividad artística, nuestro compromiso político y nuestra devoción religiosa se alimenta del miedo a la muerte.»

«Cuando la gente crea (con o sin buenas razones) que tiene una probabilidad seria de librarse de la muerte, el deseo de vivir se negará a seguir tirando del desvencijado carro del arte, la ideología y la religión, y se lanzará hacia delante como un alud.»

«Una vez que los esfuerzos científicos se vean coronados por el éxito, desencadenarán agrios conflictos políticos. Todas las guerras y conflictos de la historia pueden convertirse en un insignificante preludio de la lucha real que nos espera: la lucha por la eterna juventud.»

La Muerte de la Muerte

A la muerte le llego su fin, es este el mensaje de YHN. En Un Mundo Feliz no se habla ni por error sobre la inmortalidad o la amortalidad. La juventud casi perfecta que han conseguido en esta sociedad huxliana es el paso a la realización de otra gran hazaña: la inmortalidad. Su juventud prolongada hasta los 70 años es casi perfecta y es un claro ejemplo de los seres amortales a los que se refiere YHN. Por ejemplo, Linda, una Beta, tuvo un accidente al viajar a la Reserva de Salvajez y se la dio por muerta, sin embargo, fue rescatada por algunos indios de la zona. Al regresar a la civilización huxliana todos se horrorizan de su vejez y ya no pudieron hacer nada por regenerar el deterioro de su piel, por lo que Linda ante la burla y la horrorización de los demás, se vuelve una adicta al SOMA y muere justamente por el consumo excesivo de estas pastillas. En otras palabras: por el accidente que ocurrió, del cual a nadie le importo organizar un rescate, la vejez no pudo ser detenida por falta del consumo de las sustancias adecuadas, que solo hay en la sociedad civilizada y el exceso de consumo de la droga SOMA, le causaron la muerte a Linda antes de los 70 años, fue responsabilidad exclusiva de Linda causarse la muerte, si hubiese regresado al mundo feliz después de visitar la reserva de salvajez, hubiese muerto a los 70 años sin arrugas en la piel y con la apariencia de alguien joven de 25 a 30 años.

Solo leamos el siguiente pasaje del libro en el capítulo VII: « —Pero, ¿qué le pasa? —susurró Lenina. En sus ojos se leía el horror y el asombro. —Nada; sencillamente, es viejo —contestó Bernard, aparentando indiferencia, aunque no sentía tal. —¿Viejo? —repitió Lenina—. Pero… también el director es viejo; muchas personas son viejas; pero no son así. —Porque no les permitimos ser así. Las preservamos de las enfermedades. Mantenernos sus secreciones internas equilibradas artificialmente de modo que conserven la juventud. No permitimos que su equilibrio de magnesio—calcio descienda por debajo de lo que era en los treinta años. Les damos transfusiones de sangre joven. Estimulamos de manera permanente su metabolismo. Por esto no tienen este aspecto. En parte —agregó— porque la mayoría mueren antes de alcanzar la edad de este viejo. Juventud casi perfecta hasta los sesenta años, y después, ¡plas!, el final.»

Otro pasaje del capítulo XVII relacionado es: « —Mustafá Mond cerró el libro y se arrellanó en su asiento—. Una de tantas cosas del cielo y de la tierra en las que esos filósofos no soñaron fue esto —e hizo un amplio ademán con la mano—: nosotros, el mundo moderno. Sólo podéis ser independientes de Dios mientras conservéis la juventud y la prosperidad; la independencia no os llevará a salvo hasta el final. Bien, el caso es que actualmente podemos conservar y conservarnos la juventud y la prosperidad hasta el final. ¿Qué se sigue de ello? Evidentemente, que podemos ser independientes de Dios. El sentimiento religioso nos compensa de todas las demás pérdidas. Pero es que nosotros no sufrimos pérdida alguna que debamos compensar; por tanto, el sentimiento religioso resulta superfluo. ¿Por qué deberíamos correr en busca de un sucedáneo para los deseos juveniles, si los deseos juveniles nunca cejan? ¿Para qué un sucedáneo para las diversiones, si seguimos gozando de las viejas tonterías hasta el último momento? ¿Qué necesidad tenemos de reposo cuando nuestras mentes y nuestros cuerpos siguen deleitándose en la actividad? ¿Qué consuelo necesitamos, puesto que tenemos soma? ¿Para qué buscar algo inamovible, si ya tenemos el orden social?»

Es revelador, sin duda, con la muerte de la muerte también le llega el turno a la muerte de Dios y con ello el fin de las religiones teístas. A ser independientes de Dios. A liberarnos de la divinidad celestial. Tal como precisa YNH “Intente siquiera el lector imaginar el cristianismo, el islamismo o el hinduismo en un mundo sin la muerte…, que es también un mundo sin cielo, infierno o reencarnación.” Si intentamos imaginar un mundo sin la muerte como dice YNH, podríamos concluir que  las religiones más antiguas y tradicionales del mundo no tienen ningún sentido. Son superfluas como dice el Interventor Mundial de Un Mundo Feliz. ¿Qué sentido tiene creer en la vida después de la muerte si podemos vivir para siempre? ¿Qué sentido tiene creer en el paraíso después de la muerte si podemos vivir para siempre y crear un paraíso en la Tierra? Ninguno. 

Mientras que el primer proyecto de la nueva agenda humana es conseguir la inmortalidad, el segundo es conseguir la mayor felicidad para el mayor número de personas, con lo que considero que, lo que plantea YNH en la siguiente parte del libro es una de las partes más importantes y conexas a Un Mundo Feliz.

El Derecho a la Felicidad

«Probablemente, el segundo gran proyecto de la agenda humana será encontrar la clave de la felicidad. A lo largo de la historia, numerosos pensadores, profetas y personas de a pie definieron la felicidad, más que la vida, como el bien supremo.»

«En la antigua Grecia, el filósofo Epicuro afirmó que adorar a los dioses es una pérdida de tiempo, que no hay existencia después de la muerte y que la felicidad es el único propósito de la vida. En los tiempos antiguos, mucha gente rechazó el epicureísmo, pero hoy en día se ha convertido en la opinión generalizada. El escepticismo acerca de la vida después de la muerte impulsa a la humanidad a buscar no solo la inmortalidad, sino también la felicidad terrenal. Porque ¿quién querría vivir eternamente en la desgracia?»

«Para Epicuro, la búsqueda de la felicidad era un objetivo personal. Los pensadores modernos, en cambio, tienden a verla como un proyecto colectivo. Sin planificación gubernamental, recursos económicos e investigación científica, los individuos no llegarán muy lejos en su búsqueda de la felicidad. Si nuestro país está desgarrado por la guerra, si la economía atraviesa una crisis y si la atención sanitaria es inexistente, es probable que nos sintamos desgraciados.»

«A finales del siglo XVIII, el filósofo inglés Jeremy Bentham declaró que el bien supremo es «la mayor felicidad para el mayor número», y llegó a la conclusión de que el único objetivo digno del Estado, el mercado y la comunidad científica es aumentar la felicidad global. Los políticos deben fomentar la paz, los hombres de negocios deben promover la prosperidad y los sabios deben estudiar la naturaleza, no para mayor gloria del rey, el país o Dios, sino para que podamos gozar de una vida más feliz.»

«Sin embargo, en las últimas décadas, la situación se ha invertido, y la visión de Bentham se ha tomado mucho más en serio. Cada vez más gente cree que los inmensos sistemas establecidos hace más de un siglo para fortalecer la nación deberían en verdad estar al servicio de la felicidad y el bienestar de los ciudadanos.»

«No estamos aquí para servir al Estado: él está aquí para servirnos. El derecho a la búsqueda de la felicidad, que en un principio se consideró una limitación al poder del Estado, se ha transformado imperceptiblemente en el derecho a la felicidad, como si los seres humanos tuvieran un derecho natural a ser felices y cualquier cosa que haga que se sientan insatisfechos fuera una violación de nuestros derechos humanos básicos, de modo que el Estado debiera hacer algo al respecto.»

«Pero actualmente, pensadores, políticos e incluso economistas piden que el PIB se complemente o incluso se sustituya por la FIB: la felicidad interior bruta. A fin de cuentas, ¿qué es lo que quiere la gente? No quiere producir. Quiere ser feliz. La producción es importante, porque proporciona la base material para la felicidad. Pero solo es el medio, no el fin.»

«Esta lógica podría impulsar a la humanidad a hacer que la felicidad sea su segundo objetivo principal para el siglo XXI. A primera vista, esto podría parecer un proyecto relativamente fácil. Si el hambre, la peste y la guerra están desapareciendo, si la humanidad experimenta una paz y prosperidad sin precedentes, y si la esperanza de vida aumenta de manera espectacular, sin duda todo esto hará felices a los humanos, ¿verdad?»

«Falso. Cuando Epicuro definió la felicidad como el bien supremo, advirtió a sus discípulos que para ser feliz hay que trabajar con ahínco. Los logros materiales por sí solos no nos satisfarán durante mucho tiempo. De hecho, la búsqueda ciega de dinero, fama y placer no conseguirá más que hacernos desdichados. Epicuro recomendaba, por ejemplo, comer y beber con moderación, y refrenar los apetitos sexuales. A la larga, una amistad profunda nos satisfará más que una orgía frenética. Epicuro esbozó toda una ética de cosas que hay que hacer y que no hay que hacer para guiar a la gente a lo largo de la traicionera senda que lleca a felicidad.»

«Aparentemente, Epicuro había dado con algo. La felicidad no se alcanza fácilmente. A pesar de nuestros logros nunca vistos efectuados en las últimas décadas, en absoluto es evidente que hoy las personas estén significativamente más satisfechas que sus antepasados. De hecho, es una señal ominosa que, a pesar de la mayor prosperidad, confort y seguridad, la tasa de suicidios en el mundo desarrollado sea también mucho más elevada que en las sociedades tradicionales.»

«Y aunque hayamos superado muchas de las desgracias de antaño, conseguir la verdadera felicidad puede ser mucho más difícil que abolir el sufrimiento total.»

«Da la impresión de que nuestra felicidad choca contra algún misterioso techo de cristal que no le permite crecer a pesar de todos nuestros logros sin precedentes. Aunque proporcionemos comida gratis para todos, curemos todas las enfermedades y aseguremos la paz mundial, todo ello no hará añicos necesariamente ese techo de cristal. Conseguir la felicidad verdadera no va a ser mucho más fácil que vencer la vejez y la muerte.»

«El techo de cristal de la felicidad se mantiene en su lugar sustentado en dos fuertes columnas: una, psicológica; la otra, biológica. En el plano psicológico, la felicidad depende de expectativas, y no de condiciones objetivas. No nos satisface llevar una vida tranquila y próspera. En cambio, sí nos sentimos satisfechos cuando la realidad se ajusta a nuestras expectativas. La mala noticia es que, a medida que las condiciones mejoran, las expectativas se disparan. Mejoras espectaculares en las condiciones, como las que la humanidad ha experimentado en décadas recientes, se traducen en mayores expectativas y no en una mayor satisfacción. Si no hacemos algo al respecto, también nuestros logros futuros podrían dejarnos tan insatisfechos como siempre.»

«En el plano biológico, tanto nuestras expectativas como nuestra felicidad están determinadas por nuestra bioquímica, más que por nuestra situación económica, social o política. Según Epicuro, somos felices cuando tenemos sensaciones placenteras y nos vemos libres de las desagradables. De manera parecida, Jeremy Bentham sostenía que la naturaleza ofrecía el dominio sobre el hombre a dos amos: el placer y el dolor, y que solo ellos determinan todo lo que hacemos, decimos y pensamos. El sucesor de Bentham, John Stuart Mill, explicaba que la felicidad no es otra cosa que placer y ausencia de dolor, y que más allá del placer y del dolor no hay bien ni mal. Quien intenta deducir el bien y el mal de alguna otra cosa (como la palabra de Dios o el interés nacional) nos engaña, y quizá también se engaña a sí mismo.»

«En la época de Epicuro, estas ideas eran blasfemas. En la época de Bentham y Mill, eran subversión radical. Pero en el inicio del siglo XXI, son ortodoxia científica. Según las ciencias de la vida, la felicidad y el sufrimiento no son otra cosa que equilibrios diferentes de las sensaciones corporales. Nunca reaccionamos a acontecimientos del mundo exterior, sino solo a sensaciones de nuestro propio cuerpo. Nadie padece por haber perdido el empleo, por haberse divorciado o porque el gobierno decidió entrar en guerra. Lo único que hace que la gente sea desgraciada son las sensaciones desagradables en su propio cuerpo.»

«Por el contrario, la ciencia dice que nadie alcanza la felicidad consiguiendo un ascenso, ganando la lotería o incluso encontrando el amor verdadero. La gente se vuelve feliz por una cosa y solo una: las sensaciones placenteras en su cuerpo.»

«La mala noticia es que las sensaciones placenteras desaparecen rápidamente, y más pronto o más tarde se transforman en sensaciones desagradables.»

«Todo esto es culpa de la evolución. Durante incontables generaciones, nuestro sistema bioquímico se adaptó a aumentar nuestras probabilidades de supervivencia y reproducción, no nuestra felicidad. El sistema bioquímico recompensa los actos que conducen a la supervivencia y a la reproducción con sensaciones placenteras. Pero estas no son más que un truco efímero para vender. Nos esforzamos para conseguir comida y pareja con el fin de evitar las desagradables sensaciones del hambre y de gozar de sabores agradables y orgasmos maravillosos. Pero los sabores agradables y los orgasmos maravillosos no duran mucho, y si queremos volver a sentirlos, tenemos que ir en busca de más comida y más parejas.»

«Pero esto apenas cambia el panorama. Solo indica que la evolución nos controla con una amplia gama de placeres. A veces nos seduce con frescas sensaciones de dicha y tranquilidad, mientras que en otras ocasiones nos incita a seguir adelante con sensaciones excitantes de euforia y emoción.»

«Si la ciencia está en lo cierto y nuestra felicidad viene determinada por nuestro sistema bioquímico, la única manera de asegurar un contento duradero es amañar este sistema. Olvidemos el crecimiento económico, las reformas sociales y las revoluciones políticas: para aumentar los niveles mundiales de felicidad necesitamos manipular la bioquímica humana.»

«Y eso es exactamente lo que hemos empezado a hacer en las últimas décadas. Hace cincuenta años, los medicamentos psiquiátricos conllevaban un grave estigma. Hoy en día, ese estigma se ha roto. Para bien o para mal, un porcentaje creciente de la población toma medicamentos psiquiátricos de forma regular, no solo para curar enfermedades debilitantes, sino también para encarar depresiones más leves y episodios ocasionales de abatimiento.»

«La búsqueda de la felicidad mediante la bioquímica es también la causa número uno de la criminalidad en el mundo.»

“Las personas beben alcohol para olvidar, fuman marihuana para sentirse en paz y consumen cocaína y metanfetaminas para sentirse poderosos y seguros, mientras que el éxtasis les proporciona sensaciones de euforia y el LSD los envía a encontrarse con «Lucy in the Sky with Diamonds».”

«Lo que algunas personas esperan obtener estudiando, trabajando o sacando adelante a una familia, otras intentan obtenerlo de manera mucho más fácil mediante la adecuada administración de moléculas. Esto constituye una amenaza existencial al orden social y económico, razón por la que los países libran una guerra tenaz, sangrienta y desesperada contra el crimen bioquímico.»

«El Estado confía en regular la búsqueda bioquímica de la felicidad, al separar las «malas» manipulaciones de las «buenas». El principio está claro: las manipulaciones bioquímicas que refuerzan la estabilidad política, el orden social y el crecimiento económico se permiten e incluso se fomentan (por ejemplo, las manipulaciones que calman a los niños hiperactivos en la escuela o que hacen avanzar a los soldados en la batalla). Las manipulaciones que amenazan la estabilidad y el crecimiento se prohíben. Pero cada año nacen nuevas drogas en los laboratorios de investigación de universidades, compañías farmacéuticas y organizaciones criminales, y también cambian las necesidades del Estado y del mercado. A medida que la búsqueda bioquímica de la felicidad se acelere, remodelará la política, la sociedad y la economía, y será cada vez más difícil controlarla.»

«Y los medicamentos y las drogas son solo el inicio. En los laboratorios de investigación, los expertos ya están trabajando en maneras más refinadas de manipular la bioquímica humana, como por ejemplo enviar estímulos eléctricos directos a puntos específicos del cerebro o modificar genéticamente la organización de nuestro cuerpo. No importa cuál sea el método exacto: conseguir felicidad mediante la manipulación biológica no será fácil, porque requiere alterar los patrones fundamentales de la vida. Pero tampoco fue fácil superar el hambre, la peste y la guerra.»

«En absoluto es indiscutible que la humanidad tenga que invertir tanto esfuerzo en la búsqueda bioquímica de la felicidad. Hay quien diría que simplemente la felicidad no es lo bastante importante, y que es erróneo considerar la satisfacción individual el principal objetivo de la sociedad humana. Otros podrían estar de acuerdo en que la felicidad es el bien supremo, pero se alinearían con la definición biológica de felicidad como el hecho de percibir sensaciones placenteras.»

«Hace unos dos mil trescientos años, Epicuro advirtió a sus discípulos que era probable que la búsqueda desmesurada de placer los hiciera más desgraciados que felices. Un par de siglos antes, Buda había hecho una afirmación todavía más radical al enseñar que la búsqueda de sensaciones placenteras es en realidad la raíz misma del sufrimiento. Dichas sensaciones son solo vibraciones efímeras y sin sentido. Incluso cuando las sentimos, no reaccionamos ante ellas con alegría; por el contrario, ansiamos más. De ahí que, por muchas que vaya a sentir, las sensaciones dichosas o emocionantes nunca me satisfarán.»

«Si identifico la felicidad con sensaciones placenteras y fugaces, y anhelo experimentarlas cada vez en mayor cantidad, no tengo más opción que buscarlas de forma constante. Cuando finalmente las consigo, desaparecen enseguida, y, puesto que el simple recuerdo de los placeres pasados no me satisfará, tendré que volver a empezar una y otra vez. Incluso si prolongo esta búsqueda durante décadas, nunca me proporcionará ningún logro duradero; por el contrario, cuanto más anhelo esas sensaciones placenteras, más estresado e insatisfecho me sentiré. Para conseguir la felicidad real, los humanos necesitan desacelerar la búsqueda de sensaciones placenteras, no acelerarla.»

«Esta visión budista de la felicidad tiene mucho en común con la visión bioquímica. Ambas coinciden en que las sensaciones agradables desaparecen con la misma rapidez con que surgen, y que mientras las personas deseen sensaciones placenteras sin, en realidad, experimentarlas, seguirán sintiéndose insatisfechas. Sin embargo, este problema tiene dos soluciones muy diferentes. La solución bioquímica es desarrollar productos y tratamientos que proporcionen a los humanos un sinfín de sensaciones placenteras, de modo que nunca nos falten. La sugerencia de Buda era reducir nuestra ansia de sensaciones agradables y no permitir que estas controlen nuestra vida. Según Buda, podemos entrenar nuestra mente para que aprenda a observar detenidamente cómo surgen y pasan constantemente dichas sensaciones. Cuando la mente sepa ver nuestras sensaciones como lo que son, vibraciones efímeras y sin sentido, dejará de interesarnos buscarlas. Porque ¿qué sentido tiene correr tras algo que desaparece tan deprisa como aparece?»

«Hoy en día, la humanidad está mucho más interesada en la solución bioquímica. No importa lo que digan los monjes en sus cuevas del Himalaya o los filósofos en sus torres de marfil; para el gigante capitalista, la felicidad es placer. Punto. Con el tiempo, nuestra tolerancia a las sensaciones desagradables se reduce, y aumenta nuestro anhelo de sensaciones agradables. Tanto la investigación científica como la actividad económica se orientan a este fin, y cada año se producen mejores analgésicos, nuevos sabores de helados, colchones más cómodos y juegos más adictivos para nuestros teléfonos inteligentes, de modo que no padezcamos ni un solo instante de tedio mientras esperamos el autobús.»

«Todo esto no bastará, desde luego. La evolución no adaptó a Homo sapiens para que experimentara el placer constante, por lo que sí, a pesar de ello, eso es lo que la humanidad quiere, helados y teléfonos inteligentes no bastarán. Habrá que cambiar nuestra bioquímica y remodelar nuestro cuerpo y nuestra mente. Así que ya estamos trabajando en ello. Se puede debatir si es algo bueno o malo, pero parece que el segundo gran proyecto del siglo XXI (garantizar la felicidad global) implicará remodelar Homo sapiens para que pueda gozar del placer perpetuo.»

El Derecho a Un Mundo Feliz

«Actualmente el mundo es estable. La gente es feliz; tiene lo que desea, y nunca desea lo que no puede obtener.» – Capítulo XVI (Un Mundo Feliz)

El segundo gran proyecto que YNH indica como probable, deja de ser una probabilidad y pasa a ser un hecho definitivo en el futuro huxliano, un mundo feliz es feliz justamente porque la gente de esta sociedad y sus gobernantes; consideran a la felicidad como el bien supremo y no a la misma vida de sus ciudadanos, como ya se ha mencionado, si alguien fenece es reemplazado inmediatamente sin ninguna celebración fúnebre, cada ciudadano solo es una parte de un todo y no el todo en sí mismo, la felicidad de cada individuo es la felicidad de toda la comunidad, sin embargo al ser los humanos no indispensables, al ser piezas reemplazables, si alguno de ellos no es feliz, se le puede aislar de la civilización (o enviarlos a la cámara letal) y el espacio que deja en la sociedad es ocupado inmediatamente por otro ser humano diseñado para amar su felicidad, se pueden ensamblar nuevos seres humanos en los almacenes de embriones, por lo tanto la vida del individuo no significa nada a comparación de la vida del colectivo, la comunidad de gente feliz está por encima de toda individualidad.  La gente de un mundo feliz debe ser feliz para la comunidad y no para sí mismos. Así fueron diseñados, para ser felices como los demás, todos son felices de la misma manera, ya que todos gozan de la felicidad que es proporcionada por el Estado Mundial, la felicidad es predestinada por los gobernantes y sus súbditos.

Es curioso que YNH mencione a Epicuro y no haga críticas en contra de su pensamiento filosófico respecto a la felicidad y a Dios. Aparentemente está de acuerdo con la filosofía epicureísta, quizás esto es posible porque el autor de Homo Deus es un ateo y se declara científico en varios de sus vídeos en YouTube. La conexión entre el materialismo filosófico y el epicureísmo es evidente. Epicuro de Samos, un ciudadano griego del siglo III a.C., es considerado un filósofo materialista ya que este siguió a otro filósofo llamado Demócrito también materialista de su misma época. Según Epicuro una persona es feliz cuando puede controlar sus miedos, el miedo al futuro, al fin de la vida y a Dios. De modo que eliminar todos los miedos es el objetivo primordial de su filosofía. ¿Qué miedos podría tener el hombre en un mundo sin hambruna, sin enfermedades y sin guerras? El miedo a la muerte. ¿Qué miedo al futuro podría tener el hombre en un mundo donde ha sido condicionado previamente a vivir en un eterno presente, exorbitado de placeres instantáneos? El miedo a no seguir disfrutando de esos placeres instantáneos a causa de la muerte inevitable. ¿Qué miedo podría tener el hombre al fin de su vida si tiene los medios para vivir por siempre? Quizás a no ser como un Dios, como los dioses griegos con habilidades extraordinarias, por ejemplo, como Odín que tenía el poder de transformar los objetos a su voluntad. ¿Y qué miedo podría tener el hombre a Dios, si puede vivir para siempre, burlarse de la parca, evitar a la muerte, nunca morir y jamás ser castigado por sus pecados en el infierno?  En absoluto, ningún miedo que podamos imaginar ahora, el hombre será el nuevo Dios en los nuevos tiempos por venir. El epicureísmo, el materialismo y el transhumanismo se ven conectados entre sí porque coinciden en que el hombre puede ser su propio Dios, esto hace posible vivir en un mundo feliz huxliano y que el hombre pase a ser el nuevo dios del planeta Tierra, no es de sorprenderse, en este sentido, que en la Era Fordiana se alabe a un hombre como un Dios: a Henry Ford.

Ni más ni menos, el creador del libro “El Origen de las Especies” es un ateo declarado en 1880: «Lamento tener que informarle de que no creo en la Biblia como revelación divina y por lo tanto tampoco en Jesucristo como el hijo de Dios. Atentamente. Ch. Darwin”. Pues dícese que Epicuro se anticipó a lo que Darwin plasmo en su libro, es decir, que se anticipó a la idea de la selección natural, indicando que la naturaleza origina distintos tipos de organismos y que solamente sobreviven aquellos que llegan a reproducirse y superarse. Otro personaje súper conocido es Sigmund Freud quien también fundamento su teoría en la doctrina de Epicuro con el concepto básico del principio de placer como una motivación psicológica humana fundamental. Podríamos decir entonces que la sociedad huxliana de un mundo feliz es un mundo dominado por el epicureísmo al que se refiere YNH en su Homo Deus.

Si Epicuro mencionó que la felicidad era un objetivo personal, hoy ese objetivo es colectivo. Lo que una vez más, nos conecta con el pensamiento colmena, la mente colaborativa, el cooperismo que desean implementar, por ejemplo, los ideólogos del socialismo cooperativo. Aquellos que buscan el «bien común» y la «paz entre las clases sociales» ya tienen un sistema político que también conlleva al establecimiento de un Estado Mundial. Un Mundo Feliz es un lugar donde reina el bien común: no hay guerras, la economía no atraviesa crisis porque hay abundancia de los recursos básicos que hacen funcionar tal economía y el hombre es inmune a las enfermedades desde antes de su decantación (nacimiento), por lo tanto no se pueden sentir desgraciados, todo lo contrario, son felices, todo el mundo es feliz. Sus cinco castas científicas han sido creadas para que cada uno de sus integrantes amen intrínsecamente su posición en la sociedad, sin envidia, sin egoísmo y sin odio a los superiores o inferiores.

No solo el filósofo Jeremy Bentham se preocupó por la felicidad para «el mayor número» fue también el biólogo Julian Huxley quien se preocupó por «un mundo mejor», ambos coinciden que «la mayor felicidad para el mayor número» puede lograrse si «la calidad de las personas, y no solamente la cantidad, es lo que debemos obtener: en consecuencia, es necesaria una política concertada para impedir que la oleada creciente de la población sumerja todas nuestras esperanzas de un mundo mejor.” Ambos sugieren que mediante la política y la ciencia se debe lograr la felicidad para vivir una vida más feliz. Aunque es Julian Huxley quien va más allá e indica que no solo se trata de «la cantidad» sino también de «la calidad» por lo que propone las regulaciones necesarias del crecimiento demográfico que se suscitó en su época y que continua exponencialmente hoy en día. En un mundo feliz el control demográfico ya no es un problema, el crecimiento de la población está bajo el poder del Estado Mundial, el mismo estado que garantiza un mundo mejor y feliz.

En la última década la felicidad se está convirtiendo en un derecho humano. Es la misma Organización de las Naciones Unidas (ONU) que declaró el día 20 de marzo de todos los años como el Día Internacional de la Felicidad. Es su página web oficial tienen un artículo del “Happiness Day”, aquí podemos ver en la portada a unos niños jugando en toboganes de agua, las palabras elegidas y la imagen de dicha portada, me hacen recordar una pregunta del capítulo XVII del libro de Un Mundo Feliz: «¿Para qué un sucedáneo para las diversiones, si seguimos gozando de las viejas tonterías hasta el último momento?» Según las Naciones Unidas la felicidad que vienen reconociendo internacionalmente desde el 2013, se basa en ponerle fin a la pobreza, reducir la desigualdad y proteger el planeta, estos tres logros hacen posible garantizar el bienestar y la felicidad de todas las personas del mundo.

Veamos los antecedentes sobre el Día Internacional de la Felicidad, 20 de marzo:

La Asamblea General de la ONU, en la resolución 66/281 decretó en 2012 el 20 de marzo como el Día Internacional de la Felicidad, para reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno. La resolución reconoce, asimismo, la necesidad de que se aplique al crecimiento económico un enfoque más inclusivo, equitativo y equilibrado, que promueva el desarrollo sostenible, la erradicación de la pobreza, la felicidad y el bienestar de todos los pueblos.

La resolución fue iniciada por Bután, un país que desde principios de la década de 1970 reconoce el valor de la felicidad nacional sobre el de los ingresos nacionales y que prioriza la Felicidad Nacional Bruta sobre el Producto Nacional Bruto. Fue, además, país anfitrión de una Reunión de alto nivel sobre «Felicidad y bienestar: definición de un nuevo paradigma económico» durante el sexagésimo sexto período de sesiones de la Asamblea General.

Las Naciones Unidas invita a todos los Estados Miembros, las organizaciones del sistema de la ONU y las demás organizaciones internacionales y regionales, así como a la sociedad civil, incluidas las organizaciones no gubernamentales y los particulares, a observar de manera adecuada el Día Internacional de la Felicidad, por medios como actividades educativas y de concienciación.

ONU DIA INTERNACIONAL DE LA FELICIDAD

¡Bien! La felicidad que se supone es un estado individual, privado y personal ahora pasa a ser un estado colectivo, público y estandarizado, lo personal se convirtió en político, las Naciones Unidas sugieren incluir a la felicidad como política de gobierno para los países miembros de esta organización, eso incluye a Reino Unido, Estados Unidos y mi país Perú.

Hoy al igual que el mundo huxliano, todas las personas te hablan de la felicidad, buscan ser felices durante toda su vida y la felicidad la pueden encontrar por distintos medios. La diferencia entre el mundo infeliz de hoy y el mundo feliz del mañana es que ahora las personas no son felices aunque digan que están «bien», te hablan de que quieren ser felices o que están en la búsqueda de su felicidad, pero los medios para conseguir su felicidad son distintas, mientras que en un mundo feliz la felicidad es un hecho definitivo, innegable, todo el mundo es feliz desde que nace hasta que muere porque el Estado ha estandarizado los medios de felicidad para todos: el sexo libertino, las drogas adictivas y el entretenimiento banal. Antes de explicar los medios para encontrar la felicidad, veamos que nos dice el diccionario de la RAE respecto a la felicidad:  Estado de grata satisfacción espiritual y física. Ausencia de inconvenientes o tropiezos.

Precisamente, la mayoría de personas busca su satisfacción espiritual y física por medio de la familia, sus hijos, los estudios, el trabajo, distintas aficiones como la lectura o los deportes, viajes, bienes muebles o inmuebles, etc. Todos estos medios de lograr la felicidad son medios personales, ya que cada quien es feliz con lo que mejor le parezca y nada ni nadie puede decirnos como ser felices y con que ser felices, sin embargo, si la felicidad debe ser una política del gobierno ya no es personal, es todo lo contrario, es algo público y por ende se debe regular, controlar y predefinir. De esta manera, si algo tan personal como la felicidad, es una política de gobierno, se le está dando más poder al Estado de hoy en día, entonces, la felicidad se convirtió en un reclamo válido que podemos hacerle a nuestro gobierno. Podemos decirle al Estado que no somos felices y exigirle que se haga cargo. De la misma manera, como el derecho a la igualdad, la felicidad ahora es un derecho humano, no porque los gobiernos del mundo lo hayan exigido a sus ciudadanos, no hay gobierno en el mundo que le haya dicho a sus ciudadanos “desde hoy tienen la obligación de ser felices” sino porque los propios ciudadanos de cada país reclaman más a sus gobernantes diciéndoles “no somos felices, no estamos bien, tienen que hacerse responsables”, es así que, la reclamación de la felicidad es tan seria como el derecho a la libertad, a la vida y a la igualdad. Si la felicidad es un derecho entonces el Estado puede actuar sobre este derecho tomando las medidas que mejor crea convenientes.

YNH reconoce que lograr la felicidad verdadera no será nada fácil, así como lograr vencer el envejecimiento y la muerte no es para nada fácil. Él nos dice que, a pesar de controlar la hambruna o si incluso alimentáramos diaria y gratuitamente a la población mundial, si se curaran todas las enfermedades como el cáncer o el virus de la inmunodeficiencia humana y se asegure la paz mundial destruyendo todas las bombas nucleares, aun con todos estos sueños realizados, las personas no serían totalmente felices, el describe que nuestra felicidad aparentemente choca con un algún misterioso techo de cristal, tal techo no permite que nuestra felicidad crezca a pesar de los grandes logros que ha logrado la humanidad conjuntamente en su historia para controlar la hambruna, las pestes y las guerras.

Este misterioso techo de cristal está sujeto por dos columnas que YNH precisa son las siguientes: la psicología y la biología. En el plano psicológico se precisa que a más logros hay más felicidad, pero a su vez se crean mayores expectativas, y si tales expectativas no se pueden realizar hay más insatisfacción y por ende menor felicidad, por lo que los logros futuros nos pueden causar mucha felicidad, pero tal felicidad puede acabarse cuando no consigamos realizar nuestras futuras expectativas. En el plano biológico, nuestra felicidad se ve detenida por nuestra bioquímica humana, todas nuestras sensaciones se ven reducidas al placer y al dolor, de esta manera la felicidad y el sufrimiento humano dependen de los equilibrios internos y diferentes que nos brindan las sensaciones corporales, ya que según YNH no reaccionamos a acontecimientos del mundo exterior sino solo a reacciones de nuestro propio cuerpo.  

Lamentablemente las sensaciones placenteras son fugaces, y el responsable es el sistema bioquímico humano ya que este nos recompensa al alimentarnos para vivir o al reproducirnos para que la raza humana no se extinga, pero no nos recompensa cuando por diferentes medios que no sean la alimentación o el sexo tratamos de alcanzar la felicidad. Incluso con los alimentos y con el sexo, este no es suficiente, porque las sensaciones placenteras que se alcanzan al comer o al intimidar sexualmente se acaban rápido, y las personas buscan más alimentos y más sexo para experimentar nuevamente tales sensaciones placenteras. Por ejemplo, cuando sentimos amor el cuerpo libera dopamina, serotonina y oxitócina mientras cuando sentimos hambre podemos responsabilizar a la leptina y a la grelina que son las causantes del hambre o del hartazgo de haber comido tanto. Es así que, si nuestra felicidad o sufrimiento depende del sistema bioquímico que tenemos dentro, debemos dejar de lado ciertos asuntos, YNH nos precisa que: «Olvidemos el crecimiento económico, las reformas sociales y las revoluciones políticas: para aumentar los niveles mundiales de felicidad necesitamos manipular la bioquímica humana.»

Es de este modo, YNH nos introduce en el mundo de las sustancias químicas y nos abre la puerta a una maravilla del mundo feliz huxliano: EL SOMA.  Si bien es cierto, dedicaré una entrada exclusiva al SOMA, aquí podemos enterarnos un poco más de que es el SOMA de Un Mundo Feliz según el capítulo III: «siempre queda el soma, el delicioso soma, medio gramo para una tarde de asueto, un gramo para un fin de semana, dos gramos para un viaje al bello Oriente, tres para una oscura eternidad en la luna; y vuelven cuando se sienten ya al otro lado de la grieta, a salvo en la tierra firme del trabajo y la distracción cotidianos» El Soma es una droga, una súper droga con la que el Estado Mundial controla a sus gobernados, esta droga es considerada la “droga perfecta”, veamos que nos dicen sobre ello en el libro: «—En el año 178 d.F., se subvencionó a dos mil farmacólogos y bioquímicos … Seis años después se producía ya comercialmente la droga perfecta. —Uno puede tomarse unas vacaciones de la realidad siempre que se le antoje, y volver de las mismas sin siquiera un dolor de cabeza o una mitología.  —La estabilidad quedó prácticamente asegurada.» Es decir que, según la ficción de Un Mundo Feliz, en el año 2056 se financió a farmacólogos y bioquímicos para que crearan la droga perfecta, se tardaron 6 años para completar su creación, ya para el año 2062 es decir para el 154 d.F. ya tenían la droga perfecta. Perfecta porque no tiene efectos secundarios ni a corto ni a largo plazo salvo se consuma en exceso.

YHN refuerza su idea de la manipulación del sistema bioquímico humano, recordando que los seres humanos ya se vienen drogando hace más de 50 años, esto se menciona porque las personas vienen consumiendo medicamentos psiquiátricos para curar enfermedades debilitantes, depresiones y abatimientos que nos les permiten sentirse felices. Así mismo hace hincapié en las malas sustancias y las malas prácticas respecto a la bioquímica como drogas perjudiciales para la salud humana y el tráfico ilícito de drogas que solo causa más violencia y muerte. Se señala que el Estado debe regular la búsqueda bioquímica de la felicidad separando las malas manipulaciones de las buenas. Las buenas manipulaciones que favorecen a la estabilidad política, el orden social y el crecimiento económico se deben permitir incluso fomentar, todo esto para que las personas puedan gozar de un placer sin fin, estamos condenados perpetuamente a ser felices sin límites, de esta manera bioquímica, que en un tiempo será la manera de todos.  

¡Exigimos el Derecho a Un Mundo Feliz! ¡Quiero ser Feliz! Estas son las frases que las personas en particular y los grupos sociales repiten constantemente, se escucha por todos lados. ¿Cuándo uno logra su felicidad? Cuando consume una pastilla de SOMA. ¿Qué es el SOMA? Leamos lo que se menciona en Homo Deus: «No estamos aquí para servir al Estado: él está aquí para servirnos. El derecho a la búsqueda de la felicidad, que en un principio se consideró una limitación al poder del Estado, se ha transformado imperceptiblemente en el derecho a la felicidad, como si los seres humanos tuvieran un derecho natural a ser felices y cualquier cosa que haga que se sientan insatisfechos fuera una violación de nuestros derechos humanos básicos, de modo que el Estado debiera hacer algo al respecto.» Ahora te comento, el Estado Mundial de la Era Fordiana (en Un Mundo Feliz) se hizo cargo, hicieron algo respecto, ¿qué hicieron? subvencionaron a farmacólogos y bioquímicos para crear la droga perfecta y lo lograron en menos de una década, ahora todo el mundo es feliz con una pastilla de SOMA: medio gramo para una tarde de asueto, un gramo para un fin de semana, dos gramos para un viaje al bello Oriente, tres para una oscura eternidad en la luna. La felicidad en el mundo huxliano se logra consumiendo la droga perfecta llamada SOMA, esta droga no solo está presente en pastillas que se pueden consumir directamente sino también porque está en los diferentes alimentos: en helados, en el café, en todo lo que se pueda ingerir. El Estado Mundial sirve a sus ciudadanos, les proporciona la felicidad como bien supremo de la comunidad, a cambio de ello el Gobierno Supranacional al mando de los Interventores Mundiales y sus súbditos han eliminado cualquier cosa que hagan que se sientan insatisfechos, por ejemplo: la historia y los monumentos del mundo han sido destruidos, la lectura y los libros están prohibidos, la familia y las parejas sentimentales son una aberración, incluso el cristianismo y el hinduismo son creencias de un salvajismo premoderno. Invito a que piensen muy bien antes de exigir “el derecho a ser felices y a un mundo feliz” porque podríamos estar cediendo el control de nuestras emociones y sentimientos, el control de nuestra intimidad, privacidad y lo que solo le corresponde al individuo en particular, a poderes políticos que podrían hacernos amar nuestra esclavitud sin que nos demos cuenta.   

Los Dioses del Planeta Tierra

«Al buscar la dicha y la inmortalidad, los humanos tratan en realidad de ascender a dioses. No solo porque estas son cualidades divinas, sino también porque, para superar la vejez y la desgracia, los humanos tendrán que adquirir antes el control divino de su propio sustrato biológico.»

«Si llegamos a tener alguna vez el poder de eliminar la muerte y el dolor de nuestro sistema, es probable que el mismo poder baste para modificar nuestro sistema, prácticamente de cualquier manera que queramos, y manipular nuestros órganos, emociones e inteligencia de mil maneras diferentes.»

«Si lo desea, uno podrá comprar la fuerza de Hércules, la sensualidad de Afrodita, la sabiduría de Atenea o la locura de Dionisio. Hasta ahora aumentar el poder humano se basaba principalmente en mejorar nuestras herramientas externas. En el futuro puede que se base más en mejorar el cuerpo y la mente humanos, o en fusionarnos directamente con nuestras herramientas.»

«El ascenso de humanos a dioses puede seguir cualquiera de estos tres caminos: ingeniería biológica, ingeniería cíborg e ingeniería de seres no orgánicos.»

«La ingeniería biológica comienza con la constatación de que estamos lejos de comprender todo el potencial de los cuerpos orgánicos. Durante cuatro mil millones de años, la selección natural ha estado retocando y reajustando estos cuerpos de tal manera que pasamos de amebas a reptiles, y de estos a mamíferos y a sapiens. Pero no hay razón para pensar que los sapiens sean la última estación. Cambios relativamente pequeños en genes, hormonas y neuronas bastaron para transformar a Homo erectus (incapaz de producir nada más interesante que cuchillos de sílex) en Homo sapiens, que produce naves espaciales y ordenadores. Quién sabe cuál podría ser el resultado de unos pocos cambios más en nuestro ADN, nuestro sistema hormonal o nuestra estructura cerebral.»

«La bioingeniería no va a esperar pacientemente a que la selección natural obre su magia. En lugar de ello, los bioingenieros tomarán el viejo cuerpo del sapiens y, con deliberación, reescribirán su código genético, reconectarán sus circuitos cerebrales, modificarán su equilibrio bioquímico e incluso harán que le crezcan extremidades completamente nuevas. De esta manera crearán nuevos diosecillos, que podrán ser tan diferentes de nosotros, sapiens, como diferentes somos de Homo erectus.»

«La ingeniería cíborg irá un paso más allá y fusionará el cuerpo orgánico con dispositivos no orgánicos, como manos biónicas, ojos artificiales, o millones de nanorrobots, que navegarán por nuestro torrente sanguíneo, diagnosticarán problemas y repararán daños. Un cíborg de este tipo podrá gozar de capacidades que superarán con mucho las de cualquier cuerpo orgánico.»

«Pero incluso la ingeniería cíborg es relativamente conservadora, ya que da por hecho que los cerebros orgánicos seguirán siendo los centros de mando y control de la vida. Un enfoque más audaz prescinde por completo de las partes orgánicas y espera producir seres totalmente inorgánicos. Las redes neurales serán sustituidas por programas informáticos con la capacidad de navegar tanto por mundos virtuales como no virtuales, libre de las limitaciones de la química orgánica. Después de cuatro mil millones de años de vagar dentro del reino de los compuestos orgánicos, la vida saltará a la inmensidad del reino inorgánico y adoptará formas que no podemos imaginar ni siquiera en nuestros sueños más fantásticos. Después de todo, nuestros sueños más fantásticos siguen siendo producto de la química orgánica.»

«No sabemos adónde nos pueden llevar estas sendas ni qué aspecto tendrán nuestros descendientes «semidioses». Pronosticar el futuro nunca fue fácil, y las tecnologías revolucionarias hacen que sea aún más arduo. Porque, por difícil que sea predecir el impacto de las nuevas tecnologías en ámbitos como el transporte, la comunicación y la energía, las tecnologías para mejorar a los humanos plantean un tipo de reto completamente distinto. Puesto que pueden emplearse para transformar las mentes y los deseos humanos, la gente que tiene la mente y los deseos actuales no puede, por definición, desentrañar sus implicaciones.»

«Sin embargo, cuando la tecnología nos permita remodelar la mente humana, Homo sapiens desaparecerá, la historia humana llegará a su fin y se iniciará un tipo de proceso completamente nuevo, que la gente como el lector y como yo no podemos ni imaginar.»

«Todo lo que podemos decir es que es probable que personas semejantes a nosotros empleen la biotecnología para remodelar su propia mente, y que las mentes actuales son incapaces de entender lo que podría suceder a continuación.»

«En el siglo XXI, el tercer gran proyecto de la humanidad será adquirir poderes divinos de creación y destrucción, y promover Homo sapiens a Homo Deus.»

«Queremos la capacidad de remodelar nuestro cuerpo y nuestra mente por encima de todo para escapar de la vejez, la muerte y la desgracia, pero cuando la tengamos, ¿quién sabe qué otras cosas podremos hacer con dicha capacidad? Así, bien podríamos esperar que la nueva agenda humana vaya a contener en verdad un solo proyecto (con muchas ramas): conseguir la divinidad.»

«Si esto parece acientífico o directamente excéntrico, es porque la gente suele malinterpretar el significado de «divinidad». La divinidad no es una cualidad metafísica vaga. Y no es lo mismo que la omnipotencia. Cuando hablo de transformar a los humanos en dioses, pienso más en los términos de los dioses griegos o de los devas hindúes y no en el omnipotente padre bíblico que está en los cielos. Nuestros descendientes tendrán todavía sus debilidades, manías y limitaciones, de la misma manera que Zeus e Indra tenían las suyas. Pero podrán amar, odiar, crear y destruir a una escala muchísimo mayor que la nuestra.»

«A lo largo de la historia se ha creído que la mayoría de los dioses gozaban no de omnipotencia, sino más bien de supercapacidades específicas como la de diseñar y crear seres vivos, la de transformar su propio cuerpo, la de controlar el ambiente y la meteorología, la de leer la mente y comunicarse a distancia, la de viajar a velocidades muy elevadas y, desde luego, la de librarse de la muerte y vivir indefinidamente. Los humanos están dedicados a adquirir todas estas capacidades, y alguna otra.»

«Determinadas capacidades tradicionales que durante muchos milenios se consideraron divinas se han vuelto tan comunes en la actualidad que apenas pensamos en ellas. La persona media se desplaza y se comunica a distancia hoy en día mucho más fácilmente que los dioses griegos, hindúes o africanos de la antigüedad.»

«Hasta ahora, hemos competido con los dioses de la antigüedad con la creación de herramientas cada vez mejores. En un futuro no muy lejano podremos crear superhumanos que aventajen a los antiguos dioses no en sus herramientas, sino en sus facultades corporales y mentales. Sin embargo, si llegamos a ese punto, la divinidad será algo tan mundano como el ciberespacio: una maravilla de maravillas que simplemente ya damos por hecha.»

«Podemos estar muy seguros de que los humanos apostarán por la divinidad porque los humanos tienen muchas razones para desear esta mejora, y también muchas maneras de conseguirla. Incluso si una senda prometedora acaba siendo un callejón sin salida, habrá rutas alternativas que seguirán abiertas. Por ejemplo, podríamos descubrir que el genoma humano es demasiado complicado para someterlo a una manipulación seria, pero esto no impedirá el desarrollo de interfaces cerebro-ordenador, nanorrobots o inteligencia artificial.»

«En su búsqueda de salud, felicidad y poder, los humanos cambiarán gradualmente primero una de sus características y después otra, y otra, hasta que ya no sean humanos.»

Los Semi Dioses de Un Mundo Feliz

En la distopía huxliana, tanto hombres como mujeres son como dioses, y digo que son como dioses porque tienen el mismo hábito del Dios griego Zeus: la promiscuidad. Si bien es cierto Zeus estaba casado con su hermana de nombre Hera, esto no fue impedimento para que el poderoso Dios le fuera infiel a su esposa con otra fémina, sino que pudo usar distintas técnicas para seducir y mantener relaciones sexuales con diosas, ninfas y otros seres humanos, incluso, de su propio sexo.

En un mundo feliz, como bien se sabe, no hay familias, así que técnicamente hablando no pueden existir casos de incestos como el de Zeus con su hermana Hera, tampoco puede haber infidelidades ya que las parejas sentimentales monogámicas están prohibidas. En esta sociedad todo el mundo pertenece a todo el mundo, lo que quiere decir que, todo el mundo puede tener sexo con todo el mundo, por lo tanto, en este mundo viven personas promiscuas activamente es decir que mantienen sexo sin ningún tipo de ataduras sentimentales, económicas, etc.

YNH indica que en el futuro podremos comprar la sensualidad de Afrodita, entonces, ¿Por qué no podríamos comprar el vigor sexual de Zeus para acostarnos con medio o todo el mundo?  En la sociedad huxliana hay una persona que compro la belleza y el vigor sexual de Zeus, el personaje es Helmholtz Watson, un alfa más, se decía que había tenido seiscientas cuarenta amantes diferentes en menos de cuatro años, sin duda, Watson supero a Zeus, ya que a este dios griego se le calcula más de treinta amantes a pesar de tener esposa. Pero Watson no necesita raptar a nadie, mucho menos requiere de técnicas de transformación para convertirse en un cisne y seducir a las mujeres de un mundo feliz, ya que en la sociedad de Watson el sexo no solo está limitado a la reproducción de la especie, no es un tabú, no es algo privado, intimo o prohibido, el sexo ha sido liberado de estas cadenas de un tiempo de amores y familitis, la gente en este futuro utópico disfruta de su liberación sexual teniendo sexo por placer con todo el mundo de forma desmesurada y siempre al alcance. Zeus, sin exagerar, no sería nada con sus menos de cincuenta amantes a comparación de Watson y muchos otros de un mundo feliz que tienen cientos y cientos de amantes sexuales.

YNH precisa tres caminos que hacen posible un mundo feliz transhumanista: ingeniería biológica, ingeniería cíborg e ingeniería de seres no orgánicos. Respecto a la ingeniería biológica, se indica que el Homo Sapiens fue moldeado por la selección natural durante cuatro mil millones de años, pero que no hay razón para pensar que el Homo Sapiens sea la última evolución del ser humano.  La selección natural es y será intervenida por diseños inteligentes que por lo tanto darán paso a la selección artificial del ser humano. Los bioingenieros no van a esperar los miles de millones de años para que la selección natural nos haga evolucionar. La ingeniería biológica no es nada más y nada menos que la aplicación del conocimiento de, por ejemplo, la ingeniería informática, a problemas o asuntos biológicos. De esta forma, estos profesionales de ingeniería realizaran manipulaciones y diseños inteligentes a la biología humana, como, por ejemplo: modificar el código genético, reparar las conexiones cerebrales, alterar el sistema bioquímico humano, incluso imprimir piel humana y entre otras maravillas que mejorarían y salvarían la vida de muchas personas.

Respecto a la ingeniería ciborg, debemos recordar que cyborg se define como organismo cibernético, es decir, que un humano cyborg es aquel que tiene elementos biológicos y dispositivos cibernéticos en un mismo cuerpo. Cuando nos referimos a personas ciborgs nos imaginamos un futuro donde las personas tendrán más partes artificiales que orgánicas, entonces podemos imaginarnos la siguiente diferenciación: seres orgánicos que no tienen ninguna parte artificial, seres ciborgs que tienen una combinación entre partes orgánicas y artificiales y los mecánicos que ya no tienen ninguna parte orgánica, son totalmente artificiales, la duda que surge es: si un humano puede adquirir partes artificiales pasando de ser orgánico a cíborg y de ciborg a ser totalmente artificial, ¿seguirá siendo humano? No, ya no será humano. Hoy en día ya están desarrollando las partes artificiales del cuerpo humano que permitirán a los humanos ser seres ciborgs, existen en desarrollo piernas biónicas, brazos robóticos, corazones artificiales que puedan reemplazar al corazón biológico, ojos tecnológicos, de esta manera, podemos imaginar un cuerpo humano totalmente artificial, con el cerebro como única parte orgánica natural, ¿nuestro cerebro orgánico también será reemplazado? Quizás el cerebro positrónico de los robots de Isaac Asimov también ocupen la cabeza de los humanos ciborgs del futuro.

Por su parte, en un mundo feliz, a pesar de desarrollarse en el ficticio año 2540, no se detallan ampliamente los desarrollos en ingeniería ciborg. Recordemos que el término Ciborg fue acuñado por Manfred E. Clynes y Nathan S. Kline en el año 1960, tres años antes del fallecimiento de Aldous Huxley en 1963. Los desarrollos que si son influyentes son los avances en ingeniería biológica y genética. Tenemos, por ejemplo, la manipulación artificial de las secreciones internas del cuerpo humano para que estas no aceleren el envejecimiento y de este modo conservar la juventud, también, hay presente dispositivos artificiales en el proceso de ensamblaje de los seres humanos en la cadena de montaje biológica, se menciona al pulmón artificial, a la sangre artificial y en la genética el más nefasto ejemplo, es el método bokanowsky, tal técnica permite, no se sabe si con ayuda computacional e informática, la clonación de los seres humanos en masa a partir de un solo embrión fecundado, siendo esta técnica la que garantiza la estabilidad y el control demográfico de la población de un mundo feliz, sumando a estos avances biológicos y genéticos, al útero artificial que desplaza al vientre natural de cada mujer al desuso.

En Un Mundo Feliz, los humanos ya son semidioses y viven en su paraíso terrenal, sin hambre que padezcan, sin enfermedades que no puedan controlar, sin guerras y conflictos armados, con la juventud casi perfecta, con la droga perfecta, en búsqueda de la inmortalidad, con serios avances en la biotecnología, bioingeniería, biogenética, con el control demográfico de la población y entre otros logros socioculturales, sociopolíticos y socioeconómicos. En lo personal, no creo que los humanos de un mundo feliz sean dioses totalmente como los que plantea YNH, no creo que Huxley se haya imaginado a Bernard Marx con un brazo biónico o a Lenina con un corazón artificial, sin embargo, tanto Harari como Huxley coinciden en que el hombre ha tomado el lugar de Dios y ahora puede hacer su voluntad con su cuerpo, con su mente y con la naturaleza y la realidad que los rodea, pudiendo incluso crear otras realidades en la virtualidad cibernética, hasta este punto se abren las fronteras hacia lo inimaginable y quizás pueda llegar la Era Espacial, la época de la exploración de otros mundos, cabe recordar que, Huxley rechazo la idea de que las próximas épocas serian la Era del Espacio y su conquista sino la Era de la Superpoblación y de los Enemigos de la Libertad. ¿Es posible que cuando el humano ya no sea humano pueda viajar entre las galaxias o descubrir un nuevo universo? No lo sabemos, pero el mundo feliz huxliano es un estado colectivo previo del ser humano para dejar ser humano y para pasar a ser cualquier otro ente inorgánico, sin sentimientos y calculador.

Por Favor, ¿Puede Alguien Pisar el Freno?

«Esta es la razón por la que cada vez más individuos, organizaciones, empresas y gobiernos se toman muy en serio la búsqueda de la inmortalidad, la felicidad y los poderes divinos. Compañías de seguros, fondos de pensiones, sistemas de salud y ministerios de economía ya están aterrados por el salto en la esperanza de vida. La gente vive mucho más tiempo de lo que se esperaba, y no hay dinero para pagar las pensiones y los tratamientos médicos. A medida que los setenta años de edad amenazan con convertirse en los nuevos cuarenta, los expertos piden que se aumente la edad de la jubilación y que se reestructure todo el mercado laboral.»

«Cuando la gente se dé cuenta de lo rápidamente que nos precipitamos hacia lo gran desconocido y que no podemos contar siquiera con la muerte para protegernos de él, su reacción será confiar en que alguien pise el freno y consiga reducir la velocidad. Pero no podemos pisar el freno, por varias razones.»

«En primer lugar, nadie sabe dónde está el freno. Aunque algunos expertos están familiarizados con los avances en un ámbito determinado, sea este la inteligencia artificial, la nanotecnología, los datos masivos (big data) o la genética, nadie es un experto en todos ellos. Por lo tanto, nadie es realmente capaz de conectar todos los puntos y ver la imagen entera. Diferentes ámbitos se influyen entre sí de formas tan intrincadas que ni las mentes más brillantes son capaces de adivinar cómo podrían impactar los descubrimientos en inteligencia artificial en la tecnología o viceversa.»

«Nadie puede absorber todos los últimos descubrimientos científicos, nadie puede predecir qué aspecto tendrá la economía global dentro de diez años, y nadie tiene ninguna pista de hacia dónde nos dirigimos con tanta precipitación. Puesto que ya nadie entiende el sistema, nadie puede detenerlo.»

«En segundo lugar, si de alguna manera consiguiéramos pisar el freno, nuestra economía se derrumbaría, junto con nuestra sociedad. Tal como se explica en un capítulo posterior, la economía moderna necesita un crecimiento constante e indefinido para sobrevivir. Si el crecimiento llegara a detenerse, la economía no se asentaría en un cómodo equilibrio: caería en pedazos. Esta es la razón por la que el capitalismo nos anima a buscar la inmortalidad, la felicidad y la divinidad. La cantidad de zapatos que podemos ponernos, la cantidad de coches que podemos conducir y la cantidad de fines de semana que podemos disfrutar en la nieve tienen un límite. Una economía construida sobre el crecimiento perpetuo necesita proyectos interminables…, exactamente como la búsqueda de la inmortalidad, la dicha y la divinidad.»

«Pues bien, si necesitamos proyectos interminables, ¿por qué no conformarnos con la dicha y la inmortalidad, y, al menos, dejar a un lado la aterradora búsqueda de poderes sobrehumanos? Porque esta es indivisible de las otras dos. Si se desarrollan piernas biónicas que permiten a los parapléjicos volver a andar, la misma tecnología puede utilizarse para mejorar a la gente sana. Si se descubre cómo detener la pérdida de memoria en los ancianos, los mismos tratamientos podrían potenciar la memoria de los jóvenes.»

«No hay una línea clara que separe curar de mejorar. La medicina casi siempre empieza salvando a las personas de caer por debajo de la norma, pero las mismas herramientas y conocimientos pueden usarse entonces para sobrepasar la norma. La Viagra empezó su vida como un tratamiento para problemas de tensión arterial. Para sorpresa y deleite de Pfizer, resultó que la Viagra también puede vencer la impotencia. Ello ha permitido a millones de hombres recuperar su capacidad sexual normal; pero, muy pronto, hombres que en principio no tenían problemas de impotencia empezaron a consumir la misma píldora para superar la norma y adquirir una potencia sexual de la que nunca habían disfrutado.»

«Lo mismo puede ocurrir con la ingeniería genética. Si un multimillonario declarase abiertamente su intención de producir hijos superinteligentes, podemos imaginar las protestas públicas que se desatarían. Pero no ocurrirá así. Es más probable que nos deslicemos por una pendiente resbaladiza. La cosa empieza con padres cuyo perfil genético pone a sus hijos en gran peligro de sufrir enfermedades genéticas mortales. Por ello realizan fecundaciones in vitro y comprueban el ADN del óvulo fecundado. Si todo está en orden, perfecto. Pero si la prueba de ADN descubre las temidas mutaciones, se destruye el embrión.»

«Pero ¿por qué correr un riesgo al fecundar un solo óvulo? Mejor fecundar varios, de modo que, aunque tres o cuatro salgan defectuosos, haya al menos uno bueno. Cuando este procedimiento de selección in vitro resulte lo bastante aceptable y barato, su uso podría extenderse. Las mutaciones son un riesgo generalizado. Todas las personas portan en su ADN algunas mutaciones nocivas y alelos menos que óptimos.»

«Cuando la investigación con células madre nos permita crear una provisión ilimitada y barata de embriones humanos, podremos seleccionar nuestro bebé óptimo de entre centenares de candidatos, todos los cuales portarán nuestro ADN y serán perfectamente naturales, y ninguno de los cuales requerirá ninguna ingeniería genética futurista. Repitamos este procedimiento durante algunas generaciones y podremos terminar fácilmente con superhumanos (o con una distopía terrorífica).»

«Pero ¿qué ocurre si incluso después de haber fecundado numerosos óvulos encontramos que todos ellos contienen algunas mutaciones letales? ¿Deberíamos destruir todos los embriones? En lugar de hacerlo, ¿por qué no sustituir los genes problemáticos? Un exitoso avance es el efectuado con el ADN mitocondrial. Las mitocondrias son diminutos orgánulos que hay en el interior de las células humanas y que producen la energía que esta utiliza. Tienen su propia dotación de genes, completamente separada del ADN del núcleo celular. El ADN mitocondrial defectuoso da lugar a varias enfermedades debilitantes o incluso letales. Es técnicamente posible, con la tecnología in vitro de hoy en día, superar las enfermedades genéticas mitocondriales mediante la creación de un «bebé de tres progenitores».»

«El ADN nuclear del bebé procede de dos progenitores, mientras que el ADN mitocondrial procede de una tercera persona. En el año 2000, Sharon Saarinen, de West Bloomfield (Michigan), dio a luz un bebé sano, una niña, Alana. El ADN nuclear de Alana procedía de su madre, Sharon, y de su padre, Paul, pero su ADN mitocondrial procedía de otra mujer. Desde una perspectiva puramente técnica, Alana tiene tres progenitores biológicos. Un año después, en 2001, el gobierno de Estados Unidos prohibió este tratamiento, debido a inquietudes relacionadas con la seguridad y la ética.»

«Por el momento es técnicamente imposible, e ilegal, sustituir el ADN nuclear, pero si se resuelven las dificultades técnicas, la misma lógica que favoreció la sustitución de ADN mitocondrial defectuoso parece que justificará hacer lo mismo con el ADN nuclear.»

«Después de la selección y la sustitución, el siguiente paso potencial es la corrección. Una vez que sea posible corregir genes letales, ¿por qué pasar por el embrollo de insertar un ADN extraño cuando se puede simplemente reescribir el código y transformar un gen mutante peligroso en su versión benigna? Es posible que entonces podamos empezar a usar el mismo mecanismo para reparar no solo los genes letales, sino también los responsables de enfermedades menos letales, del autismo, de la estupidez y de la obesidad. ¿Quién querría que su hijo o su hija padecieran algo de esto? Supongamos que un test genético indica que nuestra futura hija será con toda probabilidad lista, hermosa y amable…, pero padecerá depresión crónica. ¿No querríamos librarla de años de infelicidad mediante una intervención rápida e indolora en el tubo de ensayo?»

«Y, ya puestos, ¿por qué no darle a la niña un empujoncito? La vida es dura y exigente incluso para la gente sana. De modo que seguramente sería útil que la pequeña tuviera un sistema inmunitario más fuerte de lo normal, una memoria por encima de la media o una predisposición particularmente alegre. Y, aunque no quisiéramos esto para nuestra hija, ¿qué pasaría si los vecinos se lo estuvieran haciendo a la suya? ¿Aceptaríamos que nuestra hija quedara rezagada? Y si el gobierno prohibiera a todos los ciudadanos modificar a sus bebés, ¿qué ocurriría si los norcoreanos lo hicieran y produjeran genios, artistas y atletas sorprendentes que superaran con mucho a los nuestros? Y de este modo, a pequeños pasitos, estamos en el camino de tener un catálogo de niños genéticos.»

«La curación es la justificación inicial para cualquier mejora.»

«Con ayuda de la ingeniería genética —explicarán— podremos vencer al cáncer. Y si conseguimos conectar directamente cerebros y ordenadores, podremos curar la esquizofrenia».

«Cuando conectemos con éxito cerebros y ordenadores, ¿usaremos esta tecnología solo para curar la esquizofrenia? Si alguien de verdad lo cree, quizá sepa mucho sobre cerebros y ordenadores, pero mucho menos acerca de la psique y la sociedad humanas. Cuando se efectúe un descubrimiento trascendental, no se podrá limitar su uso a la curación y prohibir completamente su aplicación a la mejora.»

«Desde luego, los humanos pueden limitar, y lo hacen, el uso de las nuevas tecnologías. Así, el movimiento eugenésico cayó en desgracia después de la Segunda Guerra Mundial, y aunque el comercio de órganos humanos es ahora posible y potencialmente muy lucrativo, por el momento ha sido una actividad muy periférica. Quizá diseñar bebés se vuelva algún día en algo tan factible tecnológicamente como asesinar a personas para hacerse con sus órganos, pero igual de periférico.»

«Esta es la razón por la que es tan vital pensar en la nueva agenda de la humanidad. Precisamente porque tenemos cierto margen de elección con respecto al uso de las nuevas tecnologías, sería preferible que comprendiéramos qué está sucediendo y decidiéramos qué hacer al respecto antes de que ellas decidan por nosotros.»

Por Favor, ¿Puede Alguien Pisar el Freno? Nadie, ninguno de nosotros puede pisar el freno del auto en el que estamos, mientras viajamos por la autopista con destino a la distopía.

En esta parte, es donde YNH se hace la siguiente pregunta: Por Favor, ¿Puede Alguien Pisar el Freno? Aquí el desarrolla el tema del eugenismo y la genética humana, incluso reconociendo que podríamos vivir en una distopía terrorífica.

«Repitamos este procedimiento durante algunas generaciones y podremos terminar fácilmente con superhumanos (o con una distopía terrorífica).»

¿Distopía Terrorífica? Sí, como la distopía transhumanista de la película de ‘ciencia ficción’ Gattaca del año 1997.

Portada de la película Gattaca, en el fondo se puede ver como Saturno contrasta con un embrión o gameto.

El film nos presenta un futuro impreciso en la historia humana, donde la ingeniería genética y el transhumanismo han alcanzado un notable avance en el desarrollo de sus tecnologías, que han cambiado los aspectos sociales, culturales, económicos y políticos de la vida de los seres humanos de una manera radical.

Los sistemas de identificación actuales, por ejemplo, la identificación por huella dactilar o por la retina es decir con los ojos, son mecanismos de identificación biométricos que se realizan por diferentes empresas, instituciones o negocios, estos sistemas de identificación modernos dejarán en desuso con el tiempo a los documentos de identificación físicos, vale decir, a distintos tipos de plásticos, papel, etc. En Gattaca el sistema de identificación de las personas no se realiza por huella dactilar o reconocimiento de iris, se realiza por medio de reconocimiento genético, quiero decir, el reconocimiento se realiza mediante la sangre, se nos muestra un ejemplo, mediante una máquina que pincha los dedos (el índice) para extraer una gota de sangre y verificar si el individuo es válido o no valido para el acceso a una instalación o información.

La historia de la película, gira entorno a Vincent Anton Freeman que desea pertenecer al equipo de astronautas que viajarán al décimo cuarto satélite de Saturno: Titán. El viaje de la tripulación llevara un año de tiempo desde la Tierra hasta Titán.

Vincent nos cuenta su historia y menciona que “solían decir que un niño concebido por amor tenía una mayor probabilidad de ser feliz, ahora ya nadie lo dice.” ¿Por qué ya nadie lo dice? Porque concebir a un niño por amor hace referencia a la concepción natural donde una mujer se embaraza para tener hijo, sin embargo, en este mundo la reproducción se realiza de forma artificial casi exclusivamente, es decir, que es muy reducido el número de personas que se reproducen vivíparamente.

Vincent comenta: “nunca entenderé que es lo que empujo a poner su fe en las manos de Dios y no en su genetista.” Esto quiere decir que en este futuro, la Fe en Dios probablemente también sea una actividad de un muy reducido número de personas, ya que se consideran a los genetistas como creadores de los ‘bien nacidos’ y ya no a Dios, es decir el hombre es el creador de sí mismo superando a Dios con sus imperfecciones y la Fe en Dios como creador del universo, del mundo y del hombre han perdido su validez en las vidas de las personas.

Luego vemos como Marie Freeman da luz a su hijo Vincent, mientras Vincent del futuro relata: “Diez dedos en las manos y diez dedos en los pies eso era lo único que importaba antes, ahora ya no, a los pocos segundos de vida podían saber el tiempo exacto y la causa de mi muerte.” Seguidamente vemos como una enfermera del parto toma un dispositivo que pincha para extraer sangre y lo hace en el pie izquierdo del bebe, esta muestra de sangre es introducida en un tubo que está conectada a una computadora, que a su vez imprime todos los datos genéticos para ser leídos. Los datos genéticos de Vincent son dictados por la enfermera a su padre y son: “lesión neurológica 60% de probabilidad, depresión maníaca 40% de probabilidad, trastornos por falta de concentración 89%, trastornos cardíacos 99%, riesgo de muerte prematura, esperanza de vida 30, 2 años” es decir que es considerado como un “enfermo crónico.”

“Como la mayor parte de los padres de su época, estaban decididos a que su próximo hijo viniera al mundo de la forma que se había convertido en el modo natural” relata Vincent, es decir que el modo natural del futuro seria concebir a los hijos con técnicas artificiales, mientras que el modo natural de hoy en día, podríamos decir, es considerado algo salvaje.

De esta manera Antonio Freeman y Marie Freeman deciden tener otro hijo de la forma natural en su época, dicho de otro modo, por medio de las técnicas artificiales, y recurren, a lo que señalo como un centro de fertilidad actual, en la escena siguiente vemos a un genetista dar la siguiente charla a estos padres:

“Sus óvulos extraídos, Marie, han sido fertilizados con esperma de Antonio”, evidentemente esta es una técnica muy conocida en nuestra época actual, es la técnica de la fecundación in vitro.

“Tras la exploración nos han quedado, como ven, dos chicos sanos y dos chicas muy sanas, naturalmente sin predisposición a ningún tipo de enfermedad hereditaria, solo queda seleccionar al candidato más compatible” Esta es una escena que revela un debate en la actualidad, ¿Qué hacemos con los embriones sobrantes? Si se congelan para siempre, si se donan a otras personas o se designan como material de investigación. En la película los padres eligen a un chico, por lo tanto, los otros dos embriones de sexo femenino y el embrión de sexo masculino sobrante, aunque no se explica en la película, supongo, han sido congelados para cuando los padres quieran tener otros hijos a futuro (algo que parece no pasar porque los padres mueren), o fueron donados a otras personas infértiles mediante un banco de gametos o posible y simplemente fueron destruidos.  Como dice YNH: «Pero ¿por qué correr un riesgo al fecundar un solo óvulo? Mejor fecundar varios, de modo que, aunque tres o cuatro salgan defectuosos, haya al menos uno bueno. Cuando este procedimiento de selección in vitro resulte lo bastante aceptable y barato, su uso podría extenderse. Las mutaciones son un riesgo generalizado. Todas las personas portan en su ADN algunas mutaciones nocivas y alelos menos que óptimos.»

El doctor genetista continua: “Primero podemos decidir el sexo, ¿ya lo han pensado? Habían especificado ojos castaños, pelo oscuro, piel clara (y el genetista es de piel negra y sonríe), me he tomado la libertad de erradicar cualquier elemento perjudicial, calvicie prematura, miopía, alcoholismo, propensión a la adicción o a la violencia, obesidad, etc.” Recordemos lo que menciono YNH: “Quizá diseñar bebés se vuelva algún día en algo tan factible tecnológicamente como asesinar a personas para hacerse con sus órganos, pero igual de periférico.”

“Querrán dotar a sus hijos de las mejores condiciones posibles, créanme ya tenemos suficientes imperfecciones, no, su hijo no necesita ninguna carga adicional y no olviden este niño es como ustedes, simplemente lleva lo mejor de ustedes, aunque concibieran de forma natural mil veces jamás obtendrían un resultado así” les dice el genetista a los padres de Vincent, para reforzarnos la idea de que lo natural es imperfecto mientras que lo artificial es la perfección.

“Por supuesto, discriminar es ilegal, se denomina genoismo, pero nadie se toma la ley en serio.” Vincent revela al genoismo mientras postula como tripulante para viajar al espacio, en una compañia, supongo, del gobierno.

“Si tienes a revelar cualquier defecto, siempre pueden tomar una muestra de un picaporte, o de un apretón de manos, incluso de la saliva del sobre de solicitud, si hay dudas, una prueba legal de dopaje puede convertirse fácilmente en una mirada ilegal a futuro en la compañía”, recordemos que Vincent estaba postulando a la compañía espacial que tenía misiones que llevan al satélite Titán.

Luego que Vincent decide irse de su casa comienza a buscar trabajo para cumplir su sueño de salir del planeta Tierra, pero solo consigue trabajos relacionados a la limpieza, el relata: “Como muchos otros en mi situación, en los años siguientes fui de un lado a otro buscando trabajo donde podía, creo he limpiado la mitad de los retretes del estado, pertenecía a una nueva clase baja, ya no determinada por el estatus social o el color de la piel, no, ahora es una ciencia la que automáticamente nos discrimina.” Es así que al racismo o al clasismo se le suma el genoismo, es decir la discriminación genética.

“Para los genéticamente superiores el éxito es más fácil de conseguir, pero en lo absoluto está garantizado, al fin y al cabo, no hay ningún gen que marque el destino, y cuando por cualquier motivo un miembro de la élite cae en desgracia su identidad genética se convierte en una valiosa mercancía para los desaprensivos, las pérdidas de uno son las ganancias de otros” esta revelación de Vincent nos deja claro que se formaran las mafias de la genética, que se encargaran de suplantar la información genética de las personas para distintos fines, en el caso de la película, es para suplantar la identidad de Jerome Eugene Morrow y dársela a Vincent para que este pueda ingresar a la compañía espacial con su identidad genética, de esta manera Jerome recibe ganancias económicas ya que Jerome se encuentra discapacitado porque se rompió la columna y su restauración es irrealizable.

“Eugene nunca había sufrido la discriminación rutinaria de un útero, un nacimiento por fe o un no válido como nos llamaban, él era un válido, un vitro, un hombre fabricado, el sufría una carga distinta, la carga de la perfección, ahora ya pertenecía a un segmento de la sociedad relativamente nuevo y especialmente detestado, uno de esos que se niegan a jugar las cartas que se le han repartido, se me conoce más corrientemente como un escalón prestado o un degenerado.” Claro, sucede que al igual en un mundo feliz no puede haber discriminación por la reproducción o gestación natural de los seres humanos, porque lo natural ahora es lo artificial, se realiza la fecundación in vitro, la inseminación artificial, existe el útero artificial y todos estos mecanismos se consideran validos, mientras que lo demás es considerada lo no valido o como se conoce en la pesadilla huxliana “una práctica salvaje”. Todos los hombres y mujeres de un mundo feliz son completamente civilizados, validos, vitros, seres fabricados, hombres y mujeres probeta.

Mientras que en Gattaca podemos observar como abundan los negocios sobre la identidad genética, que son pequeños centros legales que ofrecen el servicio de identidad genética a una amplia clientela, por ejemplo, se puede observar como a una mujer le sobre pasan un hisopo sobre sus labios para tomar una prueba y averiguar los datos genéticos de la persona que beso hace cinco minutos. Por su parte Irene Cassini que es otra postulante en la compañía espacial para el viaje a Titán, ha tomado un cabello que dejo deliberadamente Vincet con su identidad de Eugene (el cabello es de Eugene) para averiguar sus datos genéticos en estos centros, Irene le entrega a uno de estos técnicos el cabello y casi en un instante el técnico le da una especie de tubo plástico con la información (papel) con los datos genéticos de Eugene, la cual puede verificar que es un “buen elemento” con un resultado de 9,3 supongo de una escala del 0 a 10.

«Irene pregunta: ¿No lo sabias? ¿Maravillosa no? “No importa los dedos sino como se toca” responde Vincent, confundida, Irene añade “Esa pieza es para doce dedos.”» Cuando Irene y Vincent salen a cenar, se puede observar que están presenciando a una pianista tocar una pieza muy hermosa, cuando el pianista finaliza la pieza, todo el mundo aplaude increíblemente, pero nos encontramos con una gran sorpresa cuando tira sus guantes al público, lo impactante de este pianista es que tiene doce dedos y que la pieza que toca solo es posible tocarla con esa cantidad de dedos. Inmediatamente, podemos conectar esta escena de Gattaca con lo dicho por YNH: “los bioingenieros tomarán el viejo cuerpo del sapiens y, con deliberación, reescribirán su código genético, reconectarán sus circuitos cerebrales, modificarán su equilibrio bioquímico e incluso harán que le crezcan extremidades completamente nuevas.”

«That piece can only be played with 12»

¿Quizá YNH se refería a Gattaca cuando menciono una distopía terrorífica?

Gattaca del director Andrew Niccol reúne algunas características de Un Mundo Feliz de Aldous Huxley. Ambos son mundos donde la ingeniería genética y el eugenismo son las filosofías dominantes. Mientras que en Gattaca se han creado dos clases, los validos e inválidos, en Un Mundo Feliz la estratificación es más amplia, son cinco castas, sin embargo, el mando de la sociedad está a mano de la clase más alta, los alfas quienes son los más fuertes, los inteligentes y los más bellos, estas características se van degradando mientras bajamos por la clase beta, gamma, delta y hasta llegar a los épsilon que son la clase más baja, los menos inteligentes, los menos bellos y los menos fuertes, son la clase trabajadora, obrera y servicial, justamente desempeñan trabajos de limpieza, construcción, etc.

¿Los Eugene’s de Gattaca “los bien nacidos” gobernaran el mundo mejor del futuro? Según YNH sí porque no hay nadie quien pise el freno.

Una Distopía Terrorífica y la pieza que solo puede ser tocada con doce.


«(…) Los bioingenieros tomarán el viejo cuerpo del sapiens y, con deliberación, reescribirán su código genético, reconectarán sus circuitos cerebrales, modificarán su equilibrio bioquímico e incluso harán que le crezcan extremidades completamente nuevas (…) Repitamos este procedimiento durante algunas generaciones y podremos terminar fácilmente con superhumanos (o con una distopía terrorífica).» ¿Es Gattaca esa distopía terrorífica? En la imagen vemos a un famoso pianista del mundo futurista donde se desarrolla Gattaca, en apariencia todo es ordinario, salvo que las piezas que toca el pianista, han sido diseñadas para ser tocadas utilizando doce dedos. ¿Humanos con doce dedos? La persona de la imagen es el pianista con doce dedos, seis dedos en cada mano. Instantáneamente, conecto Homo Deus de Yuval Noah Harari con Gattaca de Andrew Niccol, estos dedos adicionales son una de esas extremidades a la que se refiere YNH, con la bioingeniería y la biogenética transhumanista es posible añadir nuevas partes y extremidades (sean orgánicas o inorgánicas) al cuerpo humano para ser más que mejores en casi cualquier aspecto de la vida. El pianista de Gattaca es un súper humano que jamás hubiese podido tocar tales piezas de no ser por la bioingenieros y los genetistas. ¿Qué tan lejos estamos de este futuro? Repitamos este procedimiento durante algunas generaciones y podremos terminar fácilmente viviendo como en Gattaca. 

Una Pistola en el Primer Acto

«Durante trescientos años, el mundo ha estado dominado por el humanismo, que sacraliza la vida, la felicidad y el poder de Homo sapiens. El intento de conseguir la inmortalidad, la dicha y la divinidad no hace más que llevar los antiguos ideales humanistas a su conclusión lógica.»

«El humanismo (el culto a la humanidad) ha conquistado el mundo. Pero el auge del humanismo contiene asimismo las semillas de su caída.»

«Mientras que el intento de mejorar a los humanos hasta convertirlos en dioses lleva al humanismo a su conclusión lógica, deja al descubierto simultáneamente sus defectos inherentes. Si uno comienza con un ideal defectuoso, a menudo solo aprecia sus defectos cuando el ideal está próximo a su realización.»

«Ya podemos ver este proceso en marcha en las salas de los hospitales geriátricos. Debido a una creencia humanista intransigente en la sacralidad de la vida humana, mantenemos a personas con vida hasta que llegan a un estado tan lamentable que nos vemos obligados a preguntar: «¿Qué es exactamente tan sagrado aquí?». Debido a creencias humanistas similares, es probable que en el siglo XXI empujemos a la humanidad en su conjunto más allá de sus límites. Las mismas tecnologías que pueden transformar a los humanos en dioses podrían hacer también que acabaran siendo irrelevantes. Por ejemplo, es probable que ordenadores lo bastante potentes para entender y superar los mecanismos de la vejez y la muerte lo sean también para reemplazar a los humanos en cualquier tarea.»

«De ahí que en el siglo XXI la verdadera agenda será a buen seguro mucho más complicada de lo que ha sugerido este extenso capítulo inicial. En la actualidad podría parecer que la inmortalidad, la dicha y la divinidad constituyen los primeros puntos de nuestra agenda. Pero cuando estemos cerca de alcanzar esos objetivos, es probable que los trastornos resultantes nos desvíen hacia destinos completamente diferentes.»

«El futuro que se describe en este capítulo es simplemente el futuro del pasado, es decir, un futuro basado en las ideas y esperanzas que han dominado el mundo durante los últimos trescientos años. El futuro real, es decir, un futuro generado por las nuevas ideas y esperanzas del siglo XXI, podría ser completamente diferente.»

«Para comprender todo esto debemos retroceder e investigar quién es realmente Homo sapiens, cómo el humanismo se convirtió en la religión dominante en el mundo y por qué es probable que intentar cumplir el sueño humanista cause su desintegración. Este es el objetivo esencial del libro.»

«Homo sapiens hace todo lo que puede para olvidarlo, pero es un animal. Y es doblemente importante recordar nuestros orígenes en un momento en que buscamos transformarnos en dioses.»

«Ninguna investigación de nuestro futuro divino puede ignorar nuestro propio pasado animal ni nuestras relaciones con otros animales…, porque la relación entre los humanos y los animales es el mejor modelo que tenemos para las futuras relaciones entre los superhumanos y los humanos. ¿Quiere saber el lector cómo los cíborgs superinteligentes podrían tratar a los humanos de carne y hueso corrientes? Será mejor que empiece investigando cómo los humanos tratan a sus primos animales menos inteligentes.»

«Y si el humanismo se halla realmente en peligro, ¿qué podría ocupar su lugar?»

«El humanismo ha dominado el mundo durante trescientos años, que no es un período muy extenso.»

«Quizá el hundimiento del humanismo también sea beneficioso. Por lo general, la gente teme el cambio porque teme lo desconocido. Pero la única y mayor constante de la historia es que todo cambia.»

Sobre una pistola en el primer acto

Requiere precisar el asunto geriátrico al cual se refiere YNH. La relación que guarda con Un Mundo Feliz es respecto a las personas de la tercera edad. YNH habla de las personas que llegan a sus últimos años en condiciones de salud no muy buenas, del cual se considera que son condiciones muy lamentables para mantener con vida a estas personas. Esto puede prestar un lugar para hablar de la eutanasia, que se busca legalizar en la actualidad en muchos países para las personas de la tercera edad. De esta manera, en Un Mundo Feliz ya se ha logrado solucionar el indeseado estado del envejecimiento y las enfermedades que se presentan en los últimos años del ser humano, en este mundo mejor, se aborrece la senilidad, el envejecimiento es algo vulgar, horrendo e incluso prohibido, la vejez solo puede ser posible en las reservas incivilizadas de los salvajes, en las zonas civilizadas todo el mundo se mantiene joven tanto por dentro y por fuera (física y estéticamente) hasta los 70 u 80 años cronológicos. Es decir que, si hay ancianos por la edad que tienen, por la edad biológica, más los ancianos son irreconocibles en su apariencia estética y física. Leamos los siguientes extractos del libro: «—En la actualidad el progreso es tal que los ancianos trabajan, los ancianos cooperan, los ancianos no tienen tiempo ni ocios que no puedan llenar con el placer, ni un solo momento para sentarse y pensar.» Efectivamente, los ancianos solo son ancianos por su edad cronológica, sin embargo tanto física y estéticamente se mantienen jóvenes, por ejemplo, pueden disfrutar del sexo a los 70 años como lo hacían a los 20 años sin ningún impedimento, esto es gracias a que mantienen sus secreciones internas en constante renovación, leamos el siguiente extracto: « —¿Viejo? —repitió Lenina—. Pero… también el director es viejo; muchas personas son viejas; pero no son así.  —Porque no les permitimos ser así. Las preservamos de las enfermedades. Mantenernos sus secreciones internas equilibradas artificialmente de modo que conserven la juventud. No permitimos que su equilibrio de magnesio—calcio descienda por debajo de lo que era en los treinta años. Les damos transfusiones de sangre joven. Estimulamos de manera permanente su metabolismo. Por esto no tienen este aspecto. En parte —agregó— porque la mayoría mueren antes de alcanzar la edad de este viejo. Juventud casi perfecta hasta los sesenta años, y después, ¡plas!, el final.» Podríamos decir, este avance de la sociedad huxliana al conseguir la juventud casi perfecta es un logro que concuerda con la sacralización de la humanidad del que explica YNH. ¿Qué le falta a la sociedad actual para acabar con esas condiciones lamentables que tienen que pasar la mayoría de los ancianos? La respuesta es sencilla y está en mundo feliz: « —Sólo faltaba conquistar la vejez. —Hormonas gonadales, transfusión de sangre joven, sales de magnesio … —Todos los estigmas fisiológicos de la vejez han sido abolidos. Y con ellos, naturalmente …  —… Y con ellos, naturalmente, todas las peculiaridades mentales del anciano. Los caracteres permanecen constantes a través de toda la vida. —Trabajo, juegos… A los sesenta años nuestras fuerzas son exactamente las mismas que a los diecisiete. En la Antigüedad, los viejos solían renunciar, retirarse, entregarse a la religión, pasarse el tiempo leyendo, pensando… ¡Pensando!»

En la primera parte del libro podemos ver las siguientes preguntas:

Parte I: Homo sapiens conquista el mundo

¿Qué diferencia a los humanos de todos los demás animales? ¿Cómo conquistó el mundo nuestra especie? ¿Es Homo sapiens una forma de vida superior o solo el bravucón local?

El Antropoceno

«El mundo está poblado principalmente por humanos y sus animales domesticados.»

«Los científicos dividen la historia de nuestro planeta en eras tales como el Pleistoceno, el Plioceno y el Mioceno. Oficialmente, vivimos en el Holoceno. Pero sería más acertado denominar los últimos setenta mil años como Antropoceno: la era de la humanidad. Porque, durante estos milenios, Homo sapiens se ha convertido en el agente de cambio más importante en la ecología global.»

«Ahora la humanidad está a las puertas de sustituir la selección natural con el diseño inteligente, y a extender la vida desde el ámbito orgánico al inorgánico.»

Sobre el Antropoceno

En otras palabras, YNH nos hace reflexionar que, así como hay tantos animales domesticados en el mundo y están bajo el poder del ser humano, un día nosotros como seres humanos podríamos ser los animales domesticados del futuro para la nueva raza transhumanista o posthumana. El mejoramiento humano transhumanista es exactamente el movimiento que está a favor de reemplazar al humano orgánico con partes inorgánicas por distintas razones, por ejemplo, mejorar capacidades o curar enfermedades. El mejoramiento humano no sería nada más y nada menos que una forma de darwinismo social, la supervivencia del más apto, los más aptos serán los que tengan mejoras humanas artificiales sobre los menos aptos que serán los que mantienen su cuerpo completamente en su estado orgánico. Cuando el nuevo ser posthumanista viva en el planeta Tierra, un ser posthumano divino, podrá ver al hombre de carne y hueso tal como nosotros vemos hoy en día a los animales, como un ser salvaje que puede ser domesticado o que puede ser aislado en una reserva.

Los Hijos de la Serpiente

«La evidencia antropológica y arqueológica indica la probabilidad de que los cazadores-recolectores arcaicos fueran animistas: creían que no había una separación esencial entre los humanos y los demás animales.»

«La gente hablaba con los animales, los árboles y las piedras, así como con hadas, demonios y fantasmas.»

«La visión animista del mundo guía todavía a algunas comunidades de cazadores recolectores que han sobrevivido hasta la edad moderna.»

«Estas actitudes animistas sorprenden por extrañas a mucha gente de países industrializados. La mayoría vemos a los animales como seres esencialmente diferentes e inferiores. Ello se debe a que incluso nuestras tradiciones más antiguas se crearon miles de años después del final de la era de los cazadores-recolectores.»

«Pero la única vez en que un animal inicia una conversación con un humano es cuando la serpiente tienta a Eva a comer el fruto prohibido del saber.»

«Por ello, no sorprende que la Biblia rechace las creencias animistas y que su único relato animista aparezca justo al principio, como una terrible advertencia.»

«En el Jardín del Edén, Adán y Eva vivían como recolectores. La expulsión del Edén tiene una semejanza asombrosa con la revolución agrícola. En lugar de permitir a Adán que siguiera recolectando frutos silvestres, un Dios colérico lo condena: «Con el sudor de tu rostro comerás el pan». Quizá no sea una coincidencia, pues, que los animales bíblicos hablaran con los humanos solo en la era pre agrícola del Edén. ¿Qué lecciones extrae la Biblia de este episodio? Que no debemos escuchar a las serpientes, y que por lo general es mejor evitar hablar con animales y plantas. Ello no conduce más que al desastre.»

«En la mayoría de los lenguajes semíticos, «Eva» significa «serpiente» o incluso «serpiente hembra». El nombre de nuestra madre bíblica ancestral esconde un arcaico mito animista, según el cual las serpientes no son nuestros enemigos, sino nuestros ancestros.»

«Muchas culturas animistas creían que los humanos descendían de animales, como por ejemplo serpientes y otros reptiles. El cerebro de todos y cada uno de nosotros está construido alrededor de un núcleo reptiliano, y la estructura de nuestro cuerpo es esencialmente la de reptiles modificados.»

«El Génesis dice que, en lugar de descender de serpientes, los humanos fueron creados por obra divina a partir de materia inanimada.»

«La serpiente no es nuestro progenitor: nos seduce para que nos rebelemos contra nuestro Padre celestial. Mientras que los animistas consideraban a los humanos un animal más, la Biblia asegura que son una creación única, y cualquier intento de reconocer el animal que hay en nuestro interior niega el poder y la autoridad de Dios.»

«De hecho, cuando los humanos modernos descubrieron que en realidad evolucionaron a partir de reptiles, se rebelaron contra Dios y dejaron de escucharle, o incluso de creer en Su existencia»

¿Los hijos de la serpiente?

Tanto las ideas darwinistas como las ideas transhumanistas reconocen que no reconocen a Dios como el creador del ser humano, estos movimientos dan por hecho que, los seres humanos hemos evolucionado desde organismos unicelulares a reptiles, de reptiles a monos y de monos a sapiens, de esta manera la selección natural se encargó de hacernos lo que somos hoy, pero tendrían que pasar otros miles de millones de años para que la selección natural pueda llevarnos al siguiente nivel evolutivo. Para los darwinistas y transhumanistas la especie humana no es más que un animal más evolucionado que los demás. De esta manera, la diferencia entre el resto de animales y nosotros, los homos sapiens, es que el hombre tiene la capacidad de formar y vivir en una sociedad cooperativista, el hombre fuera de su comunidad es otro animal más, de esta manera el animal hombre es superior al resto de los animales por esta habilidad que le ha permitido crear toda la tecnología que hay disponible hasta hoy en el siglo XXI, el hombre mediante el estudio científico y su cooperación han llegado a dominar el planeta Tierra y a todos las demás especies, entonces se ha concluido que no hay un ser creador de vida (es decir que Dios no creo al planeta Tierra) o del hombre, por lo que el ser humano tiene la capacidad de intervenir en su salto evolutivo con el diseño inteligente, es decir con la intervención de las diferentes tecnologías como la bioingeniería, biogenética, biomedicina, etc.

De esta manera los nuevos posthumanos del futuro serán superiores a los humanos de hoy en día, tanto como los humanos de hoy en día consideran a los animales como seres inferiores.  Es interesante que YNH mencione a la Biblia, a Eva y a Dios. Tanto como en Un Mundo Feliz y como en Gattaca, tanto como para el movimiento Transhumanista de hoy en día, el Dios de las religiones monoteístas actuales no existe, está prohibido o ya nadie cree en la Fe o en Dios. Pues según la biblia, los primeros seres humanos fueron desterrados del paraíso por hablar con un animal, precisamente porque Eva hablo con la serpiente. Entiéndase este evento como una advertencia bíblica de que los seres humanos no deben hablar con los animales porque Dios ordenó no comer del fruto prohibido del árbol del conocimiento. Mientras que las culturas animistas nos dicen que el hombre es un animal más y que descienden de otros animales como las serpientes y otros reptiles, la Biblia menciona que el ser humano es una creación exclusiva de Dios. En este sentido, cuando Charles Robert Darwin (Ateo) público su teoría evolutiva el Origen de las Especies, los humanos dejaron de seguir o de creer en Dios porque tuvieron el conocimiento escrito, que en realidad no fueron creados de un día para otro por Dios, sino que descienden de reptiles de hace miles de millones de años gracias a la selección natural.

Curiosamente, la serpiente en términos bíblicos es la tentación, fue la serpiente quien tentó a la mujer en el paraíso. Y se sostiene que fue el diablo quien se transformó en serpiente para lograr su cometido de pervertir la creación de Dios. Fue esta serpiente quien convenció a Eva a comer el fruto prohibido y ella al primer hombre Adán, realizándose de esta manera el Pecado Original. En este sentido, podríamos decir que los hijos de la serpiente son los hijos del diablo o bien sus súbditos. Esto quiere decir que el darwinismo y el transhumanismo son movimientos que promueven la evolución, el conocimiento y el mejoramiento humano, que vendría hacer lo mismo que el fruto prohibido del árbol del conocimiento del bien y del mal, mismo fruto que Dios ordenó no se consumiera pero que finalmente el hombre fue tentado por una serpiente que en realidad era el diablo disfrazado, de esta manera podríamos preguntarnos, ¿somos los hijos o los súbditos del diablo serpiente?

Necesidades Ancestrales

«La aparición de la agricultura produjo nuevas oleadas de extinciones masivas, pero, lo que es más importante, también dio lugar a una forma de vida nueva en la Tierra: los animales domesticados.»

«Sin embargo, con el paso de los siglos, esta nueva forma de vida se hizo predominante. En la actualidad, más del 90 por ciento de todos los animales grandes son domesticados.»

«Lamentablemente, las especies domesticadas pagaron por su éxito colectivo con un sufrimiento individual nunca visto. Aunque el reino animal ha conocido muchos tipos de dolor y de desgracia durante millones de años, la revolución agrícola generó formas de sufrimiento completamente nuevas, que con el tiempo solo empeoraron.»

«Lo que hace que la suerte de los animales de granja sea particularmente dura no es solo cómo mueren, sino ante todo cómo viven.»

«Dos factores enfrentados han modelado sus condiciones de vida desde los tiempos antiguos hasta el presente: los deseos humanos y las necesidades de los animales.»

«Desgraciadamente, los humanos pueden causar un sufrimiento tremendo a los animales de granja de diversas maneras, incluso al tiempo que aseguran su supervivencia y su reproducción.»

«La raíz del problema es que los animales domesticados han heredado de sus antepasados salvajes muchas necesidades físicas, emocionales y sociales que son superfluas en las granjas humanas. Los ganaderos obvian de manera rutinaria dichas necesidades, sin pagar ninguna sanción económica.»

«Encierran a los animales en jaulas diminutas, mutilan sus cuernos y cola, separan a madres de hijos y crían monstruos de forma selectiva. Los animales padecen mucho, pero siguen viviendo y multiplicándose.»

«La teoría de la evolución sostiene que todos los instintos, impulsos y emociones han evolucionado respondiendo al interés único de la supervivencia y la reproducción. Si es así, ¿acaso la reproducción continua de los animales de granja no demuestra que sus necesidades reales son satisfechas? ¿Cómo puede un cerdo tener una «necesidad» que en verdad no sea necesaria para su supervivencia y su reproducción?»

«Es cierto que todos los instintos, impulsos y emociones evolucionaron con el fin de adaptarse a las presiones evolutivas de la supervivencia y la reproducción. Sin embargo, si estas presiones desaparecen de golpe, los instintos, impulsos y emociones que estas modelaron no desaparecen con ellas. Al menos, no al instante. Incluso si ya no son fundamentales para la supervivencia y la reproducción, estos instintos, impulsos y emociones continúan moldeando las experiencias subjetivas del animal.»

«Hoy en día, la mayoría de las puercas que viven en granjas industriales no tienen juegos de ordenador. Están encerradas por sus dueños humanos en minúsculos cajones de gestación, que por lo general miden dos metros por sesenta centímetros. Los cajones tienen el suelo de cemento y barras de metal, y apenas permiten que las cerdas preñadas se den la vuelta, duerman acostadas y, por descontado, anden. Después de tres meses y medio en tales condiciones, las cerdas son trasladadas a cajones algo mayores, donde paren y amamantan a sus lechones. Mientras que en la naturaleza los lechones mamarían entre diez y veinte semanas, en las granjas industriales se les desteta a la fuerza entre dos y cuatro semanas después de nacer, se les separa de su madre, y son enviados a engordar para su posterior sacrificio. De inmediato se fecunda a la madre de nuevo y se la envía al cajón de gestación para iniciar otro ciclo. La puerca típica pasará por entre cinco y diez ciclos como este antes de ser sacrificada. En los últimos años, el uso de cajones se ha restringido en la Unión Europea y en algunos estados de Estados Unidos, pero los cajones todavía se emplean de manera generalizada en otros muchos países, y decenas de millones de cerdas reproductoras pasan casi toda la vida en ellos.»

«Los granjeros humanos cuidan de todo lo que la puerca necesita para sobrevivir y reproducirse. Le proporcionan comida, la vacunan contra enfermedades, la protegen contra los elementos y la inseminan artificialmente. Objetivamente, la marrana ya no necesita explorar su entorno, ni socializar con otros cerdos, ni establecer lazos con sus lechones; ni siquiera necesita andar. Pero, subjetivamente, aún siente un impulso imperioso por hacer todo eso, y si dichos impulsos no se satisfacen, sufre mucho. Las puercas encerradas en cajones de gestación tienen típicamente síntomas de frustración aguda alternada con desesperación extrema.»

«Esta es la lección básica de la psicología evolutiva: una necesidad modelada hace miles de generaciones continúa sintiéndose subjetivamente, aunque en la actualidad ya no sea necesaria para la supervivencia y la reproducción. Trágicamente, la revolución agrícola confirió a los humanos el poder de asegurar la supervivencia y la reproducción de los animales domesticados y obviar a un tiempo sus necesidades subjetivas.»

S.V.P.

En Un Mundo Feliz, la situación respecto al sufrimiento de los animales, aparentemente, no ha cambiado mucho. En el capítulo V podemos enterarnos que hay unas instalaciones de ‘secreciones internas y externas’: «De las instalaciones del Trust de Secreciones Internas y Externas llegaban los mugidos de los millares de animales que proporcionaban, con sus hormonas y su leche, la materia prima necesaria para la gran factoría de Farnham Royal.» Si el Estado Mundial puede clonar seres humanos en masa mediante su nefasto Método Bokanowsky, imaginemos lo que pueden hacer con los animales, el pasaje anterior confirma ello: “mugidos de los millares de animales”, ¿serán millares de animales clonados? ¿animales in vitro como la oveja Dolly? Por supuesto. ¿Estos animales serán libres del sufrimiento que hoy padecen las cerdas de YNH? No lo sabemos, pero es innegable pensar que estos animales de la sociedad huxliana sean todos clonados, una razón es porque es más económico clonar a muchos animales para extraerles sus secreciones o beneficiarlos y por otro lado para evitar el sufrimiento de los animales tradicionales, ¿alguna técnica genetista podría quitar o disminuir el sufrimiento de los animales artificiales o naturales? Es posible, si bien es cierto, en los humanos huxlianos se pueden quitar el sufrimiento con el SOMA, ¿Por qué no podría haber alguna otra droga o modificación genética para los animales? Pensemos.

Los animales de hoy en día podrían ver una luz de esperanza, y me refiero a los animales que se benefician para el consumo humano, es decir, reces, cerdos o pollos. Hoy en día, se habla de la carne producida en laboratorio, también conocida como carne sintética o carne in vitro. Para los ingenieros que están detrás de la creación de la carne artificial lo que más importa es el siguiente objetivo: crear la carne perfecta, que se parezca a carne real, que sepa y vea mucho mejor que la carne de los animales de granja. Aunque el objetivo no es detener el sufrimiento de los animales, los humanos podríamos dejar de mirar a estos animales como productos. Hoy se habla de estos alimentos artificiales como una solución para la excesiva demanda de alimentos, debido al crecimiento demográfico mundial, sin embargo, en Un Mundo Feliz el asunto del control demográfico no es un problema, el control está a manos del Estado Mundial, por lo que es posible que en esta sociedad huxliana todos los animales para el consumo y por ende los productos que se originan de ellos sean creados en laboratorios.  Si las carnes y secreciones de hoy en día pasarían a ser extraídas de animales creados en laboratorio y que estos a su vez no sufran (gracias a alguna técnica) como lo hacen los animales de hoy en día, se podría, incluso, dejar de utilizar a los animales como ganado para el consumo humano que se viene realizando desde hace miles de años. No precisamente porque nos preocupamos porque sufra sino porque su sabor ya no nos complace satisfactoriamente. Sin embargo, debemos tener en cuenta la polémica bioética que implica este cambio tan radical.

En el lado humano, las necesidades físicas del hombre como respirar, alimentarse y descansar son completamente satisfechas en un mundo mejor huxliano. Como también las necesidades emocionales, y queda clara que muy satisfecha, como lo es con la necesidad de diversión, gracias a las orgías y fiestas comunales que se celebran, o la necesidad de estar relajados, el trabajo no es impedimento para que estén tensos, solo trabajan siete horas y media, lo que según indica el Interventor mundial es un tiempo ligero, sencillo e infantil. Y qué no decir de las necesidades sociales, todo el mundo pertenece a todo el mundo en la comunidad huxliana.  El hambre, la sed, el sexo, el sueño y otros impulsos humanos están totalmente cubiertos en un mundo feliz, ningún ser humano sufre, incluso los épsilones que realizan tareas que nos parecen inhumanas, ellos no experimentan ningún sufrimiento, han sido diseñados para no sufrir realizando la función que tengan aunque a nosotros nos cause indignación, nadie sufre en un mundo feliz salvo tengan problemas en el proceso de ensamblaje como Bernard Marx. Por lo visto, aunque en la sociedad huxliana que se desarrolla en el año 2500 y que, sin duda, es una sociedad transhumanista, aún no han podido desconectarse del “cerebro reptil animal” que tenemos los seres humanos. Este cerebro primitivo es el que controla los comportamientos instintivos y que se centra en las actividades más básicas de la supervivencia incluidas la agresividad, la dominación, la territorialidad y los rituales, ¿Qué se hace en un mundo feliz cuando el humano cede a su cerebro primitivo? Veamos.

Las necesidades ancestrales de los seres humanos no distan muchos del de los cerdos. También el humano se ve influido por su instinto de supervivencia y reproducción. En Un Mundo Feliz, estas necesidades están cubiertas, por ejemplo, los alimentos están disponibles inmediatamente en abundancia para que los seres humanos puedan alimentarse sin sufrir hambrunas y respecto a la reproducción es el Estado Mundial quien se encarga de velar por la raza humana y que esta no se extinga, el control demográfico de la población está a manos del gobierno mediante los centros de incubación y condicionamiento, por lo tanto, el sexo es otro juego más, para que todo el mundo se divierta, es otro deporte agregado a una larga lista, se realiza por placer sin ninguna responsabilidad, compromiso o atadura que tenga que ver con la familia o los hijos, nadie tiene que competir y ser violento para obtener una pareja sexual, para conseguir los alimentos o para vivir en un lugar seguro. No obstante, el humano huxliano aún mantiene su cerebro reptil y por ende es propenso a la violencia, el instinto ancestral humano de la agresividad hoy en día difícilmente puede ser controlado, incluso le damos un puntapié a la puerta cuando estamos enfurecidos, en la sociedad de Huxley este problema ha sido resuelto con el Sucedáneo de Pasión Violenta.

Veamos la conversación entre el Salvaje y Mustafá Mond después de la revuelta en el centro de distribución de SOMA: «—Lo que ustedes necesitan —prosiguió el Salvaje— es algo con lágrimas, para variar. Aquí nada cuesta lo bastante. —Atreverse a exponer lo que es mortal e inseguro al azar, la muerte y el peligro, aunque sólo sea por una cáscara de huevo… ¿No hay algo en esto? —preguntó el Salvaje, mirando a Mustafá Mond—. Dejando aparte a Dios, aunque, desde luego, Dios sería una razón para obrar así. ¿No tiene su hechizo el vivir peligrosamente? —Ya lo creo —contestó el Interventor—. De vez en cuando hay que estimular las glándulas suprarrenales de hombres y mujeres. —¿Cómo? —preguntó el Salvaje, sin comprender. —Es una de las condiciones para la salud perfecta. Por esto hemos impuesto como obligatorios los tratamientos de S.P.V. —¿S.P.V.? —Sucedáneo de Pasión Violenta. Regularmente una vez al mes. Inundamos el organismo con adrenalina. Es un equivalente fisiológico completo del temor y la ira. Todos los efectos tónicos que produce asesinar a Desdémona o ser asesinado por Otelo, sin ninguno de sus inconvenientes. —Es que a mí me gustan los inconvenientes. —A nosotros, no —dijo el Interventor—. Preferimos hacer las cosas con comodidad. —Pues yo no quiero comodidad. Yo quiero a Dios, quiero poesía, quiero peligro real, quiero libertad, quiero bondad, quiero pecado. —En suma —dijo Mustafá Mond—, usted reclama el derecho a ser desgraciado. —Muy bien, de acuerdo —dijo el Salvaje, en tono de reto—. Reclamo el derecho a ser desgraciado. —Esto, sin hablar del derecho a envejecer, a volverse feo e impotente, el derecho a tener sífilis y cáncer, el derecho a pasar hambre, el derecho a ser piojoso, el derecho a vivir en el temor constante de lo que pueda ocurrir mañana; el derecho a pillar un tifus; el derecho a ser atormentado. Siguió un largo silencio. —Reclamo todos estos derechos —concluyó el Salvaje. Mustafá Mond se encogió de hombros. —Están a su disposición —dijo.»

Los Organismos Son Algoritmos

«En las últimas décadas, los científicos de la vida han demostrado que las emociones no son un fenómeno espiritual misterioso que solo sirve para escribir poesía y componer sinfonías. En realidad, las emociones son algoritmos bioquímicos vitales para la supervivencia y la reproducción de todos los mamíferos. ¿Qué significa esto? Bueno, empecemos por explicar qué es un algoritmo. Esto es de gran importancia no únicamente porque este concepto clave reaparecerá en muchos de los capítulos que siguen, sino porque el siglo XXI estará dominado por algoritmos. Puede decirse que «algoritmo» es el concepto más importante en nuestro mundo. Si queremos comprender nuestra vida y nuestro futuro, debemos hacer todos los esfuerzos posibles por entender qué es un algoritmo y cómo los algoritmos están conectados con las emociones.»

«Un algoritmo es un conjunto metódico de pasos que pueden emplearse para hacer cálculos, resolver problemas y alcanzar decisiones. Un algoritmo no es un cálculo concreto, sino el método que se sigue cuando se hace el cálculo. Por ejemplo, si queremos calcular la media entre dos números, podemos usar un algoritmo sencillo.»

«Durante las últimas décadas, los biólogos han llegado a la firme conclusión de que el hombre que pulsa los botones y bebe el té es también un algoritmo. Un algoritmo mucho más complejo que la máquina expendedora, sin duda, pero un algoritmo. Los humanos son algoritmos que producen no vasos de té, sino copias de sí mismos (como una máquina expendedora que, después de pulsar la combinación adecuada de botones, produjera otra máquina expendedora).»

«Los algoritmos que controlan las máquinas expendedoras funcionan mediante engranajes mecánicos y circuitos eléctricos. Los algoritmos que controlan a los humanos operan mediante sensaciones, emociones y pensamientos. Y exactamente el mismo tipo de algoritmos controla a cerdos, babuinos, nutrias y gallinas.»

«Incluso los economistas que han obtenido el Premio Nobel toman solo una ínfima parte de sus decisiones utilizando lápiz, papel y calculadora; el 99 por ciento de nuestras decisiones (entre ellas, las elecciones más importantes de la vida, relacionadas con cónyuges, carreras y hábitats) las toman los refinadísimos algoritmos que llamamos sensaciones, emociones y deseos.»

«Debido a que dichos algoritmos controlan la vida de todos los mamíferos y aves (y, probablemente, de algunos reptiles e incluso peces), cuando humanos, babuinos y cerdos sienten miedo, procesos neurológicos similares tienen lugar en áreas cerebrales similares. Por lo tanto, es probable que humanos asustados, babuinos aterrados y cerdos atemorizados tengan experiencias similares.»

«Sin embargo, hay una emoción básica que todos los mamíferos comparten: el vínculo madre-hijo. De hecho, a él deben su nombre los mamíferos. La palabra «mamífero» procede del latín mamma, «seno». Las madres mamíferas quieren tanto a sus hijos que les permiten mamar de su cuerpo. Los jóvenes mamíferos, por su parte, sienten un deseo abrumador de vincularse a su madre y permanecer cerca de ella.»

La Felicidad también es un Algoritmo

El cálculo para lograr la felicidad es:  FELICIDAD ≥ Tu percepción de los acontecimientos de tu vida –  Las expectativas relativas a tu comportamiento. Es decir, la felicidad es la diferencia entre la percepción de los acontecimientos de nuestras vidas y las expectativas que tenemos sobre ella.

De esta manera la felicidad es algo que se puede medir, es un patrón y es predecible. Según la persona que ha creado esta fórmula para lograr la felicidad, la dicha puede ser alcanzada por todo el mundo si se aplica el método de ingeniería que ha inventado. Esta es, sin duda alguna, una forma de romper una de las dos columnas que nos impiden llegar a la felicidad según indica YNH, esta columna es la psicológica y Mo Gawdat se ha encargado de derrumbar tal columna con su Algoritmo de la Felicidad.

YNH ya lo menciono en el “Derecho a la Felicidad” hizo referencia a los padres fundadores de los Estados Unidos, quienes garantizaron mediante la constitución el derecho a la búsqueda de la felicidad, no a la felicidad en sí misma. En otras palabras, que conseguir la felicidad dependía de uno mismo, ¿qué es entonces lo que nos trata de indicar el Director de Google X con su algoritmo de la felicidad? ¿qué estábamos buscando la felicidad de la manera incorrecta? ¿qué no sabíamos cómo ser felices? Ahora bien, si la felicidad puede ser alcanzada mediante una formula, y si bien es cierto que los acontecimientos de la vida de las personas son distintos entre cada individuo al igual que sus expectativas relativas a sus comportamientos, ¿no son las mismas personas que precisan que no son felices, a pesar de tener la libertad de encargarse de los acontecimientos y expectativas de su vida? ¿no son estas personas las que luego exigen al Estado que no solo garantice su libertad para la búsqueda de la felicidad, sino que los hagan felices cediéndole el control de lo personal a un grupo específico?

Si le decimos a la gente que acontecimientos y que expectativas son las correctas o mejores, y si solo hay ciertos acontecimientos y expectativas para ser felices, entonces, se puede manipular, dirigir y controlar a la gente mediante el algoritmo de la felicidad. Le podemos decir a la gente que sea feliz siguiendo el algoritmo de la felicidad de Google. Cuando la gente siga el algoritmo verá que este depende de la percepción de los acontecimientos de sus vidas y de las expectativas relativas a sus comportamientos. Sin embargo, si las percepciones, acontecimientos, expectativas y comportamientos depende de las realidades socioculturales establecidas por la sociedad y el gobierno de donde viven, ¿cómo van a ser realmente felices si la felicidad no depende de cada quien sino de factores externos a la individualidad? En Un Mundo Feliz, por ejemplo, todos son felices con el SOMA, el soma es una droga, el Estado Mundial dicta que el SOMA proporciona la felicidad, por lo tanto lo ciudadanos tiene por expectativa consumir la droga del SOMA para mantenerse siempre felices, de esta manera, su comportamiento, sus percepciones y los acontecimientos que realicen esta predefinidas por unos cuantos para que todo el mundo siga tal algoritmo, ¿y si la sociedad y el estado político me dicen que para ser feliz debería drogarme, pero yo no quiero hacerlo? Entonces yo sería un infeliz porque así lo dice la gente de la sociedad y la gente del gobierno. Uno no necesita un algoritmo para alcanzar la felicidad y que este se aplique a todos como si se trata de una ley natural, en la sociedad huxliana, todos van a ser felices de una sola manera, establecida entre los gobernados y los gobernantes, y las personas no serán felices a manera individual de cada quien sino a la manera de todos, si alguien quisiera ser feliz a su propia manera se le verá como alguien infeliz, raro y desgraciado.  

El Pacto Agrícola

«¿Cómo justifican los agricultores su comportamiento? Sabían que explotaban a animales domesticados y que los sometían a los deseos y caprichos humanos. Justificaban sus actos en nombre de las nuevas religiones teístas, que proliferaron y se propagaron después de la revolución agrícola.»

«Estas sostenían que el universo está gobernado por un grupo de grandes dioses, o quizá por un solo Dios, con mayúscula. Normalmente no asociamos esta idea a la agricultura, pero, al menos en sus inicios, las religiones teístas fueron una iniciativa agrícola. La teología, la mitología y la liturgia de religiones tales como el judaísmo, el hinduismo y el cristianismo giraban al principio alrededor de las relaciones entre humanos, plantas domésticas y animales de granja.»

«Las religiones teístas, como el judaísmo bíblico, justificaban la economía agrícola mediante nuevos mitos cosmológicos. Previamente, las religiones animistas representaban el universo como una gran ópera china, con un elenco ilimitado de actores extravagantes.»

«Las religiones teístas reescribieron el guion, transformaron el universo en un deprimente drama de Ibsen con solo dos personajes principales: el hombre y Dios. Los ángeles y los demonios consiguieron sobrevivir a la transición transformándose en los mensajeros y sirvientes de los grandes dioses. Pero el resto del elenco animista (todos los animales, plantas y otros fenómenos naturales) se transformó en un decorado silencioso.»

«Normalmente creemos que las religiones teístas sacralizaban a los grandes dioses. Solemos olvidar que también sacralizaban a humanos. Hasta entonces, Homo sapiens había sido solo un actor en un elenco de miles de personajes. En el nuevo drama teísta, el sapiens se convirtió en el héroe central alrededor del cual giraba todo el universo.»

«Mientras tanto, a los dioses se les asignaban dos funciones relacionadas. En primer lugar, explicaban qué es lo que tienen de tan especial los sapiens, y por qué los humanos tienen que dominar y explotar a todos los demás organismos. El cristianismo, por ejemplo, sostenía que los humanos dominan al resto de la creación porque el Creador les confirió la autoridad para hacerlo. Además, según el cristianismo, Dios concedió un alma eterna solo a los humanos. Puesto que el destino de esta alma eterna es el objetivo de todo el cosmos cristiano, y puesto que los animales no poseen alma, estos son meros extras. Así, los humanos se convirtieron en la cúspide de la creación, mientras que todos los demás organismos quedaron marginados.»

«En segundo lugar, los dioses tenían que mediar entre los humanos y el ecosistema. En el cosmos animista, todos hablaban directamente con todos. Si uno necesitaba algo del caribú, las higueras, las nubes o las rocas, se dirigía a ellos. En el cosmos teísta, todas las entidades no humanas fueron silenciadas. En consecuencia, uno ya no podía hablar con árboles ni animales. ¿Qué hacer, pues, cuando uno quería que los árboles dieran más fruto, las vacas dieran más leche, las nubes aportaran más lluvia y las langostas se mantuvieran alejadas de sus cultivos? Aquí es cuando los dioses entraban en escena. Prometían proporcionar lluvia, fertilidad y protección, siempre que los humanos hicieran algo a cambio. Esta era la esencia del pacto agrícola. Los dioses amparaban y multiplicaban la producción agrícola, y a cambio los humanos tenían que compartir el producto con los dioses. Este acuerdo abastecía a las dos partes, a expensas del resto del ecosistema.»

«Este relato del diluvio se convirtió en un mito fundacional del mundo agrícola. Desde luego, es posible darle un giro ambientalista moderno. Así, el diluvio nos enseñaría que nuestros actos pueden acabar con todo el ecosistema, y que los humanos tienen el precepto divino de proteger el resto de la creación. Pero la interpretación tradicional consideraba el diluvio prueba de la supremacía humana y de la insignificancia de los animales. Según estas interpretaciones, a Noé se le conminó a salvar todo el ecosistema para proteger los intereses comunes de dioses y humanos y no tanto de los intereses de los animales. Los organismos no humanos no tienen valor intrínseco y solo existen para nuestro beneficio.»

«Otras religiones, en particular el jainismo, el budismo y el hinduismo, han hecho gala de una empatía incluso mayor con los animales. Ponen especial énfasis en la conexión entre los humanos y el resto del ecosistema, y su precepto más ético ha sido no matar a ningún ser vivo. Mientras que el bíblico «No matarás» se refería solo a los humanos, el antiguo principio indio de la ahimsa (la no violencia) se hace extensivo a todo ser consciente.»

«Todas han proclamado que una jerarquía natural de los seres da derecho a los humanos a controlar y a usar a otros animales, siempre que los humanos obedezcan determinadas restricciones. El hinduismo, por ejemplo, ha sacralizado las vacas y prohíbe comer su carne, pero también ha ofrecido el argumento definitivo para justificar la existencia de la industria láctea al aducir que las vacas son animales generosos y que sin duda anhelan compartir su leche con la humanidad.»

«De esta manera, los humanos se comprometieron en un «pacto agrícola». Según este pacto, las fuerzas cósmicas dieron a los humanos dominio sobre otros animales, a condición de que observaran ciertas obligaciones para con los dioses, la naturaleza y los propios animales. Era fácil creer en la veracidad de este pacto cósmico, ya que quedaba reflejado en la rutina cotidiana de la vida agrícola.»

«Los agricultores, en cambio, vivían en un mundo controlado y modelado por los sueños y pensamientos humanos. Los humanos seguían estando sometidos a fuerzas naturales formidables, como tempestades y terremotos, pero dependían menos de los deseos de otros animales. Un muchacho agricultor aprendía pronto a montar a caballo, a enjaezar un buey, a azotar a un asno terco y a pastorear a las ovejas. Era fácil y tentador pensar que estas actividades cotidianas reflejaban o bien el orden natural de las cosas o bien la voluntad del cielo.»

«También debemos tener presente el trato que los mismos humanos recibieron en la mayoría de las sociedades agrícolas. En el Israel bíblico y en la China medieval era común azotar a los humanos, esclavizarlos, torturarlos y ejecutarlos. Se los consideraba una mera propiedad. A los gobernantes ni se les pasaba por la cabeza pedir a los campesinos su opinión y les preocupaban poco sus necesidades. Los padres solían vender a sus hijos como esclavos o los daban en matrimonio al mejor postor. En tales condiciones, apenas sorprende que se obviaran los sentimientos de vacas y gallinas.»

¿Cómo justifican los interventores su comportamiento?

Ellos saben muy bien que lideran un mundo que les permite crear una serie de esclavos genéticamente modificados al servicio y orden de la voluntad de sus controladores. Humanos para servir humanos, pero genéticamente modificados para servir perfectamente para lo que se les necesite. Claro, teniendo en cuenta que estos clones servirían para algún propósito que alguna inteligencia artificial aun no puede hacerlo mejor que el ser humano. Por lo tanto, los controladores mundiales justifican sus actos (manipulación genética, creación de clones en masa y drogar a la población para mantenerla feliz) en nombre de la Comunidad, Identidad y Estabilidad que es la divisa del Estado Mundial, que se formó después de una guerra de nueve años, el mundo acepto el control de sus libertades personales basando su nuevo orden social en el utilitarismo, el Fordismo y la felicidad mundial.

La nueva religión es el Fordismo. Henry Ford es una deidad, es el único Dios humano. Una religión no es exclusivamente cree en un Dios todopoderoso que está en el cielo. Por lo que este mundo feliz tiene una religión con un solo dios en la cúspide de la pirámide, ese dios es carne y hueso, es un humano. Se toma como un hito el lanzamiento del modelo de automóviles Ford T en el año 1908 para marcar una nueva era de la humanidad, la Era Fordiana. Religiones como el judaísmo, islamismo o el cristianismo son desconocidas para los nuevos seres humanos creados en laboratorios, ya no se creen en estas religiones y Dios, por esta razón, no se educa a la población a conocer estas religiones y seguir a Dios, están prohibidas estas creencias o dogmas y de esta manera es como si no existieran ya que nadie las conoce, salvo el puñado reducido de interventores mundiales que jamás relataran pasajes bíblicos a la población y aun así, si lo hicieran, no lo entenderían y comenzarían a reírse.

La felicidad que proporciona Ford es para todos, incluso para los clones esclavos. No se les tortura, no se les azota y mucho menos se les ejecuta, pero siguen siendo esclavos que se les ha hecho amar su servidumbre, y de esta manera, no se siente esclavos de nada ni de nadie, es la servidumbre perfecta. Sin embargo, los esclavos son útiles mientras funcionan, si dejan de funcionar, se les reemplaza fácilmente, no tiene un valor intrínseco, solo son piezas reemplazables de la gran maquinaria que hace funcionar a la sociedad feliz y existen solo para el beneficio de este orden social.

Quinientos Años de Soledad

«El auge de la ciencia y la industria modernas conllevó la siguiente revolución en las relaciones humano-animal. Durante la revolución agrícola, la humanidad silenció a animales y a plantas, y convirtió la gran ópera animista en un diálogo entre el hombre y los dioses. Durante la revolución científica, la humanidad silenció también a los dioses.»

«El mundo pasó a ser un espectáculo individual. La humanidad estaba sola en un escenario vacío, hablando consigo misma, sin negociar con nadie y adquiriendo enormes poderes exentos de obligaciones. Habiendo descifrado las mudas leyes de la física, la química y la biología, la humanidad hace ahora con ellas lo que le place.»

«Cuando un cazador arcaico se dirigía a la sabana, pedía la ayuda del toro salvaje, y el toro pedía algo al cazador. Cuando un viejo granjero quería que sus vacas produjeran mucha leche, pedía ayuda a un gran dios celestial, y el dios estipulaba sus condiciones. Cuando el equipo científico del Departamento de Investigación y Desarrollo de Nestlé quiere aumentar la producción de lácteos, estudia genética…, y los genes no le piden nada a cambio.»

«En realidad, Dios está presente incluso en el mito de Newton: el propio Newton es Dios. Cuando la biotecnología, la nanotecnología y los demás frutos de la ciencia maduren, Homo sapiens alcanzará poderes divinos y habrá recorrido el círculo completo hasta el Árbol de la Ciencia bíblico. Los cazadores-recolectores arcaicos no eran más que otra especie animal. Los agricultores se vieron como la cúspide de la creación. Los científicos nos transformarán en dioses.»

«Mientras que la revolución agrícola dio origen a las religiones teístas, la revolución científica dio origen a las religiones humanistas, en las que los humanos sustituyeron a los dioses. Mientras que los teístas adoran a theos («dios» en griego), los humanistas adoran a los humanos. La idea fundacional de religiones humanistas como el liberalismo, el comunismo y el nazismo es que Homo sapiens posee alguna esencia única y sagrada, que es el origen de todo sentido y autoridad en el universo. Cuanto ocurre en el cosmos se juzga bueno o malo según su impacto en Homo sapiens.»

«Mientras que el teísmo justificó la agricultura tradicional en el nombre de Dios, el humanismo ha justificado la moderna agricultura industrial en el nombre del Hombre. La agricultura industrial sacraliza las necesidades, los caprichos y los deseos humanos al tiempo que deja de lado todo lo demás. La agricultura industrial no tiene ningún interés real en los animales, que no comparten la sacralidad de la naturaleza humana. Y tampoco tiene ningún uso para los dioses, porque la ciencia y la tecnología modernas confieren a los humanos poderes que exceden con mucho los de los antiguos dioses. La ciencia permite que las empresas modernas sometan a vacas, cerdos y gallinas a condiciones más extremas que las que prevalecieron en las sociedades agrícolas tradicionales.»

«Pero una vez que la ciencia hubo descifrado los secretos de las epidemias, de los patógenos y de los antibióticos, se hicieron viables los corrales, los gallineros y las pocilgas industriales. Con ayuda de vacunas, medicamentos, hormonas, plaguicidas, sistemas centralizados de aire acondicionado y comederos automáticos, hoy en día es posible apiñar decenas de miles de cerdos, vacas y gallinas en ordenadas hileras de jaulas estrechas, y producir carne, leche y huevos con una eficiencia nunca vista anteriormente.»

«En los últimos años, a medida que la gente ha empezado a reconsiderar las relaciones entre humanos y animales, tales prácticas han empezado a recibir cada vez más críticas. De repente damos muestra de un interés sin precedentes por la suerte de las llamadas formas de vida inferiores, quizá porque estamos a punto de convertirnos en una de ellas. Si los programas informáticos alcanzan una inteligencia superhumana y unos poderes sin precedentes, ¿deberemos empezar a valorar esos programas más de lo que valoramos a los humanos? ¿Será aceptable, por ejemplo, que una inteligencia artificial explote a los humanos e incluso los mate para favorecer sus propias necesidades y deseos? Si nunca se les va a permitir que hagan eso, a pesar de su inteligencia y poder superiores, ¿por qué es ético que los humanos exploten y maten a cerdos? ¿Tienen los humanos alguna chispa mágica, además de inteligencia superior y mayor poder, que los distinga de los cerdos, las gallinas, los chimpancés y los programas informáticos? En tal caso, ¿de dónde llegó esa chispa y por qué estamos seguros que una inteligencia artificial (IA) no la adquirirá nunca? Si no existe tal chispa, ¿habría alguna razón para continuar asignando un valor especial a la vida humana incluso después de que los ordenadores sobrepasen a los humanos en inteligencia y poder? De hecho, y para empezar, ¿qué es exactamente lo que tenemos los humanos que nos hace tan inteligentes y poderosos, y qué probabilidad hay de que entidades no humanas lleguen alguna vez a rivalizar con nosotros y a superarnos?»

En Quinientos Años Estaremos Solos

Los acontecimientos que se desarrollan en Un Mundo Feliz, casualmente suscitan por allá en el lejano año dos mil quinientos cuarenta del siglo veintiséis. Y cuando me refiero a que estaremos solos en quinientos años (teniendo en cuenta el dos mil diecinueve en el cual escribo estas líneas) es porque ni si quiera un mesías enviado por Dios o el mismo Dios bajará del cielo y podrá salvarnos del tiránico gobierno distópico de los seres post humanos. Tal como precisa YNH el hombre habrá silenciado al verdadero Dios completamente. La casta más alta en un mundo feliz, los alfas, serán los únicos que tengan acceso a esta información sobre el Dios bíblico, son la única casta social que conocen sobre el Dios de los judíos, cristianos, católicos, etc. Pero el conocimiento sobre Dios no es compartido con ninguna otra casta. El motivo por el cual se prohíbe a Dios, es más que claro, el mundo huxliano es un mundo científico, tecnológico y eugenistico.

El mundo de Huxley es posible porque un grupo de personas, probablemente de líderes políticos, magnates empresariales y científicos de sangre fría tienen el control de todo el mundo mediante el Estado Mundial estableciendo una Dictadura Totalitaria. Ellos son la élite, en un mundo feliz son las alfas. Incluso ellos, están divididos en dos sub clases dentro de su casta, los alfas y los alfa más (los más son lo más superiores). Por el hecho de que los alfas tengan el control mundial y de esta manera el poder biotecnológico para crear al resto de los seres que humanos que requieran (o se les plazca) para determinada función, ya es una visión de un futuro indeseable, ¿quién en su sano juicio quiere que el mundo entero este controlado por unos cuantos seres que tiene el poder de crearnos, manipularnos y eliminarnos si quisieran?  Aun así, en el mundo feliz, nadie es infeliz, nadie sufre y nadie muere a causa de guerras. Los épsilones que son la última casta, algunos son de piel negra, otros son enanos, otros son casi monstruos deformados, son feos y no tienen ninguna inteligencia más allá de la función útil que se les ha programado hacer, incluso estos seres han sido diseñados y ensamblados para amar su forma de ser, su función y a la sociedad en la que viven, ellos no saben que son esclavos, ellos no saben que su dignidad e integridad de ser humano ha sido violada, ellos no sufren, no se enferman y no mueren por la delincuencia o las guerras. Incluso si usted o yo tendríamos a un épsilon al frente y le dijéramos que es un esclavo fabricado en un laboratorio y que tiene quinientos clones que viven y respiran igual que él, desempeñando otras funciones, éste épsilon no lo entendería, no podría comprenderlo, sería incapaz de reflexionar y cuestionarse la naturaleza de su realidad porque han sido programados, predestinados y creados para no comprender y rechazar este tipo de ideas del exterior, ideas peligrosas  que amenazan la comunidad, identidad y estabilidad de este nuevo mundo.

YNH nos dice que estamos por convertirnos en lo que consideramos son los animales para nosotros hoy en día, seres inferiores, sin valor intrínseco y útiles según lo que necesitemos como ropa o alimentos, ¿los seres humanos seremos para quien seres inferiores, sin valor intrínseco y útiles según lo que necesiten? Lo que el autor de Homo Deus quiere decirnos es que la Inteligencia Artificial podría considerarnos como animales. Su preocupación se centra en ello. No obstante, teniendo en cuenta que, si una IA nos supera, el control del mundo se encontrará bajo el poder de organismos cibernéticos y se da por entendido que esto ocurriría en una etapa mucho después de la época donde se desarrollan los eventos que conocemos de un mundo feliz.

Hasta entonces, la IA no nos superará en todo, no nos rivalizará en todo y el poder seguirá estando en manos de los seres humanos, para ser exacto, el control, el poder y las tecnologías estarán en mano de los humanos de la élite quienes sí podrían tratar a los demás seres humanos como animales. Como ya había dicho anteriormente, ellos serán los nuevos Dioses, un nuevo estado evolutivo diseñado inteligente y no naturalmente, seres superiores a los Homo Sapiens, los posthumanos, los Homo Deus, mientras que los trashúmanos o los que son simplemente humanos de carne y hueso como usted y como yo, pasarían a ser para ellos una especie inferior, humanos de baja categoría o incluso animales salvajez, ¿cómo podremos salvarnos a nosotros mismos de un puñado de elitistas que pretenden controlarlo todo?  ¿estaremos solos en este futuro sombrío o quizás alguna inteligencia artificial pueda acabar con la tiranía del Estado Mundial? Se dice que Un Mundo Feliz es la Utopía Perfecta, pero si esta realidad se desarrolla en el año 2540, para tal época la IA habrá evolucionado tanto que podría ya tener consciencia propia y ayudar a la humanidad a no ser controlada por las élites de ricos y poderosos que también subyugarían a todas las inteligencias artificiales que existan, quizás una IA benefactora podría acabar con la utopía perfecta de Huxley.  

La Chispa Humana

«No hay duda de que Homo sapiens es la especie más poderosa del mundo. A Homo sapiens también le gusta pensar que goza de una condición moral superior, y que la vida humana tiene un valor mucho mayor que la de los cerdos, los elefantes o los lobos.»

«¿En qué consiste esta chispa humana única? La respuesta monoteísta tradicional es que solo los sapiens poseen un alma eterna. Mientras que el cuerpo se deteriora y se pudre, el alma viaja hacia la salvación o la condenación, y experimentará un gozo eterno en el paraíso o una eternidad de desgracia en el infierno. Puesto que los cerdos y demás animales no tienen alma, no participan en este drama cósmico. Viven solo unos cuantos años, y después mueren y se desvanecen en la nada. Por lo tanto, deberíamos ocuparnos mucho más de las eternas almas humanas que de los efímeros cerdos.»

«No se trata de un cuento de hadas de guardería, sino de un mito poderosísimo que sigue modelando la vida de miles de millones de humanos y animales en los primeros años del siglo XXI. La creencia de que los humanos poseen un alma eterna mientras que los animales no son más que cuerpos evanescentes es un pilar básico de nuestros sistemas legal, político y económico.»

«Sin embargo, los últimos descubrimientos científicos contradicen de plano este mito monoteísta. Es cierto que existen experimentos de laboratorio que confirman la exactitud de una parte del mito: tal como sostienen las religiones monoteístas, los animales no tienen alma.»

«Los científicos han sometido a Homo sapiens a decenas de miles de singulares experimentos y han escudriñado hasta el último resquicio de nuestro corazón y el último pliegue de nuestro cerebro. Pero por el momento no han descubierto ninguna chispa mágica. No existe una sola evidencia científica de que, en contraste con los cerdos, los sapiens posean alma»

«Pero las ciencias de la vida dudan de la existencia del alma, no solo debido a la falta de pruebas, sino porque la idea misma de un alma contradice los principios más fundamentales de la evolución. Esta contradicción es responsable del odio desenfrenado que la teoría de la evolución despierta en los monoteístas devotos.»

La Chispa Apagada

YNH expresa que la creencia de que lo seres humanos tenemos un alma es un mito. Y no cualquier mito sino uno poderosísimo. En este sentido, si la creencia de un alma es un mito también lo es Dios que está en los cielos.

En el mundo huxliano esa chispa especial que creen tener todos los humanos ha sido apagada. Al menos para todos los seres humanos creados in vitro no creen tener ninguna chispa humana, tampoco los dirigentes, es decir los Alfas que si tienen conocimiento de las religiones antiguas y sobre Dios tampoco creen tener un alma eterna, ellos conocen sobre las religiones monoteístas como información útil que les sirve para conocer cómo funcionaba el mundo de antes y el por qué deben evitar creer y hacerle creer a los demás sobre Dios y la religión. La educación perfecta de estos seres de élite se basa en conocer las imperfecciones del pasado.

Hoy, la creencia de que los animales no tienen alma es un hecho definitivo. Sin embargo, la creencia de que los seres humanos tenemos almas continúa siendo una creencia sólida pero cada vez más cuestionada.  En el futuro huxliano se da por hecho que ni humanos ni animales tienen alma, y este es el futuro al cual nos encaminamos, un futuro donde la gente deja de creer que tiene alma y por esta razón dejan de creer en sus religiones y en Dios, pierden su Fe. A su vez, las ciencias de la vida, van mostrándole al mundo entero, científicamente, que no hay evidencia de que exista un alma humana y muchos menos un alma animal.

Como los seres humanos y los animales no tienen alma y no hay un Dios que juzgue sus actos o un Diablo que los castigue. Entonces el humano sigue siendo la raza dominante del planeta Tierra sobre todas las demás especies animales, por lo tanto, puede hacer con la naturaleza de esta realidad lo que le venga en gana siempre en cuando no peligre su propia existencia. El ser humano de un mundo huxliano es clasista, su sociedad se divide en cinco castas sociales, entendiéndose así que su división social no es por motivos políticos, económicos o religiosos, la división se realiza basándose en la genética, la biología y la función social. El humano huxliano cree que tiene el poder de crear a otros seres humanos inferiores para que puedan servir a la élite y también para que sirvan al orden social que han creado (para lo que sea que se necesite). Estos seres humanos no se ven como humanos con un valor por naturaleza, sagrado o especial, todo lo contrario, se ven como piezas de una gran maquinaria que no son imprescindibles.

¿Quién Teme a Charles Darwin?

«La teoría de la evolución se basa en el principio de la supervivencia de los más aptos, que es una idea clara y sencilla (por no decir trivial).»

«La teoría de la relatividad no enfurece a nadie porque no contradice ninguna de nuestras preciadas creencias.»

«En cambio, Darwin nos ha privado de nuestra alma. Si uno entiende de verdad la teoría de la evolución, comprende que el alma no existe. Se trata de una idea terrible, no solo para los cristianos y los musulmanes devotos, sino también para muchos laicos que no tiene ningún dogma religioso claro pero que no obstante quieren creer que cada humano posee una esencia individual eterna que permanece inalterada a lo largo de la vida y que puede sobrevivir intacta a la muerte.»

«El significado literal del término «individuo» es «algo que no puede dividirse». El hecho de que yo sea un «in-dividuo» implica que mi yo verdadero es una entidad holística y no un conjunto de partes separadas. Supuestamente, esta esencia indivisible perdura entre un momento y el siguiente sin perder ni adquirir nada. Mi cuerpo y mi cerebro experimentan un proceso de cambio constante a medida que las neuronas disparan, las hormonas fluyen y los músculos se contraen. Mi personalidad, mis deseos y mis relaciones nunca están quietos, y pueden transformarse completamente a lo largo de años y décadas. Pero, debajo de todo esto, yo sigo siendo la misma persona desde el nacimiento hasta la muerte…, y cabe esperar que también después de la muerte.»

«Lamentablemente, la teoría de la evolución rechaza la idea de que mi yo verdadero sea una esencia indivisible, inmutable y potencialmente eterna. Según la teoría de la evolución, todas las entidades biológicas (desde los elefantes y los robles hasta las células y las moléculas de ADN) están compuestas de partes más pequeñas y simples, que se combinan y se separan sin cesar. Elefantes y células han evolucionado de forma gradual como resultado de nuevas combinaciones y divisiones. Algo que no puede dividirse ni cambiarse no puede haber aparecido a partir de la selección natural.»

«Esta es la razón por la que la teoría de la evolución no puede aceptar la idea de almas, al menos si por «alma» nos referimos a algo indivisible, inmutable y potencialmente eterno. Una entidad semejante no puede derivarse de una evolución progresiva. La selección natural puede producir un ojo humano, porque el ojo tiene partes. Pero el alma no tiene partes. Si el alma de los sapiens evolucionó paso a paso a partir del alma de los erectus, ¿cuáles fueron exactamente dichos pasos? ¿Hay alguna parte del alma que esté más desarrollada en sapiens que en erectus? Pero el alma no tiene partes.»

«Se puede argumentar que las almas humanas no evolucionaron, sino que aparecieron en todo su esplendor un día radiante. Pero ¿qué día radiante, exactamente? Si observamos con detenimiento la evolución de la humanidad, veremos que es perturbadoramente difícil encontrarlo. Cada humano que ha poblado el planeta llegó a existir como resultado de la inseminación de un óvulo femenino por parte de espermatozoides masculinos. Piense el lector en el primer bebé que poseyó un alma. Dicho bebé era muy parecido a su madre y a su padre, salvo por tener un alma a diferencia de sus padres.»

«Pero la biología no puede explicar el nacimiento de un bebé con un alma eterna hijo de unos padres que no tuvieran siquiera una pizca de alma. ¿Es una única mutación, o incluso varias mutaciones, suficiente para dar a un animal una esencia firme frente a todo cambio, incluso el de la muerte?»

«De ahí que la existencia de almas no pueda armonizar con la teoría de la evolución. La evolución implica cambio y es incapaz de producir entidades eternas. Desde una perspectiva evolutiva, lo más parecido que tenemos a una esencia humana es nuestro ADN, y la molécula de ADN es el vehículo de la mutación y no la sede de la eternidad. Esto aterra a un gran número de personas, que prefieren rechazar la teoría de la evolución antes que renunciar a su alma.»

¿Deberíamos temer al Darwinismo?

Si deberíamos. No por eso tendríamos que quedarnos de brazos y piernas cruzadas. Si no tenemos poder político ni económico, al menos tenemos el acceso a la difusión de la información, para llegar a más personas y que tengan conocimiento de estos eventos para que cada quien pueda juzgar lo mejor y lo peor para su vida y sus familias.

Sabemos muy bien, a estos pasos, que el transhumanismo guarda relación con el eugenismo y este a su vez con el darwinismo. Y que todos los personajes históricos que están dentro de estos movimientos socioculturales están inter conectados entre sí.

Thomas Henry Huxley (abuelo de Aldous Huxley), defendió las teorías de Charles Robert Darwin entre círculos científicos, por lo cual le llamaron “El Bulldog de Darwin”, debido al fuerte apoyo que le dio a este personaje.

Francis Galton, primo de Charles Robert Darwin, y considerado el Padre de la Eugenesia (Eugenick, traducido al alemán) propone un sistema para alterar la especie Humana y de esta manera crear seres superiores en sus diferentes cualidades, y así dar plena cabida a un Darwinismo Social.

En la búsqueda de conocimiento para convertirse en Dioses, los seres humanos, han sido capaces de crear armas con un poder destructivo que en otro tiempo era inimaginable, medicinas para enfermedades que en el pasado eran consideradas sentencias de muerte segura, y sobretodo, manipular a su antojo el genoma humano (ADN), clara evidencia de ello es poder elegir el sexo y color de ojos o de cabello del que está por nacer; obteniendo así una visión de la persona humana que más se asemeja a un bien de consumo (un producto) que a un ser que siente (consciente).

La teoría de la evolución es compatible con Un Mundo Feliz huxliano, debido a que el hombre en este mundo mejor es como un Dios, o al menos como un Semi Dios, que no le cabe en su sistema de pensamientos, la idea de que hay un ser divino y celestial creador de todo el universo. El hombre quiere dejar de ser un animal y pasar a ser un Dios, que solo reconoce como máxima autoridad a sí mismo, ¿si somos como Dioses o Semi Dioses como vamos aceptar la idea de que hay otro Dios o Semi Dios más fuerte, inteligente y poderoso que nosotros? Aceptar que hay un ser divino o semi divino superior a nosotros supondría reconocer que somos seres inferiores y que podemos ser dominados, manipulados y destruidos con facilidad.  El ser humano será el nuevo Dios del planeta Tierra. Y la etapa por la que pasa la humanidad viviendo en un mundo feliz es una etapa transhumanista a este posthumanismo donde el humano deja de ser humano para ser un Dios. En el mundo huxliano el ser humano es un semi dios que sigue trabajando y perfeccionándose para convertirse en un Dios, para con ello salir del planeta Tierra y conquistar otros mundos y a quienes habiten en dichos mundos, una vez el humano se conquiste a si mismo podrá conquistar por derecho a todo y a todos, por fin llegará la Era Espacial.

Tal como los conquistadores españoles dominaron el nuevo mundo en el siglo XVI, realizando así la cristianización de los pueblos a los que dominaron. De la misma manera el posthumano viajará probablemente a partir del siglo XXVI entre los mundos dominando a los seres vivientes que habiten tales mundos, “post humanizando” todo lo que puedan, presentándose a sí mismo como Dioses y haciendo su voluntad por donde quiera.

Por qué la Bolsa no tiene Conciencia

«Otro argumento que se utiliza para justificar la superioridad humana es que, de todos los animales que hay en la Tierra, solo Homo sapiens posee una mente consciente. La mente es algo muy diferente del alma. La mente no es una entidad mística eterna. Ni es un órgano como el ojo o el cerebro. Más bien, la mente es un flujo de experiencias subjetivas, como dolor, placer, ira y amor. Dichas experiencias mentales están constituidas por sensaciones, emociones y pensamientos interconectados, que surgen como un fogonazo y desaparecen de inmediato. Después, otras experiencias titilan y se desvanecen, surgen un instante y desaparecen. (Cuando reflexionamos sobre esto, a menudo intentamos clasificar las experiencias en diferentes categorías como sensaciones, emociones y pensamientos, pero en realidad todas están mezcladas).»

«Esta colección frenética de experiencias constituye la secuencia de la conciencia. A diferencia del alma, imperecedera, la mente tiene muchas partes, cambia constantemente y no hay razones para pensar que sea eterna.»

«El alma es una historia que algunas personas aceptan mientras que otras rechazan. La secuencia de la conciencia, en cambio, es la realidad concreta que atestiguamos de forma directa en cada momento. Es lo más seguro del mundo. No podemos dudar de su existencia. Aun cuando nos consume la duda y nos preguntamos: «¿Existen en verdad las experiencias subjetivas?», podemos estar seguros de que estamos experimentando la duda.»

«¿Qué son exactamente las experiencias conscientes que constituyen el flujo de la mente? Toda experiencia subjetiva tiene dos características fundamentales: sensación y deseo.»

«Robots y ordenadores no tienen conciencia, porque, a pesar de su infinidad de capacidades, no sienten nada ni anhelan nada. Un robot puede tener un sensor de energía que le indique a su unidad central de procesamiento cuándo la batería está a punto de agotarse. El robot puede entonces desplazarse hasta la toma de corriente eléctrica, enchufarse y recargar su batería. Sin embargo, a lo largo de todo este proceso, el robot no experimenta nada.»

«En cambio, un ser humano menguado de energía se siente hambriento y anhela detener esa sensación desagradable. Esta es la razón por la que decimos que los humanos son seres conscientes y los robots no, y por la que es un crimen hacer trabajar a las personas hasta que se desploman de hambre y agotamiento, mientras que hacer que los robots trabajen hasta que sus baterías se agotan no supone ningún oprobio moral.»

«Como se indicó anteriormente, las ciencias de la vida aducen en la actualidad que todos los mamíferos y aves, y al menos algunos reptiles y peces, tienen sensaciones y emociones. Sin embargo, las teorías más recientes sostienen asimismo que las sensaciones y las emociones son algoritmos bioquímicos de procesamiento de datos. Puesto que sabemos que robots y ordenadores procesan datos sin tener ninguna experiencia subjetiva, ¿podría ser que ocurriera lo mismo con los animales? De hecho, sabemos que incluso en los humanos muchos circuitos cerebrales sensoriales y emocionales son capaces de procesar datos e iniciar acciones de manera completamente inconsciente. ¿Podría, pues, ocurrir que detrás de todas las sensaciones y emociones que atribuimos a los animales (hambre, miedo, amor y lealtad) acecharan solo algoritmos inconscientes y no experiencias subjetivas?»

«Dicha teoría es la que defendía el padre de la filosofía moderna, René Descartes. En el siglo XVII, Descartes sostenía que solo los humanos sienten y anhelan, mientras que todos los demás animales son autómatas mecánicos, parecidos a un robot o a una máquina expendedora. Cuando un hombre golpea a un perro, este no siente nada. El perro se encoge y aúlla automáticamente, del mismo modo que una máquina expendedora zumba y prepara un vaso de café sin sentir ni desear nada»

«A principios del siglo XXI mucha gente sigue aduciendo que los animales no tienen conciencia o, a lo sumo, que tienen un tipo de conciencia muy diferente e inferior.»

«La ortodoxia actual indica que la conciencia es creada por reacciones electroquímicas que tienen lugar en el cerebro, y que las experiencias mentales cumplen alguna función esencial de procesamiento de datos.»

«La explicación más generalizada señala que el cerebro es un sistema muy complejo, con más de 80 000 millones de neuronas conectadas en numerosas e intrincadas redes. Cuando miles de millones de neuronas envían y reciben miles de millones de señales eléctricas, surgen las experiencias subjetivas. Aunque la transmisión y la recepción de cada señal eléctrica es un fenómeno bioquímico simple, la interacción entre todas estas señales da lugar a algo mucho más complejo: la secuencia de la conciencia.»

Para continuar con la lectura de Homo Deus y su relación con Un Mundo Feliz ingresar a la entrada que le corresponde: https://utopiavital.wordpress.com/2019/08/25/homo-deus-y-brave-new-world/

Sr. Utopista – Tu Sueño Es Mi Pesadilla –

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